Capítulo 10.

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-Raoul-

R: te propongo jugar a un juego.
A: dime.
R: prueba o verdad. Cada vez que uno de los dos mienta o no quiera hacer la prueba que se le indica, se tiene que quitar una prenda de ropa. Aceptas, canario?

Agoney me mira con una sonrisa muy pícara, con aire de ganador, a lo que me responde:

A: por supuesto, rubio.
R: bien. Empiezo yo.
A: prueba o verdad?
R: verdad.
A:cuántas veces has estado con un hombre?
R: nunca me he acostado con un hombre. Sí que me han hecho mamadas y tal, pero nada más.
A: así que eres principiante....
R: prueba o verdad?

El canario suelta una carcajada al ver que evito su respuesta.

A: prueba.
R: te voy a hacer 5 preguntas. Cada vez que respondas una, te diré si creo que es verdad o mentira. Si fallo yo, bebo un chupito de vodka. Si fallas tú, lo bebes.
A: de acuerdo, Raoul.
R: con cuántos hombres te has acostado?- digo, imitando su pregunta.
A: con dos.
R: mentira- digo, sabiendo de sobra que se habrá tirado a media ciudad, porque está buenísimo.
A: bebe.

Lo miro sorprendido, pero cojo el vasito con vodka y vacío su contenido en mi boca.

R: alguna vez te has sentido atraído por más de una persona a la vez?
A: no.
R: bebe.

Agoney coge el vaso con una sonrisa burlona y se bebe el contenido.

R: te tirarías a un virgen?- no sé si es el efecto del alcohol que me está empezando a afectar, pero al decir esto, Agoney me mira casi riéndose, y responde firme y seguro.
A: por supuesto- dice mientras coge el vaso con vodka y me lo ofrece directamente.
R: haz un striptease- esto se me está yendo de las manos.
A: eso no es una pregunta.
R: está bien, entonc-

Agoney se levanta del sofá y empieza a desabrocharse la camisa. Me quedo mirándolo sorprendido, pero su cara es de pura exitación; sabe que me tiene bajo sus pies. El canario se sienta a horcajadas sobre mi y empieza a mover su cadera lentamente. Acerca su boca a la mía hasta que sólo las separan escasos centímetros, y yo me estoy muriendo por besarle. Entonces, se levanta y empieza a mover su pelvis delante de mi, me tira de la muñeca y me quedo de pie en frente suya. Da vueltas a mi alrededor, tocando mi torso y llevando mis manos hasta el suyo, que está desnudo. No aguanto más y me lanzo a sus labios.
El beso comienza lento y desesperado, y empieza a ser rápido. Su lengua pide entrar en mi boca, a lo que acepto sin pensármelo dos veces. Ambos nos dirigimos a la habitación entre besos y caricias ansiosas, y cuando llegamos a la cama, yo me siento y él se vuelve a sentar sobre mis muslos. Comienza a bajar sus besos por mi cuello, clavículas y abdomen hasta llegar a mi bragueta. Entonces, me levanto y le miro, dándole permiso para lo que viene a continuación. Empieza a desabrochar mi bragueta y baja mis pantalones junto con mis calzoncillos. Estoy muy duro, y cuando su mano agarra mi miembro, suelto un gemido de placer sólo por el contacto que hace. No aparta ni un segundo la vista de mi, e introduce mi miembro en su boca.
Comienza a hacer movimientos de arriba a abajo acompañándose de su mano, y de vez en cuando lo lame y masturba para apreciarme mejor. Yo sólo puedo seguir gimiendo, hasta que estoy apunto de correrme y entonces él se levanta y me besa apasionadamente hasta tirarme en la cama. Estamos tumbados, yo abajo y él encima, y mi expresión cambia a un poco a miedo. Es mi primera vez con un chico y él lo nota.

A: Chiquitito, si no quieres no tenemos por qué hacerlo .- dice, jadeando.
R: quiero hacerlo, Ago. Eres la persona indicada. Es sólo que no sé si voy a estar a la altura.
A: jamás nadie podría reemplazarte, rubio.- dice, con una mirada poderosa.

Entonces, cambio los papeles y en un segundo me coloco encima de Ago. Comienzo a quitar sus pantalones y me meto su miembro en la boca del tirón. Es tan grande que me atraganto a veces, por eso decido acompañarme de mi mano. Agoney mueve su cadera hacia arriba para intentar que la fricción sea más grande.

A: Dios, Raoul...ah, dios sigue

Casi me corro cuando gime mi nombre. Espero a que me avise de que va a correrse y me aparto, subiendo de nuevo a su boca.

A: quiero sentirte, Raoul. Quiero que me sientas.

Cojo un preservativo que hay en la mesita y me lo coloco en mi miembro erecto. Agoney me pasa un bote de lubricante y vacío un poco sobre su culo. Lo esparzo ayudándome con mi miembro y cuando creo que estamos preparados, me introduzco lentamente en él. Está tan apretado que tengo que esperar un momento para no correrme ya.

A: dios...
R: joder, Agoney.
A: muévete Raoul...

Consigo empezar a mover mi miembro dentro de él. Entro y salgo muy despacio al principio, sintiéndome por completo en su interior, y voy cada vez más rápido. Muevo mi pelvis al ritmo de sus gemidos y consigo encontrar ese punto dentro de él que lo vuelve loco. Cuando toco por primera vez ese punto, Agoney abre los ojos y me mira. En ese momento sus manos van a mis nalgas, pidiéndome desesperadamente que siga. Lo hago encantado y Agoney sólo puede gemir, me acerco a su boca para besarlo. Le muerdo el labio y el gime más fuerte. De repente siento un cosquilleo que me recorre todo el cuerpo.

R:A-Agoney...
A: hazlo Raoul - gime fuerte- p-por favor

Le miro a los ojos y aumento el ritmo, se escuchan sólo nuestras respiraciones y gemidos acompasados, apretá sus manos en mis nalgas y me corro dentro de él.

A: dios, cómo follas, Raoul.

Le beso desesperadamente y me coloco a horcajadas encima de él. Cojo un preservativo y se lo coloco en su miembro, a lo que él se queda sorprendido.

A: estás seguro rubio?
R: pásame el bote de lubricante.

Agoney sonríe y se apresura a darme el bote, ya que está muy excitado. Lo cojo y esparzo una generosa cantidad de lubricante en mi entrada. Cuando creo estar preparado, suelto el bote y agarro el miembro de Agoney. Él me mira deseoso, y entonces lo acerco a mi entrada y lo introduzco dentro de mi muy lentamente. Al principio me duele un poco, pero en cuanto comienzo a moverme, se vuelve placentero. Es una de las mejores sensaciones que he sentido nunca.

A: estás tan estrecho...joder Raoul
R: joder...

Sigo moviéndome de arriba a abajo, y Agoney toma las riendas de la situación. Se coloca encima mía sin sacar su miembro de dentro de mi, y comienza a moverse mucho más rápido, encontrando en mi ese punto que cuando toca, me hace casi correrme. Nunca pensé que me podría venir así: su polla en mi culo y sus gemidos en mi oreja.

R: Agoney, v-voy a correrme...
A: hazlo, chiquitito.

Y entonces, me corro contra mi pecho. Pocos segundos más y Agoney también lo hace.
Nos tiramos boca arriba en la cama, y cuando nos recuperamos, Agoney apoya su cabeza en mi pecho y me rodea el torso con su brazo.

-Agoney-

El puto mejor polvo de mi vida. Nunca había sentido lo que siento con Raoul, me hace sentir especial y lo que hemos hecho hoy...creo que es la primera vez que hago el amor en vez de follar simplemente. Y él a mi también me lo ha hecho. Soy la persona más felíz en este momento.

A: me haces muy felíz, rubio.
R: Ago, te quiero.

En ese momento me quedo paralizado. No sé como actuar, pero simplemente es mi corazón el que habla.

A: yo también te quiero, mucho. No te vayas nunca.
R: no voy a irme nunca, amor. No sin ti. Lo prometo.

Y es ahí en ese justo momento, cuando me doy cuenta de que estoy enamorado. Que nadie nunca me ha hecho sentir así y nunca nadie más lo hará. Le quiero, me quiere. Nos queremos. Y es la sensación más bonita que podría sentir nunca.

FIN

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Siento mucho haber tardado tanto, no he tenido ideas sobre la novela y por eso la acabo aquí. Espero que la hayáis disfrutado, gracias♥️

No sin ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora