Ráfagas de Un Invierno Negro

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Laila-

Las risas sonaban a todo alrededor del grupo de amigos en esa reunión tranquila en la casa de Martínez, las anécdotas y buenos momentos no cesaban creando una atmósfera de risas y nostalgia.

Estaba anocheciendo, y el grupo de amigos se encontraban sentados en unos sillones de tela de gamuza color arcilla, que rodeaban una mesita de centro de vidrio, sobre de ella se encontraba el alcohol que habían estado tomando en esa tarde.

Todos reían y alardeaban ante uno de los graciosos comentarios de Laila mientras otra amiga contaba su historia en una fiesta de la escuela Norte.

─ Y yo me libre de él en eso meses, pero para aclarar, él lo provocó ─ Continuaba una historia Jaqueline, de la noche de hace a nada de dos meses ─desde antes de llegar a la fiesta tenia esta sensación rara de él, no lo sé, pero llegando ya a la fiesta lo sentí muy distanciado y luego accidentalmente derrame un poco de bebida en sus zapatos y explotó conmigo; me empezó a gritar que era una inmadura que nada me lo podía tomar en serio que yo siempre arruinaba todo y ¿Qué creen que hice?

"Qué" preguntaron los otros

─Me giré dándole la espalda y fui directo al primer chico que vi, que estaba... si como tres pasos, y lo gire a mí y lo besé.

Todos empezaron a alardear de emoción todavía más y las risas también se hacían presentes en el lugar pero todos se vieron callados ante la interrupción de una llamada que provenía del teléfono de Laila.

Era un número desconocido pero no la desconcertó, todavía seguía con su buena actitud y no faltaba una sonrisa en su rostro que pronto se vería totalmente desvanecida mientras hablaba con aquél número. Se levantó del sillón sin previo aviso, agarro sus cosas y se fue dejando a sus amigos totalmente desconcertados.

Algo cambio después de esa llamada y todos los de esa pequeña reunión se dieron cuenta pues lo que vino después cambiaria totalmente la forma de ser de la querida Laila.

57 días antes

Allan-

Eran las 8:33 cuando Allan Hoffman, nuestro chico de cabellera castaña oscura estaba a punto de pasar a la casa con más ruido del vecindario, pues era nada más y nada menos una fiesta de Halloween con adolescentes sedientos de diversión. Iba acompañado de su novia Abby que llevaban 2 meses juntos.

Ambos agarrados de la mano como perfecta pareja popular de la escuela, entraron y el que más se hizo notar entre tanto ruido fue Hoffman y como no lo seria, si lo que hizo ese día era la conversación de todos los que asistían a la escuela norte, misma en la que el asistía.

La forma en la que Allan obtenía atención nunca fallaba y en esta ocasión se trataba de una broma bien planificada para el último día de Octubre donde el destinatario seria el Director de la escuela con la excusa de hacer la broma una "leyenda" ¿Realmente se convertiría en una?

Quien no se sentiría cómodo en esa fiesta si era especialidad de los estudiantes de la escuela norte cuando no estaban en clases, sus fiestas pronto se estaban convirtiendo populares por la gran variedad de personas, la selección de música en tendencia y las cantidades de alcohol que se tenían.

Abby rápidamente ubico a sus amigas que resultaban ser inseparable y se alejó de Allan para saludarlas

─La celebridad del día llego al fin ─lo saludo su amigo Chad por atrás dándole unas palmadas en el hombro mientras se tomaba un trago de cerveza.

No tardo en ofrecerle algo que beber y encaminaron a la cocina donde se encontraba toda la bebida y una que otra botana, empezaron con una cerveza saliéndose al patio, también para fumarse un cigarro.