Capitulo 2.

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Vale:

Luego de la última llamada de Poché me sentí contenta, no quería comer sola, las cosas con Rosio no andaban bien, llevábamos 4 años siendo novias y últimamente sentía como ella estaba distante de mí,  ya no sentía lo mismo que antes y con las ultima conversación que tuvimos me lo había dejado bastante claro, en cambio yo, aun la amaba como la primera vez y esto hacia que me doliera demasiado el corazón, su cambio hacia mí me destruía.

Toda mi vida fui un poco depresiva, siempre me ahogaba en un vaso con agua, me costaba mucho soltar el pasado y mi mente siempre me jugaba en contra, pero cuando conocí a Rosio me refugie en ella, mi mundo empezó a girar en torno a ella, también tenía a Poché que me ayudó mucho a superarme como persona y también estaba mi prima Calle, la cual siempre fue muy cercana a mí, ya que, solo nos llevábamos por 1 año de diferencia, pero ella ahora estaba en su mejor momento, con solo 19 años, se había convertido en una de las maquilladoras más solicitadas de Los Ángeles, todo esto gracias a Youtube. Ella hacia tutoriales y tenía una personalidad única, todo esto hizo que la gente la amara.

Antes de que llegara Poché en lo único que podía pensar era que sería de mi vida sin Rosio, no me sentía capas de estar sin ella y tampoco me lo podía imaginar, el miedo se apoderaba de mí.

El reloj marco las 2:00 en punto y sonó el timbre de mi casa, corrí para abrir, yo sabía que a poché no le gustaba nadita esperar.

- Holiiiii, holiiiiiiii – Me grito poché y luego salto sobre mí, dándome un fuerte y reconfortador abrazo, sin duda era la mejor amiga que podía tener.

- Holaaa maldita loca – Respondí, dándole el paso para que entrara.

No paso ni un segundo y poché pregunto - ¿Qué comeremos? – era tan cerda, pero, así y todo, la amaba.

- Es tan típico tuyo preguntar eso – respondí entre risas – Tengo Lasaña de carne y esta deli, asique eso comeremos – Basto decir eso, para que Poché brincara de felicidad, pude notar como sus ojos se iluminaron.

Poché se sentó en el mesón y me comenzó a mirar mientras yo serbia los platos, note que en su rostro ya no tenía una expresión tan feliz, ahora estaba un poco más seria, asique puse los platos en la mesa, me senté frente a ella y decidí preguntar.

- ¿Qué tienes? – Poché me miro y como lo esperaba, antes de responder probo la lasaña, su rostro lo dijo todo, le encanto.

- Esta deli y la verdadera pregunta es ¿Qué te pasa a ti? – luego de la pregunta, su rostro de nuevo fue serio - ¿Peleaste con Rosio?

- No sé si quiero hablar de eso – si quería hablar, pero sentía que las lagrima empezarían a salir.

- Amiga sabes que conmigo no debes fingir, puedes llorar, no te juzgare – ella tenía razón, me conocía lo suficiente, en ese momento sentí que tomo mi mano y no pude contenerme más.

- Poché... Rosio me engaño – apenas terminé esa oración rompí en llanto y Poché no se tardó para llegar a mi lado y consolarme.

- Es una estúpida, ¿cómo pudo hacerte eso?, tirar 4 años a la basura de esa forma, no puedo creerlo. - Mientras ella hablaba y me contenía a la vez, no podía dejar de llorar, es que yo tampoco entendía que había hecho mal.

- Vale no permitiré que te hundas por ella, tu eres fuerte, has logrado superar muchas cosas – La escuche, pero en lo único que pensaba era en que no podría seguir sin ella. – Valee! Dime algo, ¿dónde está Rosio? – me aparte de sus brazos y limpie mis lágrimas.

- Me lo conto y simplemente se fue, no ha respondido mis mensajes – respondí con un nudo en la garganta – Luego de eso Calle me llamo y creo que llegara mañana, le pedí que viviera conmigo, no sé si soporte esto – Volví a romper en llanto.

Rosio me había contado toda la verdad ayer, me dijo que ya no sentía lo mismo por mí, que se había confundido y que en medio de todo eso había conocido a una chica que la hizo entrar a cuestionar de una manera mas fuerte lo que sentía por mí, luego de todo eso y sin pensar en lo que yo sintiera se dio media vuelta y se fue. Estaba en shock y así estuve por más de una hora, sentada en un rincón de mi casa, sin poder parar de llorar, hasta que llego una llamada de Calle y no pude evitar desahogarme con ella, le pregunté si se podía venir a vivir conmigo por un tiempo y sin pensarlo dos veces, acepto. Ella sabía que yo no iba a poder estar sola sin torturarme, lamentablemente con estas cosas no era tan fuerte, mi mente siempre me atacaba de una manera negativa y me hacía cuestionarme todo, siempre llegando a una misma conclusión "arruinas todo, siempre pierdes todo, eres tan tonta, no sé como alguien te puede querer si eres un desastre, me doy asco", a veces las conclusiones eran peores, pero no podía evitarlo, mi mente estaba mal y aunque intentara ser positiva y quererme un poquito, bastaba un error para volver a odiarme y decirme las peores cosas que pudiera imaginar. 

Todo pasa por algo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora