Engagement of love {CARLOS COLOSIO}

Capítulo 8

Joanna:

Me preparo mentalmente antes de pisar disque mi hogar. Las luces están prendidas y son las 7:40pm. Me sorprende que ya se encuentre en casa. Me arreglo la ropa y abro con mi par de llaves. Lo primero que pega es el pesado olor a alcohol, más suciedad y algo más que aún no reconozco. Procuro caminar lentamente para no hacer ningún tipo de ruido y no levantar ninguna sospecha. Subo de uno en uno las escaleras y cuando estoy por abrir la puerta de mi habitación, me encuentro con otra puerta abierta que no la veía de esa manera desde hace años. Entro sin prisa alguna y me encuentro con la escena más espantosa que jamás haya visto. El anteriormente cuarto decorado de un hermoso azul cielo, peluches regados y ropa perfectamente alineada en el closet ahora se encuentra llena de polvo, mugre y muchas más cosas sucias que no quiero ni pensar. Pero lo que más me perturba en la escena es en la manera que estas dos personas estén acostadas y semidesnudas en la cama donde anteriormente dormia un niño delicado y puro. No lo pude contener. Grité, grité como nunca lo había hecho antes.

La persona que solía dormir se levanta alterado y eso me cae un poco placentero.

-. ¡¿Pero qué chingados?!-. Exclama la irreconocible voz de mi padre.- Chingada madre Joanna, que no tienes algo...-. Y de pronto cae en cuenta donde esta, su mirada cae y parece quedarse sin aire. La pobre mujer a su lado despierta y busca el calor de mi padre, este no hace más que tirarla fuera de la cama, su grito ni me inmuta, estoy estática, habíamos acordado no volver a entrar a este cuarto, lo prometimos joder.

Todas las noches que pase traumada en este cuarto, los llantos, la desesperación me pega de golpe.

Y la furia me llega.

-. ¡TAN EBRIO ESTAS COMO PARA LLEGAR A ESTO! ¿TAN PICHI EBRIO ESTAS COMO PARA ENTRAR AL CUARTO DE TU HIJO MUERTO Y COGERTE A UNA PUTA CUALQUIERA?-. Mis manos están en puño y no me puedo mover-. ¿QUE ESPERA PARA SALIR?-. Levanto los brazos como signo de desesperación a la muchacha y esta sale en cuanto ante. Suelto un suspiro-. Y tú-. Apunto a mi padre-. De verdad cruzaste la línea-. Digo sin miedo alguno.

-.Vuélveme a hablar así...-. Se levanta de un solo movimiento y se acerca lo más posible a mí. Lagrimas empiezan a salir de mis ojos y trato lo más posible para retenerlas. Me toma mucho coraje para acerarme un poco más y escupirle en la cara. Al parecer eso lo toma por sorpresa porque me suelta las muñecas y salgo corriendo a mi habitación. Estampo la puerta y pongo el seguro lo más rápido posible. Inmediatamente se escucha mi padre del otro lado de esta reclamándome. Ya no puedo seguir con esto. Las lágrimas y sollozos no paran de salir por su respectivo lado y me encuentro tumbada en mi cama. Muero de hambre, sed, tengo sueño y me encuentro bien malditamente cansada. Lo único que me queda es apegarme a lo que de niña solía desear. Algún día todo esto acabara.

Mi alarma suena dos horas después de que los golpes en mi puerta se acabaran y yo pudiera dormir en paz. Me levanto y estiro mis piernas para quitar lo engarrotado por dormir en mala posición. Me alisto rápidamente, no tomándole mucha importancia a mis ojeras y me acomodo para salir. Abro la puerta cuidadosamente, para no hacer mucho ruido y me encuentro a mi padre totalmente inconsciente en el piso y lo tengo que esquivar para poder salir de ahí. En camino a la escuela, intento acomodar mis pensamientos sobre el día anterior, no comí nada, aún después de ser avisada por parte de la directora mi posible caso de leucemia y de pronto me entra la imagen de aquel muchacho de los rulos bonitos. Mi mente divaga en las posibilidades de cual sea su nombre y su vida perfecta hasta que termino mi recorrido y llego a mi destino.

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13/06/18

Hasta aquí este maratón, espero lo disfruten.

Al igual que espero ver sus agradables comentarioss:))

-Alejandra