"Ten cuidado, el chico se siente muy mal." dijo uno de los soldados que me llevaban por el hombro. Jadeando por mi peso, uno de sus cómplices le respondió: "Tranquilo estoy haciendo todo lo que puedo."
En lo profundo de mi alma sentí que me estaba muriendo lentamente...
La pesadez de mis ojos cansados y mi cuerpo perdiendo poco a poco el equilibrio no me permitía poder continuar el rumbo a donde voy a vivir en los próximos años, pero sé que este efecto no va a durar de forma permanente porque después de todo ya soy parte del reino de fuego, considerado para algunos como el segundo elemento más fuerte de todo el lugar.
Una de las grandes fortalezas de los ciudadanos de Ignis es que ellos son hábiles para cualquier tipo de percance, entre ellas el uso de la tecnología avanzada dentro de las facultades más importantes como el combate, la fabricación de armamento, y la medicina. Los ciudadanos son más inteligentes de lo yo pensé, pero por otra parte ellos pueden volverse impulsivos y hasta agresivos si los provocas demasiado, un ejemplo claro: Dillon Pyrrhus y su dúo de chicos populares y torpes (Wok y Chema).
Exhausto, caí desmayado al suelo lleno de tierra sin poder continuar con las ganas de moverme lo que eso hizo a los acompañantes de Leon acercarme conmigo para ayudarme por segunda vez.
"Pa..." empece a susurrar. "Papá....."
Mis ojos se cerraron lentamente mientras la vista se fundía lentamente mientras el sonido del bosque disminuía.
"Necesito algo de ayuda por favor." el eco de uno de los soldados dijo para acompañar el silencio.
"Si tú lo dices..."Tras eso percibí que los dos me levantaron por los brazos y los pies para entrar rápidamente e inmediatamente mi mente quedó en blanco por un momento. No recuerdo si perdí la inconsciencia por más de una hora o menos, pero sentí que estaba profundamente dormido por solo dos horas como si estuviera realmente descansando tranquilamente.
Como si fuera el único momento que hay paz...
*****
De repente una memoria del pasado apareció de la nada en mi cabeza.Abrí los ojos y miré por los lados intentando saber en dónde estoy; estaba soleado y me rodeaban los árboles que se movían con el viento fresco de la mañana. Después me di cuenta de que estaba acostado sobre una gran cama de pasto verde con los pájaros cantando una sinfonía armoniosa a mi alrededor.
Hasta que escuché el grito de un niño pequeño:
"¡MIRA PAPÁ!" exclamaba.
Me levanté lentamente de donde estaba y me puse de pie para ver la escena; a lo lejos distinguí a un niño pequeño corriendo por todo el bosque, sosteniendo un papalote de papel con su mano mientras corría en círculos emocionado.
"No te alejes tanto de nosotros Damian que aquí es peligroso." una voz femenina le respondió.
Miré a la izquierda y no podía creer lo que estaba viendo. Una mujer de pelo negro y lacio que sonreía jovialmente al ver al chico interactuar con su juguete sin descansar. Cuando llego con la mujer, el chico subió la cabeza y dijo:
"Mami, tengo mucha hambre..."
La mujer se arrodilló y alzo ambos brazos para abrazarlo.
"Lo sé cariño. Tu padre ya debería de estar aquí en unos minutos."
"¿A dónde se fue?"
"A lo profundo del bosque a buscar comida."Sin decir más nada se puso de pie y agarró de la mano al pequeño.
"Vamos. De seguro él nos está esperando en la casa."
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Elementaria 1: La Última Llama
FantasíaEn esta primera parte todo comienza en el pueblo de Noland, un lugar situado entre un largo bosque cerca del Río Norte cuatro amigos muy cercanos viven su vida normal inmerso en la pobreza y el hambre causada por la Gran Guerra que ocurrió hace vein...