Capitulo 1: Hace diez años...

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Dicen que la guerra nació para separar a las personas inocentes de los enemigos que nos acechan...

Pero en realidad no saben que la Gran Guerra de Noland fue un periodo conflictivo en donde las figuras poderosas han peleado en respuesta al desacuerdo de la unificación del ejército de Amalric Darkeria con el Sistema de Poder Elemental (SPE como dicen sus siglas) en un intento de conseguir la paz entre los civiles y las autoridades. Lo que nadie sabía es que aunque Amalric pareciera una gran figura que podía apoyar la unión pacífica de los elementos, en realidad hizo todo lo contrario. En lugar de dar una solución inmediata a la crisis por la que atravesaban los miembros del SPE, silenciosamente se apoderó del sistema mediante sabotajes para evitar serios conflictos con los ciudadanos de Noland (es decir, todos nosotros ...)

Gracias a esto todo el pueblo quedó inmerso en hambruna y pobreza por la falta de acceso a bienes, con la inclusión de que su ejército, conocido también como los Metallum o el Ejército de Metal viniera un día a la semana para vigilar todo lo que hacemos diario en nuestras vidas; desde la pesca como mi amigo Philip, hasta hacer los quehaceres por ejemplo, Ilesha y Celia quienes siempre ayudaron a sus madres a hacer tareas domésticas como limpiar la casa e incluso cocinar con los ingredientes que ellas podrían encontrar porque debido a la escasez alimentaria causada por la guerra casi nunca se encuentra algo básico de que comer como pollo, semillas, frutas, y hasta los vegetales.

¿Pero yo? He vivido con mi papá Aaron Flincher inmerso en la caza de animales y también me ha enseñado a pelear como hombre ante cualquier peligro que se avecina. Por algo ellos me nombraron Damian, que significa en griego "Domador" y es un nombre que seguramente algunos definirán cómo "fuerza" al escucharla. Todo empezó después de que mamá murió cuando tenía solo 10 años y la única cosa que él le prometió es que cuando yo cumpliera 18 empezaría mi proceso para volverme una persona madura y disciplinada igual que su "gran hombre" como ella solía decir.

Papá dice que un hombre que no porta un arma en su defensa no es alguien digno para hacer su trabajo, así que cuando cumplí 24 años ya estaba mentalmente preparado ante la ocupación que tenía, y era pasar tiempo en el bosque cazando algunos animales que quedan vivos para así vender las pieles al pueblo cuando caiga el invierno o simplemente lo usamos como decoración de la pequeña villa en donde dormimos al cubrir los huecos carcomidos por los cambios bruscos de clima. En general, así es la vida de la gente nolandesa (un término recién adoptado por el Ejército de Metal después de la Gran Guerra), en donde no solo es sedentaria, sino también dominada por vivir con el lema de "Hay que trabajar sin descanso para poder comer." o "Sobrevivir lo más que puedan." y después de varios intentos de rebelarnos en contra de los soldados, no hubo cambios.

Para entonces yo estaba en el patio interior de mi casa recogiendo algunas ramas secas del jardín en un saco negro de tela vieja cuando Papá entró detrás de mi sosteniendo una botella de cerveza que quedaba en una cubeta llena de hielos en la cocina, y dando sorbos miraba todo lo que hacia. "¿Mucho trabajo no?" preguntó con una leve sonrisa en su rostro y apoyando su brazo izquierdo en la puerta de la cerca del patio trasero que se encontraba a su derecha. Entre los gruñidos que hice tiré el pesado saco hacia otra esquina del jardín con ambas manos y me puse a jadear un poco fuerte enfrente de él.

"Bastante para un día caluroso como hoy."

Los dos nos reímos y él se acercó para darme una palmada en la espalda. Mientras yo me secaba el sudor de mi frente sacó otra botella del bolsillo de su pantalón negro algo desgastado y me lo ofreció para que beba algo, pero simplemente quería tomar un descanso en la sala de estar porque nuestro hogar no tiene habitaciones, tan solo dos camas hechas de telas viejas y una linterna colocada en el piso para iluminar al caer la noche. Y sí, tenemos que dormir en el suelo porque la sala es tan pequeña que él único espacio en donde se puede recostar es justo en el medio, así de simple. "Ten hijo bebe esto." él me dijo. "El calor es sofocante en este lugar y necesito que te refresques." Pero yo me sentía demasiado exhausto que le respondí algo mal humorado. "Papá guarda eso, yo solo necesito reposar un rato." Y di un largo bostezo. Tras la respuesta, mi padre guardó de nuevo la botella en donde estaba y camino hacia donde yo estaba  intentando llamar mi atención porque quería decirme algo. Cuando lo sentí detrás de mí bajé rápidamente la vista al suelo y me quedé pasmado.  

Elementaria 1: La Última LlamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora