Las dos Tracis.

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-¿Conocía a la víctima? -la fuerte voz de Hank hizo que se oyera en todo el establecimiento.

-No, bueno, puede que hubiera venido dos o tres veces... Es que esta gente no suele hablar mucho, ya sabes... Entran, hacen sus cosas y se van por donde han venido...

Él y el dueño del local siguieron conversando. Decidí pasearme un poco por el lugar. Miré a los androides, todos eran atractivos. Obviamente, sabía que eran creados con buen aspecto físico para mejorar la integración con los humanos, pero es que eran muy perfectos.

Eché un vistazo a Connor. Él también era un androide muy atractivo y hasta ahora no me percaté de ello.

-No se han detectado huellas. Inténtelo de nuevo.

El sonido de la voz programada sonó después de que mi amigo androide intentara alquilarla. Me acerqué hacia él con una sonrisa ladeada.

-Pensé que te iban más los modelos masculinos -solté.

-Intento averiguar una cosa -suspiró-. ¿Me harías el favor de alquilar esta Traci?

-¿Estás de broma? Mi padre maneja mi cuenta bancaria, si ve que me gasto el dinero en esto, me matará.

Connor frunció el ceño y miró a Anderson.

-Disculpe teniente. ¿Puede venir aquí?

-¿Has encontrado algo?

-Tal vez... -se acercó a nosotros y esperó a que hablara-. ¿Puede alquilar esta Traci?

-Joder, Connor. Tenemos mejores cosas que hacer...

Reí ligeramente y negué.

-¡Por favor, teniente! Usted confíe en mí.

Logró convencerlo y se acercó a la cápsula de esa androide.

-Hola, 30 minutos cuestan 29,99 $. Por favor, confirme su compra -Hank miró a Connor y este asintió.

-Esto no va a quedar bien en mi cuenta de gastos... -puso su mano en el lector.

-Compra confirmada. El club Edén le desea una experiencia placentera.

-De nada.

La Traci salió del minúsculo lugar donde estaba.

-Encantada de verle. Sígame, le llevaré a su habitación.

-No, no tiene que estar conmigo -contestó. Esa Traci me miró seductora y se acercó a mi.

-¿Entonces será con esta preciosa chica? -empezó a tocarme el pelo y yo me sonrojé mientras me ponía detrás de mi compañero.

-¿Y ahora qué? -pregunté para que hiciera algo.

Se adelantó hacia ella e hizo lo mismo que con la Traci que estaba dentro de la habitación.

-No me jodas... ¿Pero qué coño haces?

Miramos al joven el cual estaba quieto. De repente quitó la mano.

I'm Not A Deviant | Detroit Become HumanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora