Llegó el día de presentar la nueva campaña, así que me levanté muy temprano. Tony había llamado la noche anterior, justo cuando estaba apagando las luces de la recamara para ir a dormir, y me dijo que teníamos que estar muy temprano. Mí experiencia me decía que los ejecutivos de Loctit no eran particularmente muy pacientes. Me duché y me puse un traje azul marino, ni muy formal, ni muy casual, algo balanceado. Me abrigué bien y salí del departamento a eso de las seis de la mañana. Aún no clareaba, el cielo estaba todavía estrellado.
Solamente desayuné un panqué de naranja de la tienda y un americano que compré camino a la oficina. Sabes muy bien que si es muy temprano no puedo desayunar como se debe, o me darán náuseas.
Llegué a la empresa antes que nadie, una vez más, y me encerré en la oficina con mi música a repasar las cosas. Así suelo ser. Debo repasar todo mil veces para estar segura de lo que estoy haciendo.
Olivia llegó aproximadamente diez minutos después y venía con una cara de desvelo que rayaba en el mal humor.
—Luces como la gemela malvada de la recepcionista —dije bromeando—. Ella rió por obligación, pero de lejos se notó que no le hizo mucha gracia. Me sentí un poco tonta.
—Tuve una discusión con mamá y después de eso no pude pegar los ojos en toda la noche. Estuve repasando la presentación y haciendo ajustes, inclusive le avancé a lo de la feria gastronómica —contestó y dio un sorbo al vaso de café que traía en la mano—.
Una parte dentro de mí quería preguntar qué ocurría, lo deseaba, más si te soy sincera, no era por curiosidad. En realidad no me importaba la relación que ella llevara con su familia, pero aún así sentía que tenía que hacerlo de algún modo. No quería que me tomase por entrometida, pero tampoco buscaba que pensase que me era indiferente, así que lo hice después de darle muchas vueltas al asunto y después de unos minutos de un atroz silencio, bastante incómodo entre las dos, donde solo el sonido de los autos de fuera y las aves impedían que esa misma incomodidad fuese insoportable. Estoy segura de que inclusive, para ese momento, ya estaba fuera de lugar, pero aún así lo hice.
Olivia permaneció en silencio, como si me estuviese ignorando. Quizá me lo había ganado. Acomodó sus cosas y encendió su computadora, después dió un gran sorbo a su café. Me hallaba enmedio de otra incomodidad, esta vez una que oprimía mi pecho y me hacía desear salir corriendo de ahí, pero justo antes de que pasara, respondió al fin:
—Mis padres se van a separar, llevan peleándose el divorcio desde hace meses. —Tenía si voz un notorio aire de tristeza que intentaba ocultar—.
Me sentí aún más incómoda por haber preguntado.
Me acerqué a abrir la ventana y encendí un cigarrillo. ¿Cómo saldría de esto...? Hubiese sido mejor no preguntar.
Venía clarendo y los sonidos de la cuidad se hacían cada vez más presentes. Pensé en ofrecerle un cigarrillo, fumar siempre me ayudaba a despejar mi mente, pero recordé que jamás había visto un hilo de humo escapar de los rosados labios de Olivia Farcug.
¿Qué me quedaba...?
El silencio incómodo volvió. La vista de la ventana no ofrecía gran cosa: techos de edificios, contaminación, espectaculares... Mi vista se clavó en un anuncio de Burger King. Entonces, después de una gran bocanada de humo, comencé a hablar y le conté un poco, solo un poco, de lo que había pasado con mis padres, cuando decidieron divorciarse la primera vez.
Ella escuchaba atenta, asentía de vez en cuando y luego volvía la vista hacia su computadora, pero al cabo de un rato se abrió más conmigo y se giró hacía mí. Me explicó sus razones. Su padre tiene un problema con el juego que ha venido empeorando con los años y su madre está harta, porque ello les ha generado fuertes deudas, tanto así que inclusive podrían perder la casa.
![](https://img.wattpad.com/cover/133018304-288-k723812.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cenizas, nieve y Lyudmila.
AventureLyudmila es una mujer de veinticinco años, pálida, menuda y orgullosa, que comienza narrando su vida a partir de una ausencia. Todo ha cambiado, ya no puede pintar más, tampoco sonreír, ni mucho menos, bailar. Pasará por muchas cosas en su lucha por...