VII

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- ¿En verdad crees que aguante todo esto? - Athan cuestiona mirando a Adán, trato de concentrarme en lo que me está diciendo el entrenador, se supone que hace cuatro días Tabatha debía regresar pero al segundo día de su partida me empezaron a entrenar.

- No lo sé pero si sigue con esos cambios será lo mejor, es mejor que se sepa defender a que siempre lo tengamos que proteger - esquivo un golpe que iba directamente a mi rostro, observó al entrenador, se que no debo desviar mi mirada, un golpe que contacte en mi rostro, se que me mandaría directamente a cirugía para reconstrución.

- Tu mirada debe siempre estar en tu atacante, si no encuentras salida, entonces la desvías - asiento, ahora mismo estoy con boxeo, una mascara me cubre el rostro pero no me asegura de salvarme de recibir un buen golpe, de nuevo esquivo, el lobo que me está ayudando tiene más de doscientos años, me dijo que también fue entrenador de Tabatha pero el entrenamiento que me está dando no es nada a comparación al de Tabatha, los chicos le dijeron que quería ser digno en batalla para la Alpha, la cual al parecer ha ido hasta guerras por sus entrenamientos.

- Bien - su puño impacto abajo de mis costillas, no supe ni como, ni cuando baje la guardia, mis pensamientos se perdieron por completo en como fueron los entrenamientos de Tabatha.

- No creo que funcione - apenas podía respirar, Kenai se acerca a mi con rapidez, no sé si se rompieron o fracturaron, me cuesta respirar, apenas escuchó las palabras del entrenador, como puedo subo la mirada enojado, mi condición no es como la de un lobo o como dijo Tabatha como la de un cazador.

- Aquiles, no te puedes rendir así de fácil, eres la reencarnación de unos de los más grandes guerreros de Grecia, puedes hacer que sea un guerrero - lo observó sin creerlo, él, el gran Aquiles, asesino de Héctor domador de caballos, personaje de la Ilíada.

- Te es fácil decirlo, hijo de Alphas, unos nacen con la grandeza, otros, ni siquiera el trote del galopar del caballo pueden aguantar - me mira esperando una reacción y si que la tuve, me le fui encima de él, me quite la mascara sin importarme que pudiera romperme la cara, siento como mi cuerpo reacciona solo, cada uno de mis golpes conectan en su cuerpo, hago que retroceda, algo en mi empezaba a crecer, no era una rabia, era más un orgullo, orgullo de generaciones pasadas que no conozco hacen que me comporte así, cuando menos lo esperé, detuvo uno de mis golpes, uno que iba directamente a su mandíbula, eso me hizo regresar a la realidad.

- Puede que no sea la reencarnación de los héroes de antaño, hijo de Dioses o provenga de uno de los más grandes linajes de la historia pero se al menos que valgo pena - le contesto entre dientes, su cabello rubio le tapaba algo la vista, me sonríe, algo que no entendí, parecía orgullo en esa sonrisa.

- Bien, otra vez - dijo con determinación, me empuja haciendo que haga un pie atrás, estamos en el gimnasio y algo me decía que no saldríamos de aquí en un largo tiempo.

§

Mi respiración es irregular, no sabía cuánto tiempo tenía con él, por algo decían que era el héroe de pies ligeros, su velocidad es feroz, una precisión de gran importancia, apenas podía ya con mi vida, mi cuerpo pesa, mi mente no puede pensar en una solución, esquivo otro golpe, cada vez mis pies se enredan, haciéndome casi caer, mi mente me empieza a hacer jugadas, haciéndome sentir como un animal débil, que no puede más, que se empieza a sentir enjaulado, antes de que Aquiles conectará otro golpe a mi torso se detiene, a unos escasos centímetros, siento como mi espalda está pegada a la pared del otro extremo del gimnasio, solo es mi respiración la que se escucha agitada, la única que pareciera que fuera a dar su último aliento.

- Es todo por hoy - me dice dejándome confundido, él mismo me dijo que Tabatha aguantaba días entrenando, días sin descanso.

- Puedo aún - trate de alcanzarlo pero mis pies se enredaron, sentí unas manos más pequeñas, sosteniendo mi pecho, vi sus ojos dorados, pude ver ojeras, las cuales decían que no tuvo buenas noches y tal vez, el consejo le hizo algo.

Soy de la AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora