Capítulo 2: Malditas sábanas...

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La luz del amanecer cegó a Anakin sus primeros instantes de su despertar. Tuvo que ponerse la mano encima de sus ojos para detener la brillante luz del sol. Parecía ser que el día sería caluroso. Anakin se levantó, restregándose los ojos, intentando ver la realidad. Se preparó sus vestimentas para, seguidamente, bajar a desayunar. Solamente se había puesto los pantalones, cuando de repente, una voz gritó desde el otro lado de la puerta, sobresaltando así a Anakin.

- ¿Anakin? ¿Estás ya despierto? - preguntó la conocida voz. Era su maestro, Obi Wan.

Anakin, con el sobresalto, pisó sin querer una parte de la caída sábana de su cama, y al pisar la suave tela, este resbaló, cayendo sonoramente al suelo. Anakin se lamentó por el golpe que recibió.
Se oyó una espada láser desenfundando detrás de la puerta, una luz rodeó la puerta, y esta cayó por una fuerte patada de Obi Wan. Obi Wan vió a Anakin tirado en el suelo, semidesnudo, con una tela blanca cubriéndola una parte de su pierna, dejándo tras de sí, un halo de sensualidad. Obi Wan se quedó paralizado unos instantes mientras Anakin le miraba, algo avergonzado.

- S-siento haberos preocupado maestro. Solo ha sido mi torpeza la que ha provocado mi estrepitosa caída. - dijo Anakin, sonrojado por la vergüenza que sentía por ese estúpido accidente.

Obi Wan aún no se movía, conmovido por la escena. Seguidamente abrió los ojos de par en par, y finalmente despertó y regresó al mundo real. Corrió hacia Anakin, para poder ayudarle a levantarse. Le tendió la mano.

- Vamos, alumno, levantate y termina de vestirte.

Anakin cogió la mano que le ofreció su maestro, con la mala suerte, o más bien una cadena de torpeza, al intentar alzar a su alumno, Obi Wan estaba pisando la misma sábana que había pisado Anakin, y al hacer fuerza hacia atrás, este perdió el equilibrio y cayó hacia atrás, atrayendo así, a Anakin, cayendo encima de Obi Wan. Ambos se quedaron en silencio, mirandóse fijamente. Ambos ojos tenían el mismo color. Dos óceanos puros y al mismo tiempo salvajes se miraban con unos sentimientos incontrolables. Con unos deseos prohibidos. Sus ojos azules se quedaron mirandóse unos segundos. Obi Wan acercó su mano al rostro de Anakin.

- ¿Anakiiiiin? ¿Estás ya despiertooooo? - gritó la madre de Anakin por el pasillo, mientras se acercaba a la habitación de su hijo.

Alumno y maestro se pusieron nerviosos y se levantaron estrepitosamente, intentando aparentar normalidad. Shmi llegó finalmente, y vió la puerta del cuarto en el suelo, y rastros de quemaduras provocadas por una espada láser. Finalmente, vió a su hijo y a Obi Wan de pie en medio del cuarto.

- Pero... ¿qué ha pasado aquí? - preguntó Shmi, desconcertada.

- Esto... tiene una explicación razonable. - dijo Anakin, con tono de broma, mientras cogía su camiseta y se la ponía velozmente.

- ¿Cuál es, jovencito? - dijo Shmi, algo enfadada.

- Pues... resulta qué... - se hizo silencio. Adiós mamá.

Seguidamente, Anakin corrió hacia la puerta, y esquivó a su madre rápidamente, en dirección al piso de abajo.

Shmi, aún más incrédula, miró a Obi Wan, buscando una explicación.

- Esto... siento lo de su puerta, majestad. - dijo Obi Wan, respetuosamente.

Star Wars: Un Amor Prohibido [Anakin x Obi Wan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora