Capitulo 6

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Calle:

Vale estaba en su estudio trabajando y yo decidí salir al patio para poder disfrutar del sol y la piscina, me recosté en una reposera y cerré mis ojos. Pasaron unos minutos y me metí a la piscina, en eso sale Poché al patio y me mira desde arriba, cuando la vi quede impresionada porque ella se había ido a su apartamento.

- ¿Y tú? – pregunte sorprendida – ¿no que te ibas?

- Regrese por ti – me respondió de una manera decidida y al mismo tiempo se sacaba la ropa y saltaba a la piscina.

- ¿Por mí?, ¿por qué regresarías por mí? – pregunte un poco confundía.

No dijo nada, solo me miro de una manera muy intensa, fijando sus ojos en los míos, no pude evitar morderme el labio y de inmediato sus ojos se posaron en mi boca, se acercaba lentamente y yo retrocedía, hasta que sentí el borde de la piscina y no pude seguir. Poché no dejo de caminar hacia mí, se detuvo en el momento que mi pecho quedo aplastado contra el de ella, el silencio se apodero del lugar. Poché no sacaba su mirada de mis ojos y yo tampoco saque los míos de los de ella, sentí como empezó a acariciar o más bien a danzar con la yema de sus dedos suavemente por mi brazo, empezó en mi muñeca, subió por mi ante brazo, hasta llegar a mi codo y siguió subiendo hasta llegar a mi hombro, paso sus dedos por mis clavículas, pero no de cualquier manera, de una manera suave y delicada, en todo ese momento su mirada estaba siguiendo a su mano, sentía que estaba analizando mi piel y la verdad, me encantaba. Sus dedos empezaron a subir por un costado de mi cuello, sin darme cuenta ya era su mano la que sujetaba un costado de mi cuello, en ese momento su mirada se posó en mis labios, luego en mis ojos y de nuevo volvió a mis labios. Yo estaba extasiada y la verdad no me desagradaba para nada la situación, lo estaba disfrutando demasiado. Su otra mano empezó a subir exactamente de la misma manera que lo había hecho recién y su mirada volvió a seguir el juego que hacían sus dedos por mi piel, ¡MI PIEL, DIOS!, mi piel se erizaba con aquel contacto. Cuando sus dos manos ya estaban en mi cuello, se acercó lentamente y me beso. Me beso de una manera suave y lenta, no sé si nosotras nos elevamos o si nuestro alrededor empezó a desvanecerse, sentí muchas cosas, sentía como sus carnosos y suaves labios me daban un tierno beso. Besaba mi labio inferior y luego mi labio superior. Paso su lengua, de una manera sutil, de abajo hacia arriba, rosando mis dientes. No me aguante más, la tome de la cintura pegándola hacia mí, pero justo en ese momento sentí un sonido raro, me separe un poco porque creí que era Vale, mire hacia atrás y no había nadie, cuando volví mi mirada para encontrar a Poché, me impacte, porque comenzó a gritar como loca.

- ¡Callee! – me gritaba una y otra vez – ¡Calle! ¡Calle! ¡Calle!

Abrí mis ojos de un golpe y vi frente a mí a Vale con cara de preocupación. Sentí tanta rabia, al darme cuenta de que había sido un sueño, de verdad lo estaba disfrutando mucho.

- ¿Qué paso? – Le pregunte a Vale, con mi voz adormilada aún.

- Te quedaste dormida aquí, te vas a insolar – me dijo preocupada – y lo otro que te quería decir, antes de encontrarte dormida, es que pedí pizza. Entra para que comamos.

Con Vale siempre hablábamos horas y horas. Nos comimos la pizza y seguíamos hablando, hablamos de mis proyectos y de sus proyectos, era raro, porque la veía feliz, pero la conocía tan bien que sabía que por dentro se estaba muriendo. Ella era muy intensa a la hora de amar y se entregaba por completo, le entrego tanto a Rosio que lo más probable es que se sintiera incompleta y vacía, pero ya pasaría y volvería a estar bien.

Esa noche decidimos ver una película. Vimos "serendipity", un clásico que jamás me podría aburrir. Es lo que todos soñamos y anhelamos, todos queremos encontrar a esa persona que está destinada a vivir su vida junto a la tuya, sin necesidad de buscarla, que todo pase por casualidad, cuando menos lo esperes, que llegue y cambie todos tus planes, que te enseñe cosas que no imaginaste. Todos merecemos una relación en la que sean más sumas que restas.

Vale se durmió, estuve un rato en mi celular, cuando estaba por apagarlo y dormir, sentí algo vibrar, el celular de Vale vibraba. Lo tome para apagarlo y no pude evitar ver que eran mensajes de Rosio, en los mensajes le pedía que la dejara en paz, que no la buscara, porque ella estaba intentando conocer a otra persona y quería hacer las cosas bien, además de otras cuantas pendejadas. Me dio una ira, pero la controle y decidí que por el bien de todos lo mejor era que borrara esos mensajes y que Vale no los viera, así que los borre, y puse el celular nuevamente en la mesa de noche de Valeria, después de eso me acosté y pensé un poco en la situación. Yo conocía a Rosio y jamás pensé que pudiera llegar a ser así, tan insensible y egoísta, eso me hizo pensar lo cierto que es cuando dicen: "uno nunca termina de conocer a las personas".

Poché:

Llegue a mi apartamento y lo primero que hice fue tirarme al suelo para que Ramon me saludara cómo se debía, jugamos un rato, hasta que ambos quedamos exhaustos.

Fui a mi cocina y me prepare una ensalada y le agregue pollo a la plancha, no era muy buena cocinando, tampoco me gustaba mucho, así que siempre salía del camino con cosas fáciles. Antes de comer me tome como un litro de agua, tenía una resaca del terror, literal.

Pasé mi tarde del domingo recostada en mi cama con mi ramonchis, metida en Netflix, empecé a ver Vis a Vis y me atrapo. Mientras estaba ahí viendo la serie pensaba mucho en Calle, en sus ojos, en lo linda que era su nariz y en su preciosa sonrisa, trataba de concentrarme en la serie, pero volvía a pensar en ella.

Conozco a Calle desde que conocí a Valeria y eso fue hace 5 años atrás, no entiendo porque me pasaba esto ahora, porque me fijaba en ella ahora, me cuestioné una y mil veces, intente no pensar en ella una y mil veces, pero siempre volvía a sus ojos y a sus labios, creo que tenía ganas de ellos, muchas ganas, pero yo era heterosexual o así me sentía, entonces nada tenía lógica.

Dieron las 11:00 pm, aún estaba viendo la serie, y aún seguía pensando en Daniela. Me levante de la cama, camine hacia el baño, me lave la cara, cepille mis dientes, luego me puse el pijama y me acosté. Necesitaba dormir, ya no quería pensar más en ella.  

Todo pasa por algo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora