《 Family 》

Doce

Las voces se escuchaban distorsionadas, no se diferenciaban bien lo que decían.

-¡Emma!- se escuchaba pero no sabía muy bien de quién era aquella voz.

Sentía sus ojos demasiados pesados, no podía volver.

Todas las voces a su alrededor eran raras y se escuchaban a distancia de donde estaba ella.

Camila intentaba despertar a Emma pero era un intento fallido, ya tenía demasiado miedo por la situación, Lauren solamente quedó estática sin saber que hacer.

-Vamos cariño despierta- sentía las lágrimas salir por sus ojos Camila -Emma, por favor despierta- la movió pero la niña entre sus brazos no respondía.

-Mamá ya terminé de hacer la maleta- salió de su habitación Lucas mirando toda la escena con los ojos bien abiertos -¿Qué...-

-¡Lucas ve a tu cuarto!- gritó Camila haciendo que se asuste el pequeño niño y corra a encerrarse en su habitación -¡Lauren necesito que me ayudes!- habló intentando que Lauren reaccione pero solamente tenía la mirada en su hija que parecía que no quería despertar -¡Lauren!- gritó más fuerte haciendo que esta vez reaccione.

-Ne-necesitamos llamar a alguien- habló con la voz entrecortada.

-¡¿Qué esperas?¡- gritó para que reaccione de nuevo ya que seguía sin mover un músculo, Lauren asintió aún quedando completamente shokeada por la situación.

Camila aún en el suelo intentando hacer lo que sea para que reaccione Emma, Lauren se sentó junto a ella y observó a su pequeña en silencion sintiendo las lágrimas desprender de sus ojos.

"No sé que haría sin ti princesa, mierda de verdad lo siento por no ser la mejor madre" Pasó por su mente observando a la niña.

Luego de varios minutos llegó Ally, la llevaron en el auto, el ambiente del auto era algo incómodo por parte de Camila y Lauren.

Al llegar bajaron todos, llevaron a Emma para que la revisen quedando Camila, Ally, Lauren y Lucas en la sala de espera.

Nadie habló, solamente estaban sentados esperando por respuestas.

Lucas estaba un poco confundida por lo que ocurrió, también tenía miedo de lo que ocurriría.

Ally le pedía a todos lo santos para que no le ocurriera nada a Emma.

Camila tenía la cabeza entre sus manos intentando tranquilizar sus nervios, sentía que le agarraria algo si no tenía noticias en ese instante.

Intentaba distraer a su cerebro contando las rayas de las baldosas que había en la sala, contando animales, cantando canciones infantiles, lo que sea para no pensar en lo que le ocurría a Emma.

Lauren, Lauren solamente tenía la vista pegada en el suelo, recordando todos los momentos con su hija. Recordando lo difícil que fue ser madre soltera de una pequeña. Lo difícil que fue no tener el apoyo de la familia.

"Mami te amo mucho, tu eres mi mejor amiga y siempre te amaré pase lo que pase" pasaba por su mente.

Recordar todos aquellos momentos la hizo sentir mal, ¿Por qué era tan cobarde y tan mala madre?

"Mami, ¿Papi en dónde esta?" Esa era una pregunta que siempre evitaba.

"Mami ¿Por qué lloras?"

"Emma te amo demasiado ¿lo sabes?"

"Yo también te amo mami"

Mierda si no hubiera estado de vuelta con Camila no sabría en donde terminaría su vida, siempre ella buscaba lo mejor para su hija.