Elementaria 1: La Última Llama

Capítulo 4: Revolución

Ya habíamos entrado por el camino que desde un principio Papá y yo íbamos a tomar antes de encontrarnos por sorpresa a Ivo y algunos miembros de su tropa con un deseo sangriento de asesinarnos a los dos. Por suerte Dylan vino al rescate para enfrentarse con ellos usando sus 'habilidades acuáticas' enfrente de mí, y al poco tiempo que derrotó a todos los soldados apareció Papá desesperado por buscarme entrando en discusión con él hasta que se calmó cuando le hablé sobre la chica de la mascarilla verde, en donde pronto me di cuenta que en realidad ella se llamaba Ela.

Es bastante extraño porque he visto que la muchacha tenía aún el aspecto de una adolescente (calculé que se veía como si tuviera 14 o 15 años) y no una persona mayor de 18 como yo que recién cumplí los 24 hace cinco meses, hasta que me puse a teorizar que ella podría ser en realidad mi hermana perdida debido al hecho de que casi compartimos las mismas características desde el tono de piel hasta el color de ojos cuando nos vimos por última vez antes de su inesperada partida.

Pero mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuché a Dylan comenzar a hablarle a Papá sobre nuestra visita nocturna.

"¿Y qué se supone que debemos hacer allá?" preguntó él mientras se esforzaba en caminar en el suelo lleno de tierra con sus tenis grises y viejos.
"No lo sé. Esmeralda simplemente nos invito esta tarde a cenar en su casa, eso es todo lo que puedo decir." Papá respondió en un tono malhumorado.

Dylan no le dijo nada y seguimos caminando hasta salir de la avenida para pasar al lado derecho, que es en donde se encuentra la casa de Ilesha. Yo mantuve la vista al frente, ignorando a Papá y Dylan jadeando por la fuerza que ellos obtenían cada vez que avanzaban más rápido.

Elementaria...

Ese nombre parecía ser sacado de una novela de fantasía. Todos dicen que es en realidad una especie de reino en donde cada tierra representa un elemento, y honestamente yo no creo en eso porque es una filosofía derivada del taoísmo, ya saben, eso del feng shui y todas esas payasadas que uno cree con el tiempo en definición del balance de la naturaleza con la predicación de los filósofos. ¿Pero saben qué? Me da igual. Aunque Papá diga que no vaya allá por miedo a que me muera o Dylan protegiéndome de un soldado Metallum maníaco con sus 'brujerías' personales iré a ese lugar al que el ex-enemigo de mi padre habla.

Tal vez suene que soy una persona testaruda pero realmente quiero demostrarles que no le tengo miedo a nada. Al llegar nos detuvimos enfrente de una cabaña vieja y redonda hecha de ladrillos rojos con aspecto no muy antiguo y noté que el vapor desprendía en una de las ventanas un olor delicioso a pescado frito.

"Lo que huelo aquí lo comeremos bien esta noche." Dylan dijo encantado y se puso adelante para poder llegar primero a la puerta de la casa.

Papá y yo lo seguimos caminando hacia la entrada.

"No te emociones tanto mi amigo." dijo él un poco exhausto por la caminata y continuó después para detenerse a agarrar algo de aire. "Es posible que no esté lista aún...."

La cara de Papá enrojeció por todo el esfuerzo que agarró para llegar a la casa de Ilesha y tiró sus cosas al pasto seco del lugar, quitó su capa negra y se tiró de rodillas al suelo para refrescarse un poco limpiándose el sudor que le salía por el cuello con la camisa que traía puesta mientras jadeaba pesadamente.

"Damian ayúdame a llevar mis cosas adentro por favor." luego me ordenó señalando con el pulgar el equipo de caza que estaba junto a él. Lo obedecí y tuve que proceder con agarrar sus cosas para llevarlos a la entrada con Dylan, en donde lo vi enfrente de la entrada tocando la puerta.

Toc Toc Toc...

Nadie respondió. En duda Dylan y yo nos quedamos parados esperando a que alguien nos abriera la puerta, pero después de dos minutos de espera lo escuché murmurar en voz baja: "Sé qué deben estar ahí." Y aproximó el puño por segunda vez hacia la puerta para tocarla de nuevo, esta vez más fuerte.