La mañana no es que sea mejor. Amanezco sola en casa, supongo que Melissa se habrá quedado en casa de alguno de sus amigos. Parece que la ciudad esta contra mí. Primero me toca ir detrás de una señora en la cola del metro, luego había tanta gente para salir que se armó un barullo increíble.
-Chica que te pasa? – dice Paula nada mas me ve entrar en el salón.
-Mejor no preguntes...- gruño y paso de largo y siento que ella me sigue
-Segura que quieres entrar ahí? - se para delante de mi puerta y la miro curiosa.
-Si, tengo que trabajar así que...-me encojo de hombros- total que más me puede pasar?
-El señor González está dentro – la veo cerrar los ojos con fuerza
El señor que me espera dentro del gabinete no es que sea mala gente o borde, es que su cuerpo esta repleto de pelo y cada intento de esparcir la crema por su espalda para desenredar los nudos que tiene por los hombros se hace una tarea realmente tediosa.
-Si quieres puedo atenderle yo- mi compañera me mira con lastima y yo niego.
-No, si a pedido cita conmigo yo le atenderé. - cojo aire y entro al gabinete
La tarde pasa así, entre pacientes y masajes. Estoy en la recepción cuando mi tía entra con la misma ropa de la noche anterior y unas gafas puestas. Se para delante del mostrador y cuando quita sus gafas suelto una risita, parece que no ha dormido nada.
-Vaya parece que alguien ha tenido una noche movidita- ella rueda los ojos.
-Calla, si te hubieses quedado habrías visto lo que paso- me mira examinándome
-y que paso? – digo mirando la pantalla para comprobar las cita que tengo ahora.
-Pues que llego un chico moreno muy guapo, cabreado y no pude evitar escuchar la conversación que tubo con mi amigo...- la miro y quito la mirada rápido. - Solo te digo que estas jugando con fuego Raquel, te quiero, eres como una hija para mi por eso te digo que es mejor que te mantengas alejada de él.
-Mira Melissa... te quiero, eres mi tía y como una madre, pero te recuerdo que eres tu quien me llevo a esa fiesta y que eres tu la que no ha vuelto a casa a dormir... así que no me des la charla. - digo demasiado dura
-Tienes razón, así que, no te llevare nunca mas conmigo, si lo que quieres es tu libertad para hacer lo que te de la gana eres libre...- siento que se me hunde el pecho, e sido muy dura. Se coloca las gafas y se marcha rápidamente
Para acabar el día me toca atender a una madre que trajo a su hijo...bueno hijo, a ese gremli. Me gustan los niños, pero este se dedico a toquetear todo y desordenarlo todo, realmente casi le lanzo por la ventana, para colmo su madre no dejaba de hablar por el móvil, por lo que no pude darle bien el masaje. Ficho para salir y me despido de Paula que come en nuestra sala de relax.
-Lo siento! - jadeo cuando algo caliente me cae en el pecho y miro la gran mancha de café que esta en mi camisa blanca de trabajo-
-No...no pasa nada...-susurro y alzo mi vista, es Richie. Nos hemos chocado al el entrar y yo salir del salón. - Vaya hola -me permito sonreír solo un poco en lo que va de día.
-Hola nena! - sonríe al ver que soy yo pero deja de hacerlo. - te ocurre algo? – Como lo ha sabido?
-Na-da es que, tuve una mala noche y el día no a mejorado- susurro y miro mi camisa y enseguida se me aguan los ojos
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Tú, mi mejor decisión.
Romansa¿Que harías cuando, la vida que siempre has soñado hace que te tengas que alejar de tu familia? Raquel tiene que elegir si, ser diseñadora como siempre soñó, o hacer que su padre y sus hermanos estén orgullosos de ella, eso la llevara a tomar un cam...