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Capítulo 4: A simple vista

NARRA MARIA JOSE

Por más que me apuré fue en vano, con el tráfico y tantos semáforos parecía que todo estaba en mi contra hoy, definitivamente me había levantado con el pie izquierdo.

Cuando por fin logre llegar a la escuela me encontré con otro problema más... ¡el estacionamiento!, a pesar de que era un estacionamiento grande no era lo suficiente, encontrar un espacio iba a estar un poco complicado.

– ¡Bien Majo, todo por no ser puntual! – Me dije volteando a mirar el retrovisor. Realmente me sentía frustrada, daba vueltas y vueltas sin encontrar nada. Había olvidado lo importante que era llegar temprano para alcanzar un estacionamiento.

Después de tanto buscar encontré uno, estaba lejos del edificio donde me tocaba tomar la clase, pero era ponerme en ese lugar y caminar o seguir buscando y la verdad ya no tenía tiempo. Tomé mis cosas y al bajar de mi auto miré mi reloj, ya eran las 8:12, me apresuré, camine lo más rápido que pude para llegar a mi aula.

– Buenos días maestra, ¿me permite pasar? –Dije con una voz cansada.

– ¡Primer día de clase llegando tarde Señorita Garzón! Adelante tome su lugar – Me respondió un tanto cortante.

De nuevo con la Miss Lucía, esboce una media sonrisa y entré para tomar mi lugar. «Este curso volverá a ser pesado» pensé.

Como era de esperarse nos hizo escribir durante toda su clase. Era el primer día pero sentía que ya había escrito lo de todo el curso, mi mano me dolía y solo hacía pequeñas pausas para continuar.

Cuando por fin terminó su clase, simplemente me recosté en mi asiento agradeciendo al cielo y haciendo movimientos con mi muñeca para hacerla descansar un poco.

– Buenas noches Señorita Garzón– escuché una voz burlona.

Voltee al asiento de atrás y me encontré con el bobo de Sebastián, que como siempre estaba de gracioso.

– ¡Buenas noches Señor Villalobos! – Le respondí con sarcasmo.

Sebas y yo nos hicimos muy buenos amigos desde el primer año que entramos a la escuela. Nos volvimos inseparables. Desde entonces siempre han pensado que somos pareja y nos hacen burlas. 

Es un chico muy guapo, sencillo y buena onda, por eso tiene a muchas chicas babeando por él, excepto yo, lo aclaro, siempre lo he visto como mi mejor amigo y sé que él a mi también me ve así.

Desde siempre me ha cuidado, me trata como su hermana menor aunque somos de la misma edad, dice que como soy tan pequeña de estatura no va a permitir que nadie me lastime o me pise. Es todo un "don Juan", y siempre que tiene líos de faldas acude a mí a que le aconseje que hacer. Es un tonto pero lo amo. En fin es el hermano que siempre quise tener.

– ¡Ya te extrañaba pequeña! Cuando llegué y no te vi me preocupe pero recordé que siempre se te hace tarde y se me pasó. – Soltó una carcajadita. –Por cierto, te ves muy bien con tu nuevo look.

– ¡Ash! Yo también te extrañe menso, intenté llegar temprano pero pues no pude, y gracias, ya me hacía falta, creo.

Dicen que cuando las mujeres se cortan el cabello está por cambiar su vida, y eso espero. Realmente he estado sintiendo mi vida muy monótona y necesito algo nuevo, algo diferente, algo fuera de lo común. Dejé mi cabello largo y castaño oscuro, me lo corté y decoloré de la mitad hacia abajo en un tono azul. Me gustó mucho como me quedó, me hace ver un poco más blanca y sobre todo, diferente.