Vuelta a la infancia.

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. . .

El agua fría lo notaba hasta en los huesos. Abrí los ojos e intenté dirigirme a la escalera de mano lo más rápido posible.

Estaba totalmente congelada, creo que hasta tiritaba. Nada más subirla, me senté e intenté tomar aire.

-Esta ha sido la peor decisión que he tomado en mi vida -solté mientras tosía.

-Vamos, cuanto antes lleguemos, antes podrás calentarte.

Rodé mis ojos y me levanté. Ahora sí que estaba despierta. Cruzamos una puerta amarilla y entramos a un pasillo largo.

-No veo nada.

-Sígueme -me tomó de la mano y caminó dejándome atrás. Yo por si acaso saqué mi nueva pistola, ya que se la di al androide al que salvé en la azotea.

Después de varias vueltas y puertas abiertas, logramos llegar a Jericho. Aquel lugar en el que los androides buscaban su libertad.

Miré asombrada. Había muchísimos androides de distintos modelos y funciones.

-Recuerda no llamar la atención de nadie -me informó. Asentí.

Caminamos hacia unas mesas que estaban en el centro y tenían varias bombas encima. Le eché una mirada a Connor, que parecía buscar algo.

-Eh Connor, hay un montón de explosivos -le susurré mientras que él les echaba un vistazo.

-¿Planean explotar Jericho?

Me encogí de hombros. Seguí dando vueltas, no habíamos planeando algo exacto, solamente fuimos a investigar. Por alguna extraña razón, Connor seguía buscando algo con la mirada.

-¿Pasa algo? -pregunté curiosa.

-No, nada.

-Oye Connor, no debe... -estaba a punto de seguir la oración hasta que me interrumpió.

-Ahí hay una hoguera, ve allí y caliéntate, seguiré investigando el lugar.

Estaba a punto de quejarme hasta que le vi alejarse. Suspiré cansada y me encaminé hacia la hoguera.

En ella había un gran androide de piel morena y una pequeña niña castaña. Tragué saliva, ese androide gigante me intimidaba. Me acerqué a la hoguera y calenté mis manos.

Mi ropa mojada no ayudaba en esos momentos.

Cuando ya me encontré un poco más cálida, me senté en una de esas cajas de CyberLife que usaban de asiento. Las paredes, estaban llenas de la palabra rA9, al igual que en otros sitios donde atrapábamos divergentes.

Suspiré, ¿quién podría ser ese famoso rA9? Me acomodé y eché una mirada a la niña que estaba a escasos metros de mi.

Decidí hablar con ella a pesar de que Connor me dijera que no llamara la atención.

-Hola -la saludé amablemente. Ella no respondió-. Me llamo (T/N), ¿y tú? -miró hacia el androide de piel morena buscando aprobación, este le asintió.

-Soy Alice -dijo en voz baja-. Y él es Luther.

Señaló al que dije que me intimidaba y ese me hizo una seña con la cabeza en forma de saludo.

-Pareces aburrida -me sinceré. Pues era verdad, se la veía sin ganas de nada-. Me sé un juego buenísimo para pasar el rato.

-¿Cuál?

-Acércate -estaba dudosa y volvió a alzar la vista hacia Luther, que de nuevo asintió.

Se acercó a mi y yo me senté en posición de indio. Me copió y esperó.

-Esto es así. Tenemos que ir moviendo las manos de esta forma -lo hago-. Al son de la palabra de cuatro sílabas. Cada sílaba tiene un movimiento, por ejemplo -muevo mis manos al compás de la palabra-. Cho-co-la-te, cho-co, cho-co, la-la, cho-co, cho-co, te-te. Cho-co-la, cho-co te, cho-co-la-te -lo explico lento y ella parece entenderlo.

Volvemos a hacerlo con la misma palabra y lo logra hacer a la perfección.

-¡Bien hecho! -la sonrío y ella hace lo mismo.

-Tienes las manos muy frías -dice preocupada-. Toma -se quita sus guantes y me los ofrece.

-No, gracias, tú los necesitas más que yo -le aparto las manos para que entendiera que quiero que se los quede. Puso una cara de decepción y volvió a coger sus guantes-. Bueno, tengo mucho frío la verdad.

Vuelve a ofrecérmelos contenta y los tomo. Son elásticos, por lo que me caben perfectamente. Le agradezco y seguimos jugando. Luther caminó y fue hacia otra androide de pelo corto y negro. Volvió y se sentó a mi lado, de pronto, la androide con la que vino se puso enfrente de nosotros.

Fue ahí cuando noté que debía marcharme. Me levanté no sin anes despedirme de ellos.

Decidí buscar a Connor de nuevo, llevaba desaparecido un buen rato. Había escaleras, tal vez estuviera arriba. Me dirigí a una, pero noté que alguien me tocó en la espalda. Una androide de piel oscura, sin parte trasera, ojos totalmente negro y medio despedazada.

. . .

Hueeeee, interactuamos con Alice, Luther, Lucy y un poco Kara :D. Estamos cerca del final, por lo que tendré que dividir los capítulos en 700-800 palabras, pero seguramente haya uno o dos con muchísimas.

Mañana os traigo otro capítulo, y si no,os haré una mini maratón de nuevo ;).

PD: Terminé Friends y estoy en esa etapa de no sé que hacer con mi vida y no sé que otra serie podrá llenar mi vacío. ¿Me recomendáis alguna de Netflix?

Os amo <3.

I'm Not A Deviant | Detroit Become HumanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora