La lluvia libre tras el tintineo de sus gotas mucha añoranza, muchos suspiros contenidos. Las nubes descargan un principio de vida, que no hace si no, elevar las memorias; memorias de mi pluma, memorias del reflejo de esos ojos marrón que el tiempo no ha podido apagar. Los chorros acumulados se convierten en tinta cuando eres escritor, cuando un día descubriste que podías inmortalizar cualquier momento, cualquier lugar, cualquier nombre; Camila. Alguna vez la lluvia nos alcanzo a medio beso, a media despedida, a medio latido... empapándonos hasta el ultimo recoveco existente, mojándonos esos momentos inmortales, estilandonos esas palabras eternas que susurramos en ocasiones muy cerca del oído, otras muy cerca del corazón, y otras cuantas muy cerca de los labios.Saltamos los charcos, aunque algunos los cruzábamos fundidos en un apretón de mano y con los pies hasta el fondo del diluvio, rememorando una infancia que nos vivimos juntos, pero que fue con certeza la culpable de que estuviésemos juntos por aquellos junios, por aquellas lluvias de abundancia en nuestras venas.Reíamos por los peinados arruinados, enamorados de cada defecto que se asomaban después de un montón de gotas que nos habían golpeado sin tregua, porque en nuestra mirada encontramos perfección, en lo mas imperfecto, en lo menos posible, en lo menos creíble.Al igual que las nubes, descargábamos vida, vida a nuestras almas enteras mientras la palabra "juntos" había sido total.La lluvia, pues, es un recuerdo, o muchos; como un relámpago que nos ilumina siempre, como un rayo que grita con fuerza que hubo una historia que jamas va a ser olvidada mientras yo siga escribiéndola, mientras tu sigas recordándola con una sonrisa.
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Cien días después de ti
Fiksi RemajaCien días después de ti, cien días que nacieron mucho antes de que tomara la tinta. En el momento justo en que Camila puso sus labios en los míos. A ojos cerrados, a corazón abierto. Con la ignorancia absoluta de que iba a extirparme el corazón.