Pov Kihyun
Recuerdo con cada detalle como Hyunwoo me hizo el amor. Es su bañera, llenos de espuma y aceites corporales, velas aromáticas, champán y yo moviéndome encima de él. Su piel ardía cada vez que me tocaba. Señaló con su dedo todas mis facciones: la mandíbula, los pómulos, la nariz, los ojos, los labios… Me quemaba, me encendía y me hacía desear tenerlo dentro de mí todo el tiempo. Llegue a tener tres orgasmos. No me sorprende, Hyunwoo era increíble en todo lo que hacía y ayer se comportó como un perfecto caballero conmigo.
También recuerdo la tormenta, me ponía de los nervios pero ayer Shownu consiguió que me olvidara de los truenos por lo que suponía unas cuantas horas en sus brazos. Y ahora, en la mañana me encuentro tumbado encima de él como si fuera un niño pequeño. Él me tenía abrazado de la cintura, su rostro reflejando paz mientras dormía. Le miré la boca, tenía los labios entreabiertos. Me atreví a acariciarlos con el pulgar. Me incliné hasta tenerlos cerca y deje un pequeño beso. Los dos estábamos cansados así que sería mejor no despertarle por ahora. Total, puedo estar aquí hasta la hora de la comida. Todo gracias a Sehun.
Me bajé de su cuerpo y salí de la cama. La cadera me dolía horrores pero no voy a quejarme porque lo disfrute como si hubiera sido nuestra primera vez juntos. Pensándolo bien… Todavía no lo hemos hecho en la cama, tumbados. La primera vez fue en su sofá, y después en la bañera.
Joder, por que deberia preocuparme por eso. La próxima vez será en su cama y yo tendré las piernas abiertas esperando a ser penetrado por Hyunwoo. Me pongo duro de solo pensarlo.
Entré al baño para lavarme la cara, estaba limpio. Cada cosa en su sitio, hasta nuestra ropa estaba en el cesto de la ropa sucia. Lo recogería ayer cuando me dejó en la cama. Abrí el grifo e hice un cuenco con las manos para coger agua. La eché en mi cara y me miré al espejo. Lo que ví me dejó más que sorprendido. Tenía el cuello lleno de marcas moradas y marrones, en las clavículas igual. Subí la camiseta para verme el pecho. No había tantas como arriba pero se notaban algunas pequeñas alrededor de los pezones. Debería haberlo sabido, fue una noche de amor, pasión y al igual que yo, Hyunwoo tuvo sus momentos salvajes.
Lo peor es que no son marcas que se quiten de la noche a la mañana. Probablemente las tenga hasta el lunes. Todos la verán, mis amigos y los profesores. ¡No! Y mis padres también. Estoy en un lío muy gordo.
-Buenos días -Hyunwoo apareció en la puerta con una sonrisa cálida- ¿cómo has despertado? -caminó hasta a mí y me dió un besito-
-Mejor que tú seguro, te habré aplastado -soltó una carcajada- no veo la gracia, se te habrán dormido las extremidades
-Un poco, pero no me importa -me acunó las mejillas- me gusta que te aferres a mí cuando dormimos juntos- me dió otro beso y cuando se separó se fijó en los chupetones de mi cuello- joder… No me dí cuenta de lo mucho que se marcarían -pasó el dedo por la curvatura de mi cuello. ¿No es muy temprano para esto?- prometo ser más responsable la próxima vez, pequeño.
-Mirate al espejo, estás igual que yo -se puso de frente al espejo. Sonreí porque eso se lo hice yo y no la zorra de su ex mujer- por lo menos tu piel las disimula un poco pero yo soy completamente pálido -asintió mirándome por el espejo-
-Ya nos ocuparemos de esto luego -me cogió la mano y volvimos a la cama-Me senté como los indios observando lo que hacía. Sacó unas fresas y chocolate de la neverita bajo la mesilla de noche. ¿Este hombre lo tiene todo preparado o qué?
-Pensé en comerlas después de haber hecho el amor… Pero no quería despertarte -me había leído la mente. Ahora recuerdo el olor a chocolate caliente cuando entré en la casa- ¿tienes hambre?
Y tan rápido como lo dijo, mis tripas empezaron a hacer un concierto de ruidos sordos. Mis mejillas se pusieron rojas cuando Hyunwoo respondió por mí y se sentó mía en la misma postura que yo.
Dejó el bol de las fresas a su derecha cogiendo una y sumergiendola en el chocolate. La rodó para que no se escurriera mucho el chocolate y la llevó directo a mi boca.
Mordí la mitad y él limpio con uno de sus dedos el chocolate que quedó en mi labio, llevándoselo a la boca junto a la otra mitad de la fresa. ¿Porqué un desayuno me parecía tan erótico de repente? Ah es cierto. Es sexólogo y sabe como volverme loco.
-¿Te gusta frías o las preferirías calientes? -yo dije algo como que no gracias. Estaba nervioso, no me juzguéis- entonces toma la siguiente
Volvió a repetir el mismo proceso, solo que esta vez, al ser una fresa más pequeña me lo comí yo entera. Y así con las demás. El no comió ni una.
-Hyunwoo… ¿no te gustan? Solo has comido la mitad de una
-Si me gustan, pero quiero que seas tú quien se las coma todas -cogió la última fresa pero antes de que la metiera en el chocolate pusi mano sobre la suya-
-Déjame a mí -cogí la fresa y la sumergí en el poco chocolate que quedaba en el bol- esta es para tí -aparte el bol de sus manos y lo deje en el suelo. Me senté encima de él y con la mano libre acaricié la parte de atrás de su pelo. Llevé la fresa hasta sus labios y los manche (queriendo) un poco. Si el sabía cómo hipnotizarme yo también puedo ¿no?. Su nuez se movió de arriba a abajo cuando trago la fresa, fue entonces cuando repasé sus carnosos labios con mi lengua. Llevándome por delante el delicioso sabor del chocolate-
-Kihyun… -rocé mi nariz con la suya y planté mi boca sobre la suya, y por primera vez me dejó llevar a mí el control- lo daría todo por estar así todas las mañanas- sonreímos en medio del beso- no me gusta esperar hasta la madrugada para poder vernos, te necesito a todas horas pequeñoA mi tampoco me gustaba la idea de ser novios y ocultarnos. Pero ¿y entonces qué? ¿Dejo que todos (alumnos, profesores y mis padres) se enteren de lo nuestro? Denuncié a un profesor por abusar de mi, y ahora salgo con un profesor. Me saca veinte años, podría ir a la cárcel por un largo tiempo y no estoy dispuesto a separarme de él.
-Es lo mejor por ahora, queda poco para la graduación -nos miramos a los ojos- y entonces no nos hará falta ocultarnos ante nadie
-Repítelo otra vez - apoyó su frente a la mía y me cogió las manos-
-Podremos salir por las calles tomados de la mano sin importarnos lo que diga la gente. Muy pronto… Hay que tener paciencia ¿vale? -me dió unos besos en los nudillos y luego en la nariz- Por el momento estoy agusto en tu casa- el pecho le tembló cuando río - podría acostumbrarme a esto
-¿Y que te lo dé todo hecho? - nos separamos un poco y asentí con arrogancia- No sabía que fueras tan caprichoso
-Lo soy cuando algo me gusta y lo quiero - alcé los hombros y reí -
- Conmigo da por hecho de que no te faltará de nada - se le iluminó la mirada- te daré todo lo que me pidas
-Me basta con que estes a mi lado. Eso es lo que me hace feliz no las cosas materiales-le abracé con fuerza y el me acarició el pelo y la espalda-Estar con él es lo mejor que me ha pasado en la vida. Ahora sé que puedo ser feliz de nuevo, y que nadie podrá meterse en médio.