Pov Hyunwoo
Muchas veces en la vida te paras a pensar si lo que estas haciendo esta bien o esta mal. Si tus actos van a traer consecuencias. ¿Pero sabeis que? Que da exactamente igual la elección que tomes, da igual porque a fin de cuentas debes escoger tu propio camino.
No podía estar quiero sin hacer nada mientras ese capullo llamado Nakamoto se hace el inocente delante de todos. Sé lo que ví y no hace falta ser testigo cuando Kihyun está temblando detrás mía y los ojos rojos e hinchados y las marcas en su piel.
Le consolé lo mejor que pude hasta que los agentes de policía llegaron a la escuela. Nakamoto estaba con la profesora de artes plásticas y visuales y la subdirectora; y a mi lado Hoseok y Hyungwon. Éste último al lado de Kihyun a mi espalda porque sabe por lo que acaba de pasar.
-Señor Son, no podemos detenerle si el joven no dice lo que pasó - abrió su libreta listo para apuntar - Joven Yoo, ¿que ha pasado exactamente?
Kihyun se puso a mi lado y miró al agente que tomaba nota. Quería abrazarle para que se sintiera mas seguro pero aquí soy su profesor y no puedo darme tantas libertades
-Yo vine a esta sala para hablar de mis cualificaciones finales con el profesor Hyunwoo. Cuando Nakamoto me dijo que no estaba me dí la vuelta para marcharme -paró un segundo y cuando Hyungwon pasó su mano por su espalda continuó -me..tiró de mi hasta que quedé entre su cuerpo y la maquina. Tambien me dijo que estuvo mucho tiempo esperando a que estuviera solo para...para... -al ver de nuevo las lágrimas no pude contenerme más y le cogí la mano. Acto que el policia no lo tomó importante-
-Son ¿cómo supiste lo que ocurria?
-Tenía que quedarme con alumnos castigados de cuarto pero al ir a coger las fichas no tenía mi maletín. La puerta no estaba con seguro asique nada más ver lo que pasa tuve con pararle -y con gusto hubiera seguido hasta dejarle inconsciente-
-Tenemos informes donde pone que esto ya pasó una vez con -chasquea los dedos a su compañero de atrás para que le dé un papel- Chae Hyungwon y Shin Hoseok -mirá a los dos- y después a ti -señala a Kihyun-
-Agente ¿van a datenerle? -pregunta Hoseok-
-Tenemos que oir su versión y...
-¡Les va a mentir! -Kihyun aprieta mi mano con fuerza- Tienen que meterle en la cárcel. Un hombre asi no puede estar suelto
-Es el reglamento. Yo no puse las normas -el agente cierra el cuaderno y lo mete en el bolsillo interno de su chaqueta- les notificaremos en dos días para que vengan a comisaria y hablar de como terminará todo. Hasta entonces, lo recomendable en quedarse en casa para que Nakamoto no se acerque a ti. No sabemos como va a actuar -Kihyun hizo un leve asentimiento de cabeza- señores... -se dirigió a nosotros- guarden las distancias con Nakamoto. Hyunwoo y Hoseok sobre todo -nos apuntó con el dedo- nos vemos en dos días
Al momento de irse los agentes para hablar con Nakamoto, Hoseok, Hyungwon y yo nos dirigimos a Kihyun.
-Cuenta conmigo para lo que necesites -dijo Hyungwon con amabilidad-
-Kihyun, ese cabrón no volverá a salir del calabozo -Hoseok le abrazó- Hyungwonie tenemos que dar clase ahora. Dejemosle solo con Shownu -se despidieron de Kihyun y salieron cerrando la puerta-
-Chicos, si los alumnos piden explicaciones de lo ocurrido, evadir las preguntas. Es mejor que no haya rumores de nadie.
Kihyun me abrazó por la cintura al momento de que ellos salieran. Yo tambien necesitaba ese abrazo joder.
-No sabes lo mucho que os agradezco esto -levantó la cabeza y sus ojitos brillaron con los míos - sobre todo a ti. Me daba igual quien me quitara a ese hombre de encima pero has sido tú...
-Mi amor -le acaricié la mejilla y me incliné hasta juntar nuestras narices- te prometo que todo ira bien. A si tenga que mover cielo y tierra para acabar con ese mal nacido
-Te amo -llevó una de sus manos a mi mejilla- no sé que haría sin ti -sonrió a milímetros de mis labios-
Terminé por cortar la distancia. Sus dos manos estaban en mis mejillas y las mias en su espalda, atrayendolo más a mi cuerpo si es que se podía. Nuestras bocas se movían despacio, con delicadeza. El sabor dulce y salado de las lagrimas en sus labios me destrozaban por completo de una manera inexplicable. Amaba todo de él, el sonido humedo de nuestros labios al separarse cuando nos faltaba el aire y la manera tan cariñosa en la que él volvía a besarme. Su sonrisa entre beso y beso. Aquella que me hacia saber que estaba bien, que estaba en paz.
En lo más profundo de mi ser sabía que debíamos parar.
Pero ni podía ni quería.
