Capítulo 6 -Parte 1-

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Narra Bilbo :v

Estaba en la habitación, metido entre las sabanas de mi cama y con ese maldito recuero rondando por mi cabeza. ¿por qué demonios había visto eso cuando Strange me besó? Ciertamente era algo que me tenía consternado, pero no era lo único ni lo peor que me preguntaba. Lo que me tenía así es que lo disfruté. Me encantó sentir sus labios con los míos, era como si no fuera la primera vez, lo cual es raro, se supone que apenas nos conocíamos y yo recordaría haber besado a un hombre en el pasado.

Al poco rato escuché que la puerta de la habitación se abrió, supuse que era Strange, pero no quise quitar mi sabana, no quería verlo a la cara, sentía demasiada vergüenza.

-Ey... -le escuché decir- Disculpa por eso... yo... no quise ofenderte...

No le respondí nada, sólo le di la espalda aún envuelto en la sabana.

-Mira...-siguió hablando- Mi intención no era ignorarte... la razón por la cual salía todos los días era para leer en la biblioteca y mejorar mis técnicas por si se presenta otro ataque, sólo era para protegerte...y Christine, ella llegó hoy, es una vieja amiga, la única que me queda diría yo... ella me ayudaba cuando era neurocirujano y me cuidó cuando sufrí el accidente. Perdón si te hice sentir mal, te soy completamente sincero cuando te digo que eso es lo que menos quiero...

Su voz realmente parecía honesta y preocupada, no podía verlo pero puedo jurar que tenía esa mirada de gatito desconsolado que siempre pone cuando lo desprecio. Lo peor es que aun sin verlo, me estaba ablandando.

-Te quiero Everett...-dijo clavando esas palabras en mi cabeza y haciendo que mi ritmo cardiaco se acelerara- buenas noches.

Escuché como se volvió a cerrar la puerta y la luz del pasillo ya no entraba a la habitación. Y con un chasquido de dedos, sentí como Capi se guindaba en un perchero frente a mi cama.

La noche pasaba, y me despertaba cada 5 minutos debido a mis sueños, soñaba que tenía sexo con el Strange joven, soñaba que me masturbaba no sólo con sus manos sino también con su boca y en uno que otro yo lo masturbaba a él. Desperté unas 20 veces hasta las 2 de la mañana, no puedo negarlo, los sueños me tenían excitado demasiado diría yo, se sentían demasiado reales.

Me salí de la sabana y me senté en la cama, miré a la cama de Strange y por la poca luz que entraba a la habitación podía ver que estaba completamente dormido con su cuerpo mirando hacia mí. Su cara era muy atractiva, no lo había notado hasta ahora pero luce hermoso durmiendo, tan tranquilo sin nadie que lo perturbe. Me sentía tan sucio con tal sólo pensar en masturbarme allí, pero mi necesidad era más grande que mi decencia.

Me metí de nuevo dentro de las sabanas para al menos disimular un poco si Strange despertaba, me bajé los pantalones y me puse una mano en la boca para que no se escucharan mucho mis gemidos. No puedo creer que en serio me estaba masturbando pensando en él, pero tampoco podía olvidar el primer día que estuve aquí y me hizo correr en tan poco tiempo, joder tiene manos mágicas... literalmente.

Pasaron los días y las noches, Strange y yo seguíamos sin dirigirnos la palabra y yo aprovechaba cuando salía de la habitación para lavar en el baño las sabanas que ensuciaba con mi semen por la noche. Era casi ya una rutina porque por mucho que no quisiera seguía teniendo esos sueños eróticos con Strange. Los disfrutaba, no lo negaré, sin embargo la duda de porqué soñaba eso seguía en mi cabeza.

-¿Lavas las sabanas? –me dijo Strange entrando al cuarto de sorpresa- ¿por qué?

-Están sucias de... sudor –respondí lo primero que se me vino a la cabeza- Ya que como no puedo salir, sólo me recuesto en mi cama al terminar de hacer mis ejercicios.

Un viaje al pasado (Rosstrange)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora