Siete

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-Despierta amor- escuchó entre sueños Emma -Es hora de despertarse-

-No quiero- se giró y cubrió su cabeza con la cobija -¡Tengo sueño!- gritó.

-¿Aún no se despierta?- apareció Lauren que estaba terminado de cepillar su cabello.

-No, no se quiere despertar. Bueno ninguno de los dos- habló mirando a el pequeño cuerpo que dormía junto a Emma.

Ambos menores durmieron con sus madres, era viernes de película. Se acostaron todos en la gran cama de sus madres y ninguno tenía plan de ir a sus camas.

-¿Dormiran todo el día?- preguntó Lauren parada junto a Camila mirando a sus hijos.

-Es mejor irnos y que se queden solos- habló Camila dirigiéndose a la puerta.

-Si, es una buena opción- le siguió el juego Lauren.

-No- murmuró Lucas -Yo quiero ir- se sentó en la cama, con su mano se refrego uno de sus ojos, abrió despacio sus ojitos y miró a sus mamás -Quiero ir- habló con un puchero.

-Ven que te ayudo a vestirte- habló Lauren cargando al pequeño -Despierta a Emma o llegaremos tarde- susurró en el oído de Camila antes de salir.

Camila miró a Emma que estaba debajo de las cobijas, se acercó a la cama y se sentó en el borde de esta.

-¿Dormirás todo el día, pequeña?- preguntó acariciando la espalda de la niña.

-No lo sé- murmuró con un gran sueño.

-¿Te quedarás o irás con nosotros?-

Emma, aún acostada, descubrió su cabeza de las cobijas y miró a su madre -Tengo hambre-

-No me respondiste-

-Quiero desayunar primero- hizo un puchero.

-No soy tu mami para que me hagas esas cosas- sonrió -Hora de cambiarte el pijama y luego a desayunar ¿Si?-  se levantó de la cama.

Negó -Yo puedo sola- habló un poco nerviosa -Tu puedes ir a preparar el desayuno-

-Te ayudo, tardas demasiado vistiendote-

-¡No, yo puedo!- gritó Emma intentando salir de las manos de Camila -¡Bas...-

Camila la miró, no tenía más la parte de arriba del pijama ya que se lo había quitado.

-Emma- susurró mirándola -¿Qué es todo esto?- preguntó y sintió su pecho subir y bajar -¿Qué te ocurrió?- preguntó mirando el cuerpo de la niña.

-No sé como ocurrió- murmuró.

-Emma- suspiró y se acercó, se agachó a la altura de la pequeña -Amor, quiero que me digas quien te hizo esto- acarició los brazos de la niña que tenían unos pequeños rasguños.

-Me caí- murmuró mirando al suelo. Se levantó y buscó algo que ponerse -Se está haciendo tarde- habló mientras se cambiaba -y a mamá no le gusta llegar tarde-

-Emma- la ignoró -Emma- la volvió a ignorar -¡Basta!- la detuvo, agarrando sus muñecas.

-Sueltame- se movió, intentando salirse.

-¿Qué te ocurrió?-

-¡Me caí!- gritó mirando a Camila enojada -¡Entiende, me caí nada más, solamente eso ocurrió, no hay nada más de que hablar!-

-No te creo-

-Yo estoy diciendo la verdad, tu no estas haciendo de tu parte que es creerme-

-Basta Emma, quiero saber del porqué de esos golpes, porque estoy segura que eso no es por una caída- soltó las muñecas de la niña -Por favor corazón, dime la verdad- colocó un mechón detrás de la oreja de Emma -Te prometo que guardaré el secreto, princesa-

Emma la miró con sus profundos ojos verdes, no sabía si decir la verdad o cubrir la mentira con otra mentira.

-Fue en la casa de la tía Ally- susurró muy bajo, pero Camila sí la escuchó -Me caí de...- pensó por unos segundos -de la cama, hay una mesita de noche junto a la cama y con eso me golpeé- terminó de hablar y jugó con sus manos, era ya una costumbre que haga eso cuando estaba nerviosa.

-Emma- la abrazó -tienes que avisar, eso se ve muy feo- acarició el costado de la niña, en donde estaba el golpe -Tenemos que curarte eso y avisar a mam...-

La detuvo Emma -¡No!- habló rápido -Prometiste no decirle- la miró a los ojos -y las promesas no se rompen-

-Tienes razón- besó la frente de Emma -pero hay que curar eso-

-Pero estoy bien, ya no me duele- sonrió -Tenemos que irnos, quiero terminar de cambiarme, sola- recalcó la última palabra.

-Esta bien, pero no tardes- besó la frente de Emma antes de abrir la puerta -Yo preparé el desayuno- habló antes de cerrar la puerta e irse.

Emma miró la puerta.

Quedó ahí observando la madera de la puerta.

Las lágrimas empezaron a salir de sus ojos, con tan solo diez años se sentía demasiado sola y sin valor a decir la verdad.

Caminó hacia el espejo de pie y se miró en él, se desvisto quedándose en ropa interior. Un sollozo salió de sus labios.

-Te odio- murmuró con los ojos llenos de lágrimas -Odio todo esto- murmuró enojada.

-¡Emma!- escuchó que alguien llamaba desde abajo.

-¡Ya voy, mami!-

Secó sus lágrimas, buscó ropa para cubrir todo y salió de la habitación.

-Hola princesa- Lauren besó la frente de la niña -¿No querías despertar?- preguntó mientras le entregaba el desayuno.

-Tenía sueño- habló jugando con su cereal.

-Lauren quiero hablar unas cosas contigo- apareció Camila, Emma la miró preocupada, Camila negó hacia ella -No es nada malo, no te preocupes- sonrió y se dirigieron a la sala.

-¿No iremos con las tías?- preguntó Lucas.

-No lo sé- murmuró -¿Eres feliz?- preguntó luego de varios minutos de silencio.

-Si- sonrió el pequeño -Soy muy feliz, contigo, con mami Lolo y mami Camz- habló con una sonrisa.

-Que bien- murmuró masticando el cereal -Aprovecha este tiempo porque nunca sabes cuando se puedo caer lo que sientes, nunca sabes cuando te caes de la sima-

Lucas la miró confundido -Eres graciosa- se rió entre dientes, Emma solamente rodó los ojos.

-¿Estas segura?- preguntó Lauren apareciendo en la cocina -Esta bien- contestó a la persona del otro lado de la línea -Nos vemos luego, adiós- miró a Camila -Yo también te quiero mamá-

-¿Qué ocurrió?- preguntó ladeando su cabeza.

-Lo de siempre, papá está muy enfermo- suspiró.

La cocina quedó en silencio, Emma quedó perdida con la vista en el tazón que ya no tenía cereales, Camila se acercó a Lauren y la abrazó, el silencio se rompió justo en el momento en que Lauren empezó a llorar en el hombro de su esposa.

-No mejoró- murmuró Lauren -No saben lo que le ocurre-

-Todo estará bien- habló Camila acariciando el cabello de Lauren.

Emma levantó la mirada, miró a su mamá, odiaba verla así.

-¿El abuelo se va a morir?- se escuchó la pregunta de Lucas.

Emma lo miró y negó -El no se va a morir, Lu-

-¿Vamos a ir con las tías?- volvió a preguntar Lucas.

Lauren secó sus lágrimas, respiró hondo y asintió -Sí, iremos a ir con las tías-

La cara del pequeño se iluminó -¡Si, iremos a la playa!- gritó feliz por el paseo que harían en familia.

《 Family 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora