Polos Opuestos

CAP. 38

P.D.V HARRY

Miércoles, nada que hacer. Los chicos estaban en clase, y yo tirado en el sofá comiendome la cabeza:

- ¿Harry que te pasa?- me preguntó Robert sentándose a mi lado.

- Ayer... Ayer estuve con Kate.

- ¿Con Kate?- dijo fruciendo el ceño- ¿¡Que cojones hacías con esa?!

- Pues me la encontré comprando y quedamos por la tarde para hablar...

- Haber haber... Cuéntame exactamente- dijo recalcando la última palabra- que pasó ayer.

*Un día antes*

- Creí que no vendrías- dijo Kate levantándose del banco.

- Quiero que me expliques por qué me dejaste tirado de un día para otro- dije cruzándome de brazos.

- Verás... A mi padre le ofrecieron un trabajo en Nueva York, y mi madre y yo tendríamos que ir con él.

Yo me enteré dos días antes de partir para allá. No sabía como decirtelo... Por eso te dejé una nota en la taquilla para vernos en la salida aquí. Estuve esperándote dos horas, pero no apareciste...

- No recibí ninguna nota... Pude perderla al transladar los libros- dije rascándome la nuca.

- Creí que te habias enterado y que te enfadaste... Por eso no fui a buscarte... Luego cambié de móvil y perdí los contactos- dije bajando la cabeza.

Claro, por eso siempre que la llamaba daba apagado... Dios, todo este tiempo preguntándome qué hice mal y resulta que todo fue un malentendido.

- Harry de verdad que lo siento... Lloré cada noche pensando que me odiarías- dijo soltando un par de lágrimas- te amaba tanto...

Siempre la amé, fue la primera chica que me enseñó a hacerlo, y yo tambien la eché de menos. La miré y no pude evitar abrazarla. Su olor... Me traía tantos recuerdos, tantos momentos...

Me separé lentamente de ella y nos miramos, recordando viejos tiempos:

- No he podido estar con otros chicos Harry, nunca llegué a olvidarte- dijo acariciando mi nuca. Me estremecí y cerré los ojos. ¿Por qué ahora?

Cuando los abrí nuestros rostros estaban a escasos centímetros, y Kate se iba acercando cada vez más, hasta que nuestros alientos chocaban entre si.

Unió nuestros labios lentamente mientras nuestros ojos se cerraban. Bajé mis manos hasta su cintura y la pegué más a mi, profundizando el beso, hasta que una imágen llegó a mi mente, Emily.

- Kate para- dije separandome rapidamente de ella- n-no puedo. Lo siento, estoy con otra persona.

- Claro, lo entiendo...- dijo mientras sus mejillas se sonrojaban- es normal que hayas pasado página- dijo sonriendo levemente- la amas, ¿verdad?

- Si- dije seguro- Kate, lo nuestro fue precioso, y creeme que te amé, pero las cosas cambiaron...

- Entiendo... Yo solo quería explicarte lo que pasó, y bueno... Podemos ser amigos, ¿no?

- Claro- dije sonriéndola.

- ¡¡Os besásteis!!- gritó Robert.

- Fue un simple beso, me separé a los segundos.

- Madre mia- dijo andando de un lado para otro- Tienes que contárselo a Emily.

- ¿¡Qué?! ¿Tu eres tonto? Me matará.

- Es tu novia, y debe saberlo Harry.

Puede que tenga razón, al fin y al cabo fue solo un beso.

- Esta bien, dentro de un rato iré a verla.

- No, ve ahora- dijo apuntandome con el dedo indice. Rodé los ojos y cogí las llaves de la moto.

Mientras conducía pensaba en cómo se lo diría...

Al llegar aparqué la moto y la apagué. Me bajé y llame al timbre:

- ¡Harry!- dijo Elisa sonriéndome- Emily está arriba, lleva todo el dia encerraba...

- ¿Está mala?

- No sé... No quiere hablar conmigo. Sube si quieres.

- Gracias- dije pasando.

- Dame un beso que me voy ya a trabajar- dijo acercándose- suerte- dijo sonriendome y se fue.

Suspiré y subí. La puerta estaba cerrada con el cartel de "no molestar"

- ¿Emily? ¿Puedo pasar?

No hubo respuesta, asi que lo volví a intentar, pero nada. Abrí lentamente la puerta y la vi tumbada en la cama, dada la vuelta, impidiéndome ver su rostro. Me acerqué y me senté a su lado, mientras acariciaba su espalda:

- ¿Qué ocurre mi amor?

- No me toques- dijo sin moverse.

- ¿Emily qué pasa?- dije apartando la mano. Ella seguía sin responder, hasta que oí un pequeño sollozo por su parte. Me levanté y rodeé la cama hasta ver su cara. Tenía las mejillas empapadas, los ojos y los labios hinchados ligeramente rojos:

- Ey mi amor- dije dirigiendo mi mano hasta su mejilla, pero ella se apartó, y se levantó quedando en la otra punta de la cama, a espaldas mio:

- No vuelvas a llamarme amor en tu vida.

- ¿Nena qué pasa?- dije acercándome y quedando frente a ella.

- ¿Qué tal ayer?- dijo con la mirada oscura, muy oscura- la pasaste bien ¿no?

- Emily no se a que te refieres...

- Claro- dijo sonriendo ironicamente- ahora vas a decirme que no te lo pasaste bien mientras intercambiabas babas con la rubia esa- dijo enfadada- ¿desde cuándo me engañas?

- ¿Nos viste?

- ¡¡Eso es lo único que vas a decirme!!- gritó- ¡¡Te lias con otra, juegas conmigo, ¡¿y lo unico que dices es eso!? ¡¡Eres repugnante!!- dijo gritando mientras lloraba- ¿Por qué yo eh? Hay cientos de chicas y tenías que joderme a mi... No sabes como te odio- dijo negando con la cabeza.

- Emily dejame explicarte... En ningun momento te he engañado.

- No quiero oir tus putas mentiras Harry, me he cansado de todo esto, me he cansado de ti- dijo con la voz apagada.

- Emily no...- dije acercándome- yo te amo, dejame explicarte por favor- rogué.

- ¿Qué vas a decirme, que fue un error? Harry deja ya de jugar, estoy cansada de toda esta mierda- dijo dándose la vuelta para salir.

- ¡¡Ella es Kate!!- grité, a lo que ella se detuvo.

- ¿Quien?

- Mi ex... Hace un año me dejó tirado y se fue, sin un adios, sin nada... Ayer me reencontré con ella y quiso aclararme porque se fue.

- Claro y después un beso para recordar viejos tiempos, ¿no?- dijo irónica.

- Ella me besó Emily.

- ¡¡Vamos Harry!! Vi perfectamente como la cogias de la cintura- dijo alterada- lárgate- dijo abriendome la puerta.

- Emily es la verdad...

- ¡¡¡Fuera!!!- gritó.

La miré, y en su mirada solo pude ver odio, resentimiento... No habia ningún rastro de amor ni cariño.

Decidí no molestarla más, y me di la vuelta y salí:

- Te amo Emily- dije antes de irme, viendo como soltaba un sollozo mientras me daba la espalda. La miré por última vez y salí de su casa, sin un rumbo fijo.