Capítulo 5

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El tono de llamada de mi móvil suena por quinta vez mientras estamos de camino al instituto en el coche de Jaden. Miro quién es y suspiro de lo pesada que puede llegar a ser la gente.

-Otra vez -le digo al conductor.

-¿Otra vez? Pero si ya estamos llegando. Esta chica me va a matar de lo pesada que es.

-Sabes que ella no es adivina como para saber que estamos llegando -le pellizco en el hombro.

-¡Ay! Vale, vale. Estoy conduciendo, lo peor que puedes hacer es pellizcarme el hombro.

-Corrijo. Es lo mejor que puedo hacer ahora. Además, ya veo el instituto desde aquí.

Pues sí, lo veo a unas calles de distancia, al final de la carretera. Cuanto más nos acercamos, más alumnos se agrupan en la entrada con ganas de salir corriendo del edificio para hacer novillos.

Jaden aparca el coche de manera suave para no golpear ningún otro y bajamos para notar la brisa fresca de la primavera. Justo al bajar, ya veo a nuestra amiga mirar el móvil nerviosamente, como si esperara algo de gran importancia.

-¿Vamos? -me ofrece su mano, la acepto.

Caminamos por la acera hasta llegar a ella con las manos juntas, sin importarnos lo que piensen de nosotros. La homofobia es algo que combato todos los días desde mi casa.

Cuando vuelve a mirar en busca nuestra, se da cuenta de nuestra presencia.

-¡Ya era hora! Me estaba poniendo de los nervios estando aquí sola -su cabello castaño despeinado no da buena imagen, pero sus orbes cristalinos le da esa inocencia que todos quieren ver en alguien-. ¿Por qué habéis tardado tanto? -baja la mirada un poco y al final se da cuenta-. No me jodas. ¡¿Volvéis a estar juntos?!

-Esto... -intento explicarme, pero me detiene.

-¡Pero si no te gusta esta faceta suya! Steve, me estás haciendo saber que no eres tal y como te conozco.

-Calma, Carolina. Volvemos a ser novios, sí. No es nada del otro mundo, tan solo queremos ver si nos gustamos de verdad tanto como para no importarnos un par de tonterías que cambian de nosotros.

-Deja la vena filósofa, sabes que la odio -suspira, cansada de esa faceta mía-. Como sea, hay que ir a clase antes de que suene el timbre. Me toca ahora con el profesor de mierda que no soporta ni un segundo de retraso.

-¿Y por qué nos esperas? -pregunta Jaden.

-¡Porque no contestáis mis llamadas! Es tan simple contestar y decir que estáis viniendo para no tener que esperar.

-La próxima vez contesto, lo prometo.

-Más te vale -me amenaza con la mirada-. Ahora me tengo que ir. ¡Nos vemos en el recreo!

Y la vemos meterse al instituto, con tanta prisa que parece que se le va a escapar la falda que lleva puesta. No importa, así muestra un poco esa piel oscura chocolate, que parece una monja con tanta ropa. ¿Acaso no muere de calor?

-Deberíamos entrar nosotros también, ¿no? -pregunta mi chico.

-Supongo, está a punto de sonar el timbre.

-Entonces me voy a gimnasia, que me toca a primera -se agacha un poquito y me da un beso en los labios, corto pero efectivo en mi corazón-. Nos vemos en el recreo, nene.

-Vale. Ten cuidado, no te vayas a caer y te pisen los huevos, dejándote estéril.

-¿Para qué quiero ser estéril si no te vas a quedar embarazado? -y me la devuelve.

Homofóbico Idiota (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora