NARRA DYLAN
Me volví a meter en el bosque para investigar sobre el asunto de Car. No quería ser su perrito faldero, pero la cosa pintaba cada vez más grabe. Si ahora también la seguían y le dejaban pistas significaba que algo estaba por venir. Ayer visité uno de los clanes, la familia Bourke. Hoy me tocaba ir a visitar a la familia Archer.
Entre en el porche de la casa y piqué a la puerta. Escuché unos pasos ligeros que se acercaban a ella y luego vi algo parecido a un ojo mirando por la mirilla.
-Hola...-Le dije al ojo que me observaba. La puerta se abrió con sumo cautelo y pude apreciar a un hombre mayor, de unos sesenta años. Pelo largo, por los hombros y gris, con un poco de calva. Su cara estaba desgastada, con alguna verruga y arrugas. No era alto, y estaba un poco gordo. Sus ojos marrón oscuro y vagos coincidieron con los míos.
-¿Y tú quién eres?-Se lo veía cansado y adormilado.
-Soy Dylan.-Me observo de arriba abajo. Y luego volvió a concentrar su mirada en mi cara.
-¿Y se supone que debo conocerte?-Quería reírme por ese comentario que me había soltado, pero por primera vez me contuve.
-No, bueno...no sé...hay un clan que sí que me conoce así que...-Cuando dije eso me refería al clan de ayer.
-Chico, dime que quieres y ya está.-Parecía que se estaba despertando y comenzaba a ser un poco más amable, pero vamos, casi ni se notaba.
-Bueno... ¿Sabes si hay algún clan que este fichando más gente? ¿O quizás el tuyo?-El señor me miro sorprendido, y luego se froto la frente.
-No me digas que tú...-Negué con la cabeza.-Entonces...-Me observo otro momento más, y me cerró la puerta en toda la cara.- ¡No queremos gente como tú aquí!-Me grito a través de la puerta.
-No quiero hacerle nada.-Le solté tranquilo pero un poco molesto.-Solo quiero proteger a una chica.
-Bueno, pues yo no sé nada. Te lo prometo. Pero ahora lárgate de aquí, no quiero problemas.-Las palabras del señor sonaban sinceras, y al parecer me tenía miedo.
Me fui silbando y despreocupado. Al menos me había sacado ya dos clanes de encima. Solo me quedaban tres.
NARRA CAROLINE
Estaba en clase de lengua, jugando con el lápiz por culpa del aburrimiento.
-Señorita Wood.-Me llamó la profesora.-Sabes hacer el ejercicio.-Sinceramente no sabía que habían puesto un ejercicio. Me fije en la pizarra y así era, pero no sabía hacerlo al no haber escuchado en clase.
-Pues...-Hice una mueca de pensar-Sí...-El timbre sonó justo en el mejor momento. Soplé aliviada y le sonreí a la profesora.
-Salvada por el maldito timbre.-Me dijo ella refunfuñona. Recogí mis cosas y me fui.
-¡Rubia!-La voz de Jess me llamó la atención. Me gire y me espere a que llegara a mí para seguir andando junto a ella.-Vamos a buscar a Peter.-Asentí con la cabeza y la seguí.
Lo encontramos en una mesa del comedor, teníamos media hora libre para regresar a las clases. Saqué mis galletas de la mochila y las coloqué en el centro de la mesa para compartirlas con Jess y con Peter.
-Peter... Si te hago una pregunta... ¿No te enfadaras?-Estaba decidida a que necesitaba hacer esa pregunta, pero tampoco quería que Petey se enfadara conmigo.
-Haber dime.-Me contesto con una sonrisa y a la espera de la pregunta.
-¿Tu hermano acaso es bipolar o algo?-Soltó una sonrisa y miró las galletas con esa sonrisa tan semblante a la de su hermano.
-No, pero lo parece.-Me volvió a mirar y siguió hablando.-Mi hermano es un tonto gilipollas.-En ningún momento desapareció su sonrisa.- ¿Por qué preguntas?
-Nada, hoy estaba raro.-Cogí una galleta y dejé de pensar en ello. Peter se contentó con mi respuesta y yo creo que con la suya también.
-¿Tienes un hermano?- Preguntó la cotilla de Jess.
-Sí. Es el típico guaperas misterioso que acaba siendo un capullo, frío y sin sentimientos.- Otro día le habría dicho a Peter que eso no era real, que su hermano no era tan mala persona. Pero el comportamiento que ha tenido conmigo Dylan hace que este más o menos de acuerdo con lo que ha dicho Peter.
-Vaya... ¿O sea que sois dos hermanos Whitemore?-Quiso preguntar Jess.
-En realidad tres.-Casi me atraganto con una galleta al oír eso, nunca pensé que podrían ser tres hermanos.-Teníamos un hermano que era el mediano de nosotros tres... pero murió por causas más o menos naturales.-A Jess y a mí nos extrañó que dijera "más o menos naturales" pero el rostro de Peter cambió al hablar de su hermano así que no queríamos hurgar en la herida de cómo murió su hermano.
- Y... ¿Podemos preguntar su nombre?-Jess era una gran cotilla, y nunca podía cerrar el pico. Peter se quedó encerrado en sus pensamientos, no sabía si había dejado de escucharnos, pero su rostro era de tristeza y anhelo.
- Se llamaba Christian...-Sus palabras sonaron tristes, pero aun así lo intentó disimular con una sonrisa.-Era... él... él era alucinante. Era divertido y juguetón, todas las chicas estaban enamoradas de él... Era apuesto...-Lo último lo dijo con una risa, parecía que en su cabeza estuvieran pasando mil recuerdos.-El mantenía el equilibrio entre hermanos.-Jesica y yo nos observamos, y después miramos a Peter.
-Vaya, sin duda parecía un buen chico.-Dijo Jess.
-Lo era.
-Me habría gustado conocerlo.-Dije yo.
-Pero bueno, eso son cosas del pasado.-Peter desvío el tema lo más rápido posible.- ¿Y que es de vuestra vida?
-Pues... Yo soy hija de padres que no están divorciados. No tengo hermanos, pero Caroline es como mi hermana.-Le sonreí.- Mi madre está un poco loca siempre nos cuenta cosas de brujas, hombres lobo, y vampiros. Parece que ella se cree esas historias. Mm... Y ya está.
-Pues que gran vida.-Concluyó Peter.- ¿Y tú, Car?
-Mmm... Mi padre murió cuando yo tenía siete años. Vivo con mi madre... y... y ya está, no tengo una gran vida.
-O vaya, siento lo de tu padre.
-El pasado, pasado es. De todas maneras se pasaba el día fuera.
-Jess, ves, todos tenemos vidas de mierda.-Los tresreímos, creo que era más bien para no llorar, pero igualmente sentaba biensentir que no eras la única con problemas.
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With love, your vampire
Science FictionCaroline Wood, una adolescente normal de 16 años que tiene un gran secreto que ni ella misma sabe. Pero no es la única con secretos que hasta ahora habían sido inexistentes, porque al parecer todo su mundo tiene secretos, sus amigos, su familia, tod...