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Siguió revolviendo el café, su mente ni siquiera estaba en lo que tenía que hacer. ¿Cómo podría pensar en algo que no fuera en lo que le dijo Rogers? 

Se pasó años creyendo que sus padres murieron en un accidente, pero no es así. Los mataron, sus padres fueron asesinados por el mejor amigo de Rogers.

¿Cómo es que seguía vivo?

Si, quizá lo sabría si lo hubiera escuchado más, peor no quería. No quería oír nada más.

En ese momento él sólo quería que Rogers se callara. Todo estaba tan bien entre ellos, tan bien como nunca lo había sido y viene el rubio, le dice todo esto. Todo se fue a la mierda en segundos.

No ha salido de su taller prácticamente para nada, se la ha pasado toda esa semana ahí, ya le duele la espalda de estar durmiendo allí, pero no quiere encontrarse con nadie.

-Jarvis.

-¿Señor?

Jugó con la cuchara.-¿Dónde están todos?

-Thor aún no regresa de su viaje a Asgard, el Doctor Banner se encuentra en el salón junto a la agente Romanoff, el Señor Barton entrenando en el gimnasio y el Señor Rogers en su habitación, pero al parecer no se encuentra muy bien.

Se mordió el labio. ¿Cómo que no estaba bien?

Dejó la cuchara en la mesa.-¿Qué le sucede?

-Acaba de desmayarse, Señor.

¿Qué?

Se paró de la silla y corrió hasta la escalera.

Esto no era bueno, para nada.

Subió las escaleras corriendo sin importarle si tropezaba o caía. Tenía que llegar con el rubio de inmediato.

Si Rogers se encontraba así, es que su cuerpo se estaba debilitando ya, lo cual con el tiempo iría empeorando.

Pasó corriendo por el salón haciendo que las miradas de Banner y Romanoff se fueran a él, pero no los miró, él sólo subió las escaleras hasta la habitación de Rogers.

-Jarvis, la puerta.-La puerta fue abierta enseguida, entró y cerró de inmediato.

Ahí frente a él estaba Rogers en el suelo.

Caminó hasta él y se agachó.

Revisó si su cabeza había sufrido algún daño, pero no encontró ni un rastro de sangre por ningún lado. Eso era bueno, al menos no se había roto la cabeza.

-Jarvis, ¿Por qué el desmayo? ¿Este idiota está comiendo correctamente o no?-Preguntó mientras tomaba al rubio en brazos y lo tendía en la cama con cuidado. No pesaba prácticamente nada, era raro.

-Lo hacía, pero en esta semana no ha comido correctamente. El Doctor Banner ha tenido que obligarlo a comer.-Hizo una mueca al oír eso.-Son pocas las veces que sale de su habitación.

Se sentó en la cama. Al parecer no era el único afectado con todo esto.-Entiendo.-Abrió un cajón de la mesa de noche, metió la mano y sacó una libreta de dibujo, la dejó encima de la mesa de noche.-¿Sabes donde guarda alcohol? Tengo que despertarlo.

-No tiene alcohol en su habitación.

Bufó.-¿Crees que pueda despertar si le tiro agua? Puede ser la que tengo helada, todos despiertan con eso.-Se iba a parar de la cama.-Iré por ella.

Su muñeca fue tomada.-No vayas.

Miró hacia abajo y vio los ojos de Steve abiertos.-Hey. Ya despertaste, creo que ya no se me necesita aquí.

-No te vayas, Tony.-Le susurró el rubio.-Quédate un momento.

-¿Para qué? ¿Ahora que me dirás?-Negó.-¿Qué mas me ocultas?

Steve con cuidado se sentó.-Nada más, te lo prometo.

-Tus promesas no valen nada.-Le dijo totalmente serio.-Creí que eras sincero, pero no. ¿Cómo es que tu mejor amigo terminó matando a mis padres?

El rubio miró hacia abajo, él también lo hizo y se dio cuenta que el rubio aún sostenía su muñeca. Tiró de su brazo para deshacerse el agarre.

-Creí que él había muerto.-Empezó a hablar.-No lo alcanzó a agarrar bien y cayó al vacío, creí que había perdido a mi amigo. Y luego con lo de la caída de Shield, en un momento alguien nos empieza a atacar y cuando menos lo pienso, frente mío estaba Bucky.-Paró de hablar un momento.-Él no me recordaba.

Asintió.-¿Por qué no?

Steve hizo una mueca.-Hydra lavó su cerebro. Todo para que fuera un asesino profesional, él sólo recibía órdenes y luego borraban sus recuerdos de nuevo.-El rubio suspiró.-Una de esas misiones fue la de tus padres y luego yo le fui asignado como misión, él iba a matarme.

Se imaginó eso y no les gustó. Un mundo donde no estuviera el rubio se sentía demasiado... mal. No le gustaría esa clase de mundo.

-¿Haz sabido algo más de él? ¿Dónde está?

El mayor negó.-Natasha junto a Sam, ya sabes Falcón.-Asintió. No lo conocía para nada, sólo lo había visto una vez.-Buscan información sobre él, pero con esto.-Se apuntó a él mismo.-Creo que será mucho más difícil.

Se pasó la mano por el cabello.

No podría hacer que el rubio se concentre en encontrar a su amigo, aunque quisiera no podría, simplemente porque cuando vuelvan las enfermedades del rubio lo harán con más fuerza. Su cuerpo será demasiado débil para ese momento.-Te ayudaré.

Steve lo miró sorprendido. Si, supongo que no es normal que quieras encontrar y ayudar a una persona que asesinó a tus padres.-Jarvis, quiero que te concentres en esto ¿Bien? Cualquier dato que se sepa, me lo dices.

-Si, Señor.

Miró al rubio.-Ahora tú, deja de ser un idiota y aliméntate bien. Te necesito a salvo.

-¿Me necesitas a salvo?

Mierda.

Eso sonaba estúpido.

-Necesito devolverte el suero ¿No? No me sirves de mucho todo débil, Rogers.-Se paró de la cama.-Una cosa más, intenta no mentirme de nuevo porque te juro que si lo haces, tú dejarás de existir para mí. No puedo concentrarme en lo del suero, si se la pasan haciendo estupideces.

Steve asintió.-¿Haz tenido avance en eso?

Abrió la puerta. Lo pensó.

Podría decirle la verdad, mentirle o cambiar de tema.-No. Es algo demasiado complicado, pero.-Lo miró.-No me rendiré y sé que Bruce tampoco. Así que no te preocupes.

-No lo hago. Si alguien puede lograrlo son ustedes.

Por supuesto.

-Claro.-Asintió.-Nos vemos, Rogers y cuando te sientas mal o algo, avísale a Jarvis de inmediato.

"El Verdadero Tú"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora