Miraba por la ventana mientras Paula recogía nuestro pedido. Mis primeros clientes habían ido geniales, me centre en mi trabajo y todo fue increíble. Ahora miro por la gran ventana de la cafetería en la que me encuentro. Hago una cuenta mental de cuanto necesitare para la inscripción en la escuela de moda. Creo que con unos cuatro meses de trabajo y gastando la justo podre empezar en la escuela.
-En que tanto piensas? - Paula deja la bandeja delante de ambas y coloca mi café y mi muffin delante de mi y hace lo mismo con lo que ella ha pedido.
-Nada en mi futuro más cercano. – sonrió amable y bebo de mi café- cuanto llevas trabajando con Doña Clara?
-Dos años... - hace una mueca y sonríe. - no era mi plan inicial cuando me vine aquí pero, tenía que comer y ver donde vivir así que... y tú? ¿Que te trae a venir a una ciudad tan agobiante y dejar un lugar tan bonito como Mallorca?
-Pues, mi madre... ella estudio en la escuela de moda de aquí, y yo quiero seguir sus pasos. - sonrió melancólica al pensar en ella.
-Vaya y ella no te acompañado? - me tenso y ella lo nota enseguida porque frunce el ceño
-Ella falleció hace tres años... - suelta un jadeo y agarra la mano que tengo sobre la mesa.
-Ya veras que siempre meto la pata... lo siento... - suelta con dulzura y yo le sonrió, ella podría ser mi mejor amiga. Por lo que me ha contado es una chica de familia humilde, aun que ella es una loca soñadora, por que sí, desde que salimos a nuestro descanso no a dejado de hablar y hacerme reír y se lo agradezco por que me hace sentir como en casa.
-No te preocupes nos acabamos de conocer y no sabias nada... por cierto algún día podrías venir a mi casa y no se... hacer algo – ella suelta una risita y desmigaja su muffin.
-Me encantaría – dice y mira su reloj- deberíamos regresar, seguro que Doña Clara ya a llegado y tienes que ponerte al día con ella- asiento y soy más rápida que ella dejando un billete sobre la mesa, ella promete que me invitara a la próxima y yo rio por que se que no se rendirá tan fácil.
Cruzamos la pocas calles que separan la cafetería de nuestro trabajo y al entrar no vemos a nadie esperando, pero si a una esbelta e imponente mujer rubia en la recepción, ella al oírnos alza su cabeza y me examina.
-Eres Raquel? - dice analizándome y acercándose.
-Si señora... - siento esos nervios de nuevo por todo mi cuerpo, no soporto ser el centro atención de nadie.
-Bien sígueme- su cara muestra ahora una cálida sonrisa y se encamina por el pasillo contrario de los gabinetes y por el que Paula va mientras me susurra un "Buena suerte nena!" mientras pone sus pulgares arriba. Yo sonrió y sigo a la despampanante mujer que viste una falda de tubo, camisa de botones y tacones casi de aguja.
-Paula me dijo que podía empezar a atender clientes, espero que este bien... - miro su despacho que es sencillo, colores pastel, un escritorio y algunos muebles más.
-Tranquila cielo, que seas tan predispuesta el primer día de trabajo me dice mucho y no solo lo que tu tía me había contado de ti -mira algunos papeles encima de su escritorio y cuando encuentra el que esta buscado me lo extiende. - tu contrato, puedes llevártelo a casa y leerlo, tengo una copia.
-Gracias señora... - lo miro y luego a ella.
-Veras esto no es un centro de spa ni, masajes eróticos ni nada. Es un centro serio y por ello solo vienen personas con dolencias especificas y no siempre tenemos clientes, así que por ahora solo podre pagarte 450€- dice mirándome seria.
-Esta... Está bien – intento que mi cara de decepción no se note demasiado
-Bueno decirte unas normas básicas... no llegues tarde, esta claro que no se puede intimar con ningún cliente, siempre deberás estar impecable y disponible y siempre con el puesto limpio y recogido, aparte de eso espero que nos llevemos bien – se levanta sonriendo y extiende su mano hacia a mi
-Muchas gracias por ayudarme y dejarme ser parte de su centro- ella asiente y yo me retiro mas cohibida de lo que ya me sentía.
A las nueve estoy cruzando las puertas del ático de mi tía y enseguida me inunda un olor a comida que hace que mis tripas rujan, Melissa esta terminando de poner la mesa y ya lleva su pijama puesto.
-Ya estás aquí! Genial porque he preparado tallarines con pollo y verduras – retira mi silla para que me siente y yo prácticamente me dejo caer sobre ella. - Un día duro? ¿Has conocido a Clara? - se sienta a mi lado y se sirve vino.
-Si a todo... - ambas reímos y me llevo el primer bocado la boca, cierro mis ojos y ronroneo- si todas las noches vamos a cenar así tendré primer día de trabajo siempre.
-Si si, no te hagas la graciosa y cuéntame cómo te ha ido- ríe y come mientras me mira
-Pues mi compañera es muy maja y Clara pues, seria... pero supongo que es el papel que debe tener al llevar ese negocio ella sola...
-Bueno no siempre es tan seria ya lo veras... por cierto, el sábado es el cumpleaños de un amigo de mi amigo – ríe al ver el lio que se a hecho- mi amigo el técnico del Madrid, pues uno de los jugadores cumple años y me a invitado... que digo, nos a invitado, así que mañana cuando tengas un descaso te vas de compras y elijes algo bonito sí?
-Mel no estoy para gastar dinero, con lo que tengo me apaño y además para que voy si no conozco a nadie? – miro mi comida y la revuelvo hasta que como otro bocado
-Pues para eso mujer! Mira los chicos son super majos, no va a ser nada despampanante además el dinero te lo voy a dejar yo, mi negocio esta yendo bien y tengo unos ingresos extras.
-Esta bien pero solo un rato... y nada de dejarme sola eh! – la apunto con el tenedor y ella sonríe picara
-No prometo nada, pero va cena y date una ducha para que te relajes...
Cuando como y ayudo a mi tía a recoger la mesa me meto en la ducha y dejo que el agua caliente se lleve todo el cansancio de estos tres días. Cuando me recuesto en la cama a mi mente vienen las imágenes de el chico desconocido y no puedo evitar sonreír al recordarle. Supongo que podría dejarme llevar un poco más, estoy en un lugar nuevo y hay gente nueva. Supongo que ir a la fiesta esa con mi tía Melissa no estará tan mal después de todo.
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Tú, mi mejor decisión.
Romantizm¿Que harías cuando, la vida que siempre has soñado hace que te tengas que alejar de tu familia? Raquel tiene que elegir si, ser diseñadora como siempre soñó, o hacer que su padre y sus hermanos estén orgullosos de ella, eso la llevara a tomar un cam...