Capítulo 2: Nuevo comienzo

236 11 0
                                    



NARRA DANIELA

La alarma está sonando, una y otra vez se repite y cada vez con mayor intensidad, "un nuevo día, una nueva oportunidad" diría mi mamá, pero la verdad no creía que fuera un buen día y mucho menos una nueva oportunidad. Abro mis ojos, hoy es el comienzo de una nueva vida para mí, después de vivir toda mi infancia y adolescencia en un mismo lugar, de un momento a otro mi vida cambió.

¡Nos vamos y punto! Con total autoridad fueron las palabras de mi papá dos días atrás, sin entender nada y sin ninguna explicación las cosas de mi casa se empacaron, hicimos maletas y en cuestión de 24 horas ya estábamos viajando hacia un nuevo lugar, hacia una nueva casa...en fin...hacia una nueva vida.

Apague la alarma después de ignorarla por varios minutos, pues me había perdido en mis pensamientos y sentimientos que tenía revueltos completamente, me sentía demasiado sensible y con unas inmensas ganas de pasar horas y horas llorando sin levantarme de mi cama.

- ¡Daniela, levántate ya! Se te va a hacer tarde, y es tu primer día de escuela- Escuchaba los gritos de mamá desde la cocina.

Después de unos minutos de haber ignorado esos gritos escuché unas pisadas fuertes subir por las escaleras y en segundos la puerta de mi habitación se abrió.

- ¿No me has escuchado? Ya levántese señorita- Exclamó mientras me jalaba las cobijas y sábanas para que me levantara.

- ¡Claro que te escuché mamá pero sabes perfectamente que no quiero ir a esa escuela ni a ninguna otra, lo que quiero es regresar a mi antigua escuela, a mi antigua casa... a mi antigua vida!

- Lo se cariño, pero intenta entender un poco la situación.

- ¿Cómo pretendes que entienda la situación? -Dije enfadada mientras me levantaba de la cama- ¡Papá simplemente llegó, me dijo que nos teníamos que mudar, que empacara mis cosas y sin más no me dejo ni decir una sola palabra! No pude ni despedirme de mis amigos, muchos de ellos ni siquiera saben que ya no nos volveremos a ver.

- ¡Ya Daniela! Déjate de tanto drama, tu papá tuvo razones muy fuertes para tomar esta decisión y cuando todo esté bien, él hablará contigo. Por el momento necesitamos ser una familia unida y apoyarnos. ¿Crees que puedas hacerlo de la mejor manera? - Me dijo en un tono fuerte pero a la vez con unas palabras llenas de amor. Ella entendía como me sentía.

-Claro que si mamá, tu sabes que siempre los he apoyado- Le respondí con una voz entrecortada, no quería llorar -A pesar de que no entiendo nada, en medio de las dificultades la familia debe permanecer unida y apoyarse siempre. Te amo- Una lágrima rodó por mi mejilla, mamá me abrazó y me dio un pequeño beso en la frente.

-Te amo más mi pequeña. Gracias por tu comprensión. Todo estará bien, te lo prometo -Dijo tratando de tranquilizarme, pero en su voz se notaba cierta preocupación. Apenas iba a preguntarle cuando inmediatamente interrumpió el momento -Ya métete a bañar para que te alistes, no quiero que se te vaya a hacer tarde. Te apuras por favor, yo misma te preparé el desayuno y Rodrigo te llevará a la escuela.

Mi mamá salió de la habitación sin cerrar la puerta, realmente odio que no la cierre por completo sabiendo que me aterra que se quede entreabierta. Inmediatamente fui a cerrarla y sin muchos ánimos me dirigí al baño.

Abrí la llave de la regadera, mientras el agua fría corría para darle paso a la caliente, me miraba fijamente en el espejo. Estaba por comenzar una nueva etapa, tenía que ser una nueva Daniela, pues la antigua se había quedado a miles de kilómetros de distancia de donde ahora me encontraba.

- ¡Vamos Daniela! Los comienzos nunca son tan malos, quizá sea difícil pero al final todo estará bien- Me decía mirándome en el espejo, con un tono de voz un tanto resignado tratando de convencerme que no todo estaba tan mal, mientras esperaba me lavé los dientes y veía como el espejo se iba empañando por el vapor, mi imagen se iba difuminando y unas cuantas gotas comenzaban a deslizarse.

Salí de bañarme, había mil cosas en mi cabeza, no había revisado mi teléfono y sabía que tenía mensajes de mis amigos, ya que desde que emprendimos el viaje no había contestado ningún mensaje y obvio llegarían más durante el día, cuando notaran mi ausencia. Mientras pensaba más en eso, sentía un nudo en mi garganta y mis ojos se cristalizaban más y más. Inhale profundamente como si intentara llenarme de fuerzas, esas que justo no tenía e intenté exhalar todo el peso y tristeza que me invadía.

Entré a mi closet y saque unos jeans un poco rasgados, una blusa blanca que decidi combinar con una chaqueta azul oscuro y unos tenis blancos. Del tercer cajón saque unos tines y me senté en la cama para terminar de vestirme.

Sentí que había pasado mucho tiempo, y por un momento creí que ya se me había hecho tarde. «Mejor para mí» pensé.

Tomé mi celular y efectivamente estaba lleno de mensajes, llamadas y notificaciones de diferentes aplicaciones. No me importaba leerlas en ese momento, solo quería saber la hora.

Apenas eran las 7:15 am, me senté a maquillarme, no tenía muchos ánimos pero tenía que verme bien pues evidentemente sería la "chica nueva" de la escuela y las miradas estarían sobre mí. No me había pasado porque nunca había tenido ese título pero en mí antigua escuela yo veía como miraban y trataban a las de nuevo ingreso.

Mi maquillaje fue algo sencillo pero lindo, algo no tan exagerado pero no tan al natural. Me sentí bien al mirar mi reflejo.

- ¡Hagámoslo Daniela! -me dije y me levanté, tomé mi mochila y me la colgué al hombro, enseguida tomé mis gafas negras (uno de mis colores favoritos) y me las puse en mi cabeza para sostener mi cabello ya que había decidido usarlo suelto, agarré mi celular junto con mis audífonos y me dispuse bajar a desayunar.

Cuando llegué a la cocina miré a Anita lavaba unas frutas y Rodri seguro me estaba esperando para llevarme a mi "hermosa nueva escuela" ush.

Me parecía algo increíble pero fabuloso que ellos también se habían mudado con nosotros. La ventaja es que ellos son esposos, y accedieron sin ningún problema venirse también. Han trabajado para mi familia desde años antes de que yo naciera. Agradezco tanto que no me hayan abandonado pues así por lo menos sentía que aún tenía parte de mi anterior vida, además que yo los considero parte de mi familia.

- ¡Anda Cariño! Tu desayuno está servido, siéntate por favor-dijo mi mamá.

Comí muy poco pues no tenía hambre, mi revolución de sentimientos encontrados y los nervios que comenzaron a surgir al pensar que vería gente nueva y que llegaría sola a un nuevo lugar no me permitieron comer nada más.

-Ya me voy mamá- Dije mientras me levantaba de la mesa agarrando mi mochila y mis cosas que había puesto sobre la mesa. - ¿Nos podemos ir Rodri? -pregunté.

-Claro que si señorita, como usted diga.

-Solo dime Daniela o Dany como quieras, pero no me digas eso de "señorita" ni me hables de usted es demasiado formal, yo los quiero a ti y a Anita como de mi familia, perdón ando muy sensible hoy.

Rodri simplemente sonrió y asintió con la cabeza. Anita de igual manera.

- ¡Que tengas un bonito día mi princesa! Cualquier cosa que se te ofrezca me llamas, ¿ok? -Dijo mi mamá mientras me abrazaba y me daba un beso en la frente.

-Gracias ma', Te amo.

Me despedí y salí camino al auto. Rodrigo ya me estaba esperando con la puerta abierta.

-Adelante Señ...perdón... Dany, la escuela te aguarda.

-Gracias Rodri, espero que no sea un día demasiado largo.

Me subí al auto, detrás de mí se cerró la puerta y en unos instantes el auto comenzó a moverse. Bajé mis gafas hacia mi rostro, acomodé mi cabello mirando mi reflejo en el celular, me puse mis audífonos, elegí una canción y le di play, por un instante alejé mis pensamientos para concentrarme solamente en la letra y la melodía, mi pasión siempre ha sido cantar, y cada canción me hacía transportarme a otro mundo, ese donde era feliz, donde todo era perfecto...donde todo estaba bien.

Hope it's love - Hope it's youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora