《 Family 》

Quince

Lauren se encontraba en una cafetería esperando, los nervios la estaban comiendo viva, sus dedos golpeaban la madera de la mesa, su pie se movia sin poder evitarlo.

Ya había pedido dos tazas de café y aún seguía esperando.

Miraba para todos lados, hacia la ventana y nada, la puerta y tampoco.

-Lo siento por llegar tarde-

Sonrió a medias -Está bien- susurró.

-¿Está bien, de verdad? ¿No nos vimos por varios meses y dirás sólo eso?-

-Lo siento- se levantó de su asiento -Hola- se acercó con una sonrisa y la abrazó -¿Cómo estuvo tu viaje, Alexa?- preguntó cuando ambas ya se habían sentado.

-Bien y agotador- suspiró -¿Cómo está la familia Jauregui-Cabello?- preguntó con una sonrisa.

Lauren solamente la miró y sonrió -Bien- murmuró rascándose la nuca.

-¿Segura?- preguntó con el ceño levemente fruncido.

Negó -Si, creo-

-¿Si, creo?¿Ocurrió algo?- asintió -¿Quieres hablar del tema?-

-Alexa- suspiró -No se muy bien lo que ocurrió pero necesito de tu ayuda-

-¿Mi ayuda, específicamente para qué?- elevó una ceja.

-No está nada bien con Camila...-

-¿Se puede saber el por qué?-

-Discusiones-

-¿Discusiones?-

-El punto es, necesito que me expliques lo que ocurrió entre nosotras dos-

-¿Entre nosotras dos?- se rió entre dientes -Primero, no hay un nosotras, segundo, no tiene que haber un "nosotras" porque no ocurrió nunca nada-

-¿Entonces?- preguntó confundida -No importa, lo sé, nunca ocurriría algo entre nosotras- suspiró -Alexa, todo con Camila se fue a la mierda desde esa noche en donde salimos a beber-

-¿Y?-

-¿Te acuerdas lo que ocurrió?-

-Como olvidar esa noche- elevó una ceja y una sonrisa pervertida salió de sus labios, el estómago de Lauren se revolvió -Estabas muy ebria-

-Demasiado como para olvidar la mayor parte-

-Si, puede ser- golpeó las uñas de su mano contra la mesa de madera -Pero no eras la única, yo también bebí y creo que me intoxique, no lo sé-

-Si, eso recuerdo- fruncio levemente el ceño -¿Luego que ocurrió?-

-Gomitas-

-¿Qué?- preguntó confundida.

-Salimos, tenía que conducir y estaba demasiado ebria pero, aunque no lo creas, lo dulce me tranquiliza. Comi algunas gomitas que había en el auto-

-Y esa es la razón de las gomitas-

-Exacto- sonrió -Hablabas demasiado, también llorabas y vomitaste por la ventana- negó divertida -casi te pierdo, querías salir por la ventana-

-Mierda, ¿en serio?- asintió -Dios, que vergüenza-

-Sí, tengo suerte de que no hayas vomitado dentro del auto, si era así tendrías algunos dedos menos- sonrió inocente.

-Bueno, eso no me interesa mucho, Alexa. Quiero saber que ocurrió cuando llegamos a tu departamento-

-Muchas cosas- murmuró.

-¿Cosas, como qué?-

-Cosas como llorar y decir del por qué fuiste una idiota, y como olvidar cuanto te lamentabas de dejar a Camila-