Lucía le hizo caso a Nerea. Ella le organizó una salida con Ali, una amiga lesbiana de su club de lectura.
Fueron a una cafetería a tomar algo y estuvieron hablando, muy animadas, de mil temas distintos. Con ella no se aburría y se sorprendió porque fue la cita en la que más sintonía había.
Más tarde, mientras caminaban, la sorpresa aumentó: Ali le dio un beso.
—¿Y? —le preguntamos, queriendo saber más—. ¿Te gustó?
—Solo veo personas y no sé si soy hetero o lesbiana ni me importa —nos contestó, con la mirada perdida—. Sé que me gusta Ali y me cae bien, deseo seguir conociéndola.
Nerea estaba muy contenta, no solo porque había acertado, sino porque de esta manera ninguna de sus dos amigas se encontraría sola.
No sabía hacia dónde la conduciría este camino, pero iba a recorrerlo para conocerse a sí misma: Lucía estaba convencida del paso que daba.
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La agenda de Pam: cómo ser adolescente y no morir en el intento.
Teen FictionPamela, de 15 años, desde primero de instituto suspira por su crush. Siempre en la distancia: lo tiene en la otra punta del salón de clase. Sus ojos verdes y el pelo rubio la vuelven loca, tanto que entra cada dos segundos en Instagram y Twiter, par...