Desde el balcón del príncipe el paisaje era todo paz y tranquilidad, pero en el corazón de Anakin, ninguno de esos sentimientos aparecía; sólo había incertidumbre, inseguridad... sombras. Hacía ya una semana de lo sucedido con la princesa Padme y su maestro Obi Wan, pero todo era latente en su memoria, no había manera de que ese recuerdo desapareciera. Y no iba a ser fácil que eso desapareciera.
Los sonidos de la puerta le despertaron de sus pensamientos. Se frotó la cara, buscando una máscara con la que ocultar su preocupación. Por suerte la encontró a tiempo.
- Adelante. - Accedió a que se accediera a su cambra, con voz reconfortada.
Con serenidad, el Doctor Esperanza entró, haciendo una leve reverencia ante su alteza.
- Majestad, - Empezó - Vengo a ver cómo os encontráis.
- Estoy bien, podéis retiraros. - El tono fue más ofensivo de lo que Anakin hubiera querido.
- Insisto.
El Doctor Esperanza podía ser testarudo, pero no dejaba de ser un buen médico. Anakin prefirió no buscarse más problemas de los que ya tenía. Fertilidad femenina, problemas con su maestro, con Padme. Sólo le faltaba que Jar Jar Binks volviera de visita a palacio, como la última vez, que nadie supo cómo se peleó contra una gallina mientras algunas naves ardían a su alrededor.
La gallina le ganó.
Muchos nobles enriquecieron con las apuestas que se hicieron ese día.
El Doctor Esperanza hizo que Anakin se tumbara en su cama, con la camisa quitada para que su piel estuviera al alcance del devoraniano. Procedió a escuchar los latidos de su corazón, el estado de sus órganos, su respirar... todo normal. Entonces el Doctor suspiró, dejando su estetoscopio alrededor de su cuello de nuevo. Lo comprendió.
- Como pensaba... vuestro mal estado no es físico, sino mental. - ¿Vais a contarme lo que os ocurre, alteza?
Y era verdad. Anakin no estaba como siempre. Era normal tras todo lo ocurrido. Pero no tenía la suficiente confianza con el Doctor Esperanza como para contarle nada de sus problemas personales. De hecho, al único al que le explicaba todos esos problemas... era a su maestro. Y en estos momentos éste no atendía a razones. Los entrenamientos estaban siendo tan fríos y tensos... no había manera de poder entablar una conversación. Simplemente no tenía el coraje suficiente como para poder arreglar el mal entendido que había ocurrido ese día.
- No, Doctor... no me ocurre nada. Sólo son nervios por la boda que se acerca. Es todo.
Esa respuesta pareció convencer al devoraniano. Sí, quizá hubiera sido demasiado de golpe para el muchacho. Se limitó a incorporarse y dejar estar al príncipe.
* * *
Otro entrenamiento más. Más frialdad. Más tensión. No había manera.
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Star Wars: Un Amor Prohibido [Anakin x Obi Wan]
RomanceEn una galaxia muy lejana, muy lejana... Anakin y Padme tenian matrimonio concertado no deseado. Anakin no la amaba ni le tenía cariño, pero al ser herederos de sus correspondientes ciudades, sus padres así lo decidieron, para crear una fuerte alian...