La semana había pasado rápido, ya era sábado el día que la universidad había escogido para realizar la fiesta de la facultad de letras, literatura e idiomas hacia parte de ese grupo, en la semana habíamos ido a clases y la otra parte la pasabamos terminando de decorar nuestro nuevo hogar nunca era suficiente para Mady ella siempre quería agregarle algo nuevo al lugar, también estuve leyendo y en algún momento libre salía a tomar fotos era mi hobbie favorito y pues aprovechaba que esto apenas comenzaba. Ben había decidio que nos vendría a visitar a finalizar el mes cosa que emociono mucho a Mady a pesar de los problemas que han tenido. Por otra parte había estado hablando con Adam de temas de estudio más que todo, me había pedido las fotos que tome el día que lo encontré en el parque con su hermana y sobrino y me había hecho un cumplido por ellas, lo veía en los pasillos de la facultad y también veía como algunas chicas querían llamar su atención.
Me encontraba en mi computadora muy concentrada adelantando un trabajo de filosofía cuando alguien toca mi puerta ha de ser Mady quien más.
-Sigueee!- grite sin despegar mi vista de la pantalla.
-Buen día Lu! Pensé que aún dormirias- dijo Mady con el cabello desordenado dando muestra que acababa de levantarse- Tengo hambre.
Solté una risita al verla con su estilo de indigente- Ya es medio día Mady es obvio que debes tener hambre, te aviso intente preparar unas pastas pero estas no quedaron como esperaba- dijo poniendome de pie y cerrando mi computadora.
-No mi importa culquier cosa llenará mi estómago, eso si espero no me envenenes- dijo Mady mientras me empujaba hacía la cocina.
Para ser sincera yo era muy mala cuando de culinaria se trataba, Mady era mucho mejor que yo, pues en unas vacaciones había ido a un seminario y llego echa toda una "Chef" mientras yo solo se hacer panqueques y no es que queden muy bien, por esas razones le agradezco a la vida que Mady viva conmigo ella es mi complemento.
Comimos y Mady me felicitó pues dijo que habia mejorado mucho desde la última vez que hice pastas- ese día parecían un chicle y Mady se encargo de que todos nuestros amigos no quisieranque yo entrará a la cocina en nuestras reuniones- ya eran más de las 2 de la tarde así que decidimos salir a dar una vuelta mientra se hacia la hora de arreglarnos e ir a nuestra primera fiesta de universitarias.
Ya estábamos de nuevo en casa, eran la 5pm y decidimos empezar a arreglarnos nos habían dado ordenes de llegar temprano al evento y la hora era a las 7:30pm Mady y yo esperabanos que por primera vez en nuestra historia de amigas llegaramos temprano a un evento puesto que siempre llegabamos una hora después o más de la indicada. Estábamos arreglandonos en mi habitación ya que esta tenía un poco más de luz que las otras- bueno el departamento era un poco grande, tenia 3 habitaciones, un balcón que utilizabamos muy poco debido al frio que estaba haciendo últimamente, una cocina no tan grande y y una salar de estar perfecta para pasar todo el tiempo en ella- Estábamos hablando por vídeo llamada con Ben quien nos decía que no le recibiremos alcohol a nadie sin importar que todos fueramos primiparos podían haber malintencionados, decía que desearía vivir con nosotras y así protegerá de nosotras como nuestro padre, nosotras también hubiesemos deseado vivir con él pero quería estudiar medicina en Washington así como sus padres.
Nos terminamos de arreglar y ambas luciamos muy bien, Mady llevaba su vertido blanco con unos tacones negros y accesorios de ese mismo color, el cabello liso y endulado un poco en las puntas un maquillaje suave y una cartera de mano que le había regalado en nuestro primer viaje acá, yo llevaba mi vestido negro el cual me gusto mucho más cuando lo vi puesto, tacones ya accesorios rojos para que resaltaran en mi vestido negro, deje mi cabello suelto endulado como es naturalmente y me maquille un poco para no verme tan paliducha, nos tomamos unas cuantas fotos y las mandamos a un grupo que habíamos creado donde se encontraban nuestros padres, quienes nos dieron su pinto de vista sobre nuestro aspecto.
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Enseñandole a MI MAESTRO.
RomanceUna chica de 18 años empieza su vida como universitaria luego de haber pasado por una depresión debido a el engaño de su amor de colegio, pero al llegar a Los Ángeles se encuentra con un maestro que pone su mundo de cabeza y la hace creer de nuevo e...