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Capítulo 1

NOTA: Es una historia que me encanta pero la he adaptado para Simbar. Así que tal vez no haya mucha lógica... jajaja disfruten. La historia se remonta a la primer atemporada de Soy Luna.

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Ámbar sabía que algo estaba pasando por la forma en que Jazmín y Delfina se sentaron en la mesa dónde estaba la rubia. Las miradas traviesas e intrigantes que se lanzaban mutuamente alertaron a la chica de que los dos tenían un plan entre manos que la involucraba a ella y estaba segura de que, fuera lo que fuera, no le iba a gustar.

-Ámbar -empezó Jazmín con un tono suave que invitaba a ser escuchado-, hay algo que queremos hacer por ti.

-¿Las dos? -preguntó Ámbar con escepticismo.

-Ajá -contestó Delfina

Hace algunos días Ámbar y Matteo habían terminado su relación oficialmente y la rubia estaba bastante desanimada, algo que sus amigas pudieron notar con el pasar de los días.

-Pensamos que te haría bien que salieras más -dijo la pelirroja. La inclinación de la cabeza y la manera en que Ámbar levantó una ceja la hizo continuar-. En un nivel más… íntimo.

-No tengo ni idea de a qué te referís -dijo Ámbar sacudiendo la cabeza y volviendo a teclear en su ordenador.

-Como una cita -contestó Delfina
Ámbar agitó la cabeza.

-¿Perdón?

-¡Puede que encuentres a tu amor verdadero! -comentó Delfina encogiéndose de hombros-. Tal vez Matteo no era el chico para ti.
La rubia volvió la cabeza y se dirigió a la morena.

-¿Me han organizado una cita?

-¡No! -se apresuró a aclarar Jazmín-. No, sé que te gustaría ser vos quien iniciara una cosa así, pero hemos…
Se detuvo como si estuviera reevaluando su plan.

-¿Qué han hecho? -inquirió Ámbar con tono autoritario.

Jazmín hizo una mueca. Ahora no parecía tan buena idea. Ella y Delfina estuvieron pensando en como animar a su amiga por el termino de su relación. ¿Por qué se habían tomado tantas molestias? Bueno, Ámbar podía ser mandona pero al final eran sus amigas.

-¡Te hemos inscrito en una web de citas! -exclamó Delfina por fin.
La mirada de Ámbar se oscureció al tiempo que miraba a las que estaban cerca de convertirse en sus ex amigas.

-¿Que han hecho qué?

-No es necesariamente para ligar, Ámbar -aclaró Jazmín mientras arrastraba una silla enfrente del escritorio y se sentaba-. Puedes encontrar amigos por correspondencia, para chatear y, sí, puede ocurrir que encuentres a alguien con quien quieras tener una cita.

Ámbar puso los ojos en blanco y suspiró. Aparentemente esas dos se habían aliado en su contra.

-Te hemos creado un perfil -explicó Jazmín-. No te preocupes, no hemos usado ninguna imagen personal y tu nombre no aparece explícitamente.

-Se me ha ocurrido un nick muy chick -afirmó Delfina orgullosa de sí misma.

-El Servicio de Citas SingleRoller es una página muy seria. Lo he comprobado -continuó Jazmín. Sacó un bolígrafo y un trozo de papel de su bolso y apuntó unos datos-. Y tu perfil ya ha tenido cierto éxito.
Esto intrigó a la rubia. Aceptó el papel que le extendía la pelirroja con su nombre de usuario y contraseña.

-¿LittleGem? -preguntó. Levantó la vista con escepticismo.

-Lindo, ¿eh? -comentó Delfina, radiante.