Narra Hoseok
Comenzamos a caminar hasta la entrada de la lujosa y excesiva mansión del anfitrión, con Taehyung a un lado mío sudando por los nervios, oh joder que gallina era.
Jamás he entendido la extravagante vida de los ricos, si, tal vez ellos y yo tengamos la misma cantidad de dinero en los bolsillos, pero, nunca sentí ese vacío que ellos tenían para llenarlo con semejante cantidad de artículos ridículamente lujosos.
Ricos idiotas.
— ¿Quieres calmarte de una buena vez? — mascullé con cansancio al ver a Taehyung mordisquearse la punta de sus dedos. Lo mataría, claro que lo haría, si por él fallamos.
Taehyung me miró molestó — Disculpa, no estoy acostumbrado a fingir alguien que no soy para robar la caja fuerte de un jodido político de mi país — reí al oírle, era tan cobarde.
Le miré de pies a cabeza. El traje le sentaba bien, demasiado bien para un cabeza hueca como él, estaba seguro que robaría miradas toda lo noche, tanto de mujeres como hombres.
— Mira, sólo no hagas una estupidez — revoloteé los ojos con cansancio — ahora ven acá, déjame rodear tu cintura con mi brazo — intenté hacerlo, pero, Taehyung dio un salto del susto que, si no estuviéramos en esta situación, lo catalogaría como gracioso — ¿Ahora qué ocurre? Te recuerdo que somos una feliz pareja asistiendo a la fiesta.
— No me molestes, que aun no digiero el hecho que debo fingir estar enamorada de un idiota como tú — escupió fríamente, como si el rechazo me doliera, ¡Por supuesto que no! Llegó un momento en que ello dejo de importarme.
Lo jalé cansado de su arrogancia, lo tomé de la cintura y me acerqué hasta la altura de sus labios — Óyeme, y óyeme bien, Kim. No voy a perder esto por ti, ni por nadie, créeme que me causa tantas nauseas como a ti, tener que fingir que estoy enamorado de un niño patético y asustadizo como lo eres tú, así que, déjate de idioteces y comienza a actuar, antes de que me invente la historia que mi pobre pareja la descuartizaron a última hora.
Tragó saliva y asintió.
La noche sería tan jodidamente larga por lo visto.
....
Entramos sonriendo, saludando a personas que en nuestra vida habíamos visto, algunas sólo en portadas de revistas políticas o artículos aburridos de la red. Llevé mi mano cuidadosamente hasta mi oído para encender mi auricular. Le lancé una mirada a Taehyung para que hiciera lo mismo, el cual a murmullos y regañeses accedió.
— ¿JungKook? — susurré en el micrófono suavemente — ¿Puedes oírme?
Escuché unas risas salir de mi auricular — Oh hermanito, desde los últimos veinte minutos hemos escuchado todo — se burló — Por cierto, Taehyung ¿Cómo estás? Mi hermano no bromea con lo que dijo.
— Cierra la maldita boca — masculló Taehyung — ¿Dónde se supone que está esa maldita caja fuerte?
Oímos a JungKook apretar los teclados de su computadora, seguramente buscando la cámara que enseñara dónde se encontraba y cómo llegar hasta ella. Mientras él hacia ello, observé a varias personas mirando fijamente a Taehyung, quien tenía la mirada perdida hacía una de las pinturas colgadas en la pared.
— Okay — se escuchó decir a JungKook — detrás de las cortinas rojas, hay un pasillo que da a unas escaleras para el segundo piso, dentro de ese pasillo, hasta el final, doblan a mano derecha y se encontraran una pintura colgada en la pared, quítenla al llegar y ahí encontraran la caja fuerte — la línea quedó en silencio unos segundos — mierda, hay guardias comenzando a vigilar la casa, tengan cuidado.
— Anotado, bien — respondí — Taehyung ¿Traes los códigos?
Taehyung asintió palmeando levemente su bolsillo con la memoria USB, guardada, sonreí y lo tomé de la mano — Bien, ahora hay que tratar de socializar, o comenzarán a sospechar, las personas comienzan a mirarnos y eso no es bueno, o tal vez sí.
Alzó las cejas confundido — ¿Tal vez sí? — cuestionó con extrañeza — ¿A qué te refieres con ello?
— No es fácil no verme — reí con picardía — ahora, vamos a hablar y buscar una copa de algo, y trataremos de llegar hasta donde JungKook nos dijo de forma discreta.
....
Después de un rato, logramos burlar a la seguridad que se encontraba en la planta alta, no será fácil, pero, era tarde para poder arrepentirnos, además ¿Quién no querría un poco de dinero por hacer nada?
— Bien, vigilaré el pasillo mientras hackeas la bóveda — Taehyung asintió y sacó la memoria USB que guardaba dentro de uno de los bolsillos de su pantalón.
Regresé mi vista hacía el largo y oscuro pasillo, colocándome los lentes de visión nocturna que JungKook me había dado para no tener ningún problema en poder darme cuenta si alguien se nos acercaba.
Oía a lo lejos a Taehyung teclear números dentro de su equipo, era fácil: Hackear, cambiar el código, abrir, entrar, tomar y salir sin que nadie se diera cuenta del gran robo, bueno, no darse cuenta en el momento.
— Entré — susurró Taehyung — ¿Qué clave utilizo?
Bufé — Joder, lo que tú quieras — no puede ser que hasta eso tenía que preguntar — 1, 2, 3, 4, 5.
Con mala gana, escribió los números que le había dado, por favor no teníamos tiempo de pensar en una bonita contraseña como él quería. Pasamos casi una hora rodeados de esos malditos ricos y otra hora para poder llegar al siguiente piso.
Me perdí en mis pensamientos hasta que el sonido de la bóveda abriéndose me sacó de ellos.
Estaba hecho.
....
Narra Taehyung
Me quejé de dolor al caer sobre los arbustos que intentaron suavizar mi salto desde el maldito segundo piso. Que Hoseok no me permitió ni cinco minutos de prepararme mentalmente de tal vez romperme un brazo o una pierna por tal caída.
— ¿Ya estás listo? — gritó desde arriba.
— Por supuesto que sí, idiota.
Luego de eso, bolsas y más bolsas comenzaron a caer desde arriba. Ni siquiera sabía que cantidad debíamos tomar, pero, por lo poco que tengo conociendo a estos tipos estaba seguro que vaciarían la bóveda si ese era su plan desde el comienzo.
No me gustaba para nada toda esta vida de actos delictivos.
;_
Hello.
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HANGSANG; v-hope
FanfictionHangsang; vhope. Prohibido tomar partes de la historia/ adaptar sin mi permiso. Vocabulario con palabras altisonantes.