Helliwell

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El hospital Boston, sumamente reconocido como uno de los mejores en la ciudad. ¿La razón? El servicio es maravilloso, cuenta con doctores especializados en su área. No con charlatanes, como es la costumbre.
Es un edificio con 30 metros de altura, resistente a cualquier terremoto. A logrado mantenerse a 2 terremotos. Al contar con 40 años de antigüedad (que a simple vista, sería una vil mentira) se han creado rumores de que hay fantasmas. Es simplemente una maravilla.

La mañana era nublada, acompañada de un ligero viento frío. La temporada de lluvias se acercaba rápidamente.
Ambos chicos se encontraban a unos metros del hospital, desde esa distancia se podían observar los consultorios en lo más alto del hospital.

-¿y como consigues una cita aquí? Parece un lugar caro.- preguntó Bon rompiendo el silencio, estaba algo nervioso al ver un lugar tan grande. Y ver a su pareja enojada, era algo perturbador.

-mamá se las arregló y me consiguió citas con el psicólogo gratis- dijo algo molesto el pelimorado- no se como lo hizo. Es su secreto, ademas es frustrante venir. Creen que soy niño de papi o algo así, cuando en realidad no cuento con uno.

-y ¿no te da miedo entrar aquí?-pregunto algo asustado. El tema de los "fantasmas" era algo serio para Bon.

-¿porque habría de hacerlo?- contestó evadiendo la pregunta de Bon. En su rostro de comenzaba a formar una sonrisa con intenciones no muy buenas.

-B-bueno...ya sabes las leyendas que cuentan de este hospital-contestó algo nervioso- p-pero creo que ya estas acostumbrado ¿n-no?

-Oh Bon...No sabes cuánto tiemblo al pensar que tendré que entrar al hospital y entrar en la sala donde se suicidaron más de 5 personas. Quisiera que vinieras conmigo.

-¿E-enserio?

-No- contestó con una sonrisa, tenia tiempo que no jugaba así, claro que Bon no se salvaría de sus bromas- sabes que te quiero

Todo volvió a quedar en silencio.
¿Te quiero?
Caminaban algo rápido, pero tomados de las manos, lo que provocaba gran alboroto en la multitud que se encontraba fuera del hospital.
Cada vez se acercaban más, y el olor a guantes de látex y a medicina se hacia más intenso.
A unos pasos de poder entrar, Bonnie se detuvo, lo cual dejó sumamente confundido al peliturquesa.
¿Acaso se le había olvidado algo y por eso no entraban?

-Bon, sólo pueden ingresar pacientes. Nada de acompañantes.- dijo cortante- tendrás que esperarme afuera, o si gustas puedes irte.

-te esperaré aquí afuera, además ya no puedo dejar que divagues por las calles tu sólo.

-Bueno, haz lo que quieras Bon, al fin y al cabo nos terminaremos viendo en tu casa- contestó un poco más tranquilo- ¿verdad?

Al no haber respuesta sólo se despidieron con un beso corto a petición de Bon, a veces era tan adorable ver como Bonnie sólo lo hacía por el, simplemente lo traía un poco loco. Bon era en su vida, esa pequeña parte de felicidad que no pudo encontrar con su mamá. Ese amor que tanto le hizo falta.

Dentro del hospital caminaba sin prisa alguna, le encantaba llegar tarde y ver como los doctores tenían que hacer esperar a los demás pacientes por su culpa. Lastima que esta vez no traía sus audífonos, era una caminata algo larga. Desde que comenzó a ser pareja de Bon se tuvo que olvidar de escuchar música por horas. Se tuvo que olvidar de su privacidad.

Psicología 3.

Ese era su consultorio.

-¿aun no ha llegado el paciente hel...wel?- pregunto una enfermera--rubia de unos 28 años, una chica sumamente joven-- a la multitud de pacientes que se encontraba en los asientos del hospital. Todos se quedaron mirando entre sí esperando a que uno respondiera.

Masodismo [BxB]Where stories live. Discover now