En el invierno de 1423, la helada más intensa hasta donde se tenían registros mató a Danielle. La omega enlazada al príncipe Louis, alfa.
Él, sumido en una intensa depresión, cerró las puertas de su palacio para todos, al igual que su corazón roto...
Capítulo dedicado a: Zapphireeee_veillll porque sin ellas esta historia literalmente no sería posible...porque pues, ya know, nosotros la escribimos y ahora me estoy preparando para que Zapph me pegue.
Disfruten...lol
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Al día siguiente, Harry se despertó al oír movimiento en la puerta de abajo del palacio. En pijama salió de su habitación. ¡Y vaya olor!
Louis seguía echado en su cama, no tenía ninguna intención de levantarse... Bueno, tal vez sí tenía una muy rizada. Con toda la flojera del mundo se paró de la cama y se puso una bata.
Cuando salió vio a Harry ido, en la puerta de su habitación.
-¿Qué te pasa?
-Uhm... Huele muy bien, sólo eso.
El ojiazul rió ante la ternura del rizado, al parecer le gustaba mucho el olor de esta comida.
Louis se paró en el umbral de su cuarto y respiro hondo. Ni siquiera tenía que esforzarse, desde ahí lograba oler perfectamente cada cosa que estaba siendo cocinada. Rebanadas de pan blanco con mermeladas de distintos sabores para untarles, además de trozos de fresa fresca y leche de almendras. Pan, pan y más pan era lo demás que había.
Harry tenía unos muy buenos modales, pero Louis era impecable. El omega, a diferencia del alfa, no había sido criado en la realeza, todos los modales y protocolos los había aprendido cuando se estaba por enlazar, por otro lado Louis había sido criado por su tío, el Rey, que, al no tener hijos, había dejado a Louis cómo su único heredero. Su padre había abandonado a su madre, y esto le costó la vida a la omega. Sus hermanas habían hecho sus vidas con alfas importantes y se habían marchado hace años. Pero Louis no, él nunca se fue. El amaba la isla, por eso decidió quedarse ahí con Danielle.
Harry aún recordaba el primer desayuno juntos. Él tontamente había esperado a que Louis empezará a comer, y el de ojos azules, al ver esto, le había dicho que el podía empezar a comer en el momento en que probaran su comida.
Harry y Louis comieron tranquilamente y ni una palabra se oyó, más ese impecable silencio se vio interrumpido cuando Zayn irrumpió en el comedor sin ser anunciado.
Niall llegó apresurado al lugar, se veía agitado. Louis lo interrogó con la mirada.
-Lo siento tanto, su alteza. El joven abrió abruptamente la puerta y entró como Juan por su casa.
-Niall, no me llames "Su alteza". Y Zayn, me puedes explicar qué haces aquí.
