HANGSANG; v-hope

005

Narra Hoseok

— Sigo sin entender ¿Por qué necesitamos a ese niño? — cuestionó JungKook con irritación.

Bien, realmente no tenía ninguna necesidad de sumar a alguien más en este equipo, pero, después de la metida de pata que JungKook tuvo, no tuve otra opción que joderme y hacerlo parte de esto, a pesar de ser un completo extraño, pues, mi otra opción no era muy viable.

— Jeon, fue tu culpa — respondió Yoongi en mi lugar — si dejaras de ser paranoico y buscar problemas por todo, nada de esto estaría pasando y seguiríamos siendo nosotros tres, pero, ahora debes joderte y cerrar la boca.

JungKook bufó cansado — Fácilmente Hoseok le hubiera cortado el cuello y habría puesto fin a esto, pero, ¿Por qué no lo has hecho? Ese idiota sólo será un estorbo.

— Calla, JungKook.

— ¿Qué? ¿Su linda carita no te deja hacerlo? — se burló.

Iba a responderle de mala gana, hasta que, el ruido de la puerta siendo abierta, me puso alerta. Saqué el arma que tenía guardado conmigo, JungKook había hecho lo mismo al igual que Yoongi.

Un grito agudo por parte de la persona que estaba entrando, me hizo guardar el arma y resoplar de fastidio.

Era el cobarde de Taehyung.

— Ah, eres tú — dijo JungKook — pasa.

Taehyung entró con la cabeza mirando hacía el suelo, podía ver como sus delgadas piernas temblaban del miedo, realmente amaba imponer ese sentimiento en las personas.

— Mocoso, mi cara está aquí arriba — hablé.

— Es la misma porquería — respondió en un susurro.

Alcé las cejas divertido ¿Es que aún no entendía en qué situación se encontraba? — Te he dicho que mantengas la boca cerrada, o te daré una razón para tenerla abierta, niño bonito.

— ¿Para qué mierda me querías aquí? — ignoró todo lo que le había dicho, bien, luego me encargaría de su mala actitud, a pesar de que Taehyung era un cobarde tenía una gran bocota, que seguramente lo metía en muchos problemas, pues, estaba a nada de buscarse unos cuentos conmigo si no aprendía pronto a morderse la lengua si se trataba de llevarme la contraria.

— Hoseok te dará tu primera tarea — respondió Yoongi — así que, presta atención.

Taehyung alzó las cejas confundido — ¿Tarea sobre qué?

— Digamos que hoy cobraremos a algunos niños malos un par de millones de wons por haber rebasado la fecha limite de pago de ciertos amigos — dije sonriendo.

— ¿Piensas que voy a matarlos? ¡No me jodas! — gritó — no me mancharé de sangre por ti ni por nadie.

— Nadie mencionó nada sobre asesinarlos, pero, me alegra que sepas hacía donde va esto — hablé — te necesito porque sé que puedes hacer esto, que estos idiotas juntos no podrían ni intentándolo.

— Vete a la mierda, Jung — respondió Yoongi, para después darle una calada su cigarrillo. Odiaba que fumara dentro del lugar, apestaba demasiado a humo, y no lo soportaba.

Reí ante la actitud de Yoongi, pero, lo dejé pasar, no tenia ánimos para discutir con él, pues, ahora me tocaba hacer esto con Taehyung. Después de unos minutos, le expliqué lo que tenia hacer, vamos que, no era tan difícil.

Sólo entraría al sistema de seguridad de estos idiotas que trabajan en el gobierno. Robaría las claves bancarias de cada uno de esos imbéciles, bajaría el capital que sus empresas que tenían a un 0.000% para finalmente, entrar a la bolsa de valor y jugar un rato con los números.

— Me niego — respondió — no lo haré, es estúpido e ilegal.

— Bienvenido al mundo de Jung Hoseok — dije sarcásticamente — nada de lo que hacemos es legal, Taehyung. Te lo repito, nosotros hacemos el trabajo sucio, y tú, ahora, harás lo mismo.

— ¡No!

Bien, estaba cansando de su estúpida actitud. ¿Quería conocer al verdadero Jung Hoseok? Entonces le daría el placer de hacerlo. Saqué nuevamente mi arma y caminé hasta él. Rápidamente, la coloqué bajo la barbilla, con el dedo en el gatillo.

Miré a Taehyung abrir los ojos con sorpresa, llevando sus manos hacía las mías, que sostenía el arma con firmeza. Mirándolo a los ojos y sin titubeos, hablé.

— Escúchame bien, Kim. Esta será la ultima vez que colmes mi poca paciencia. Entiende que ahora estas jodido, y trabajabas para mí, te guste o no. Te jodí, estás jodido, eres mío, y puedo hacer contigo lo que se me venga en gana y si te mantengo con vida es porque sé que me serás útil en algo, pero, si continas siendo un antipático de mierda, no me molestaré en jalar el gatillo, viéndote a los ojos para después arrojarte a una bolsa de basura, y desaparecerte para siempre, así que, ¿Cooperas o das tus últimas palabras, niño bonito?

....

Lancé los miles de billetes por el aire, mientras reía de felicidad. Lo habíamos logrado y esto era nuestra paga. Taehyung no estaba contento, pero, poco me importaba. Estaba aquí para complacerme.

— Vaya, ahora veo que útil puedes ser, Kim — alagó JungKook — ahora entiendo, creí que mi hermano era un idiota, pero, esto ha cambiado mi punto de vista acerca de ti.

— ¿Ya puedo irme? Tengo que ir a la Universidad mañana — fue todo lo que dijo. ¿Aún le seguía preocupando ir a ese estúpido lugar? Con lo que haría ahora, podía vivir bien toda su mano, sin molestarse en conseguir un patético empleo de segunda.

— ¿No te quedarás a celebrar?

Taehyung negó.

— Tengo cosas más importantes que quedarme aquí — tomó su mochila, sin dejar esa expresión de culpa en su rostro.

Él creía que todas esas personas no merecían lo que le hicimos, cuando es todo lo contrario. Era dinero que obtenían de jugadas sucias, y tratos chuecos con la mafia. Al final no podían devolverlo por su alto ego, y el hecho de creerse intocables.

Y aquí teníamos las consecuencias de sus actos.

— Te veo mañana — hablé, contando algunos billetes.

— Como sea — respondió saliendo del lugar.

Segundos después, la puerta se cerró. Miré a Yoongi quien guardaba su parte en una mochila, mientras que, JungKook sonreía, con aquella expresión de saber cómo gastaría su parte en cientos de videojuegos que a él le gustaba.

Pues al final de todo, sólo tenía 15 años.

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Hello.