Todo pasa por algo.

Capítulo 15

(+18)

Calle:

La sentía. Solo éramos ella y yo, era todo tan fluido que ni me di cuenta en que momento llegamos a la cama, terminando ella sentada encima de mí. Yo estaba apoyada en el respaldo de la cama y no podía sacar mi mirada de la suya, sin pensarlo volvimos a unir nuestros labios con ardor, tomé la camisa de Poche y comencé a subirla hasta poder contemplar su torso semi desnudo, era perfecta.

Quería besar cada rincón de esa obra de arte que tenía frente a mí, luego de contemplarla, me acerque a besar su abdomen, mientras pasaba mi dedo pulgar con delicadeza, hasta llegar a su ombligo, en un movimiento rápido desabroche su brasier y ella termino por sacárselo, seguíamos besándonos, cada vez con más intensidad, cada vez necesitando una más de la otra. De forma natural y fluida ambas quedamos en total desnudes, Poché comenzó a besar cada parte de mi hasta llegar a mi pecho, me hacía sentir en éxtasis, con su lengua rodeo mi pezón, haciéndome sentir un escalofrió por todo el cuerpo, bajo su mano y tomo mi muslo con fuerza, a la vez que con su boca seguía jugueteando en mi pecho, estaba por llegar a la gloria cuando sentí su mano en mi intimidad, sentí que perdí el aliento, dejando salir un jadeo involuntario. Ella levanto su mirada, fijándola en la mía, tenía una mirada profunda e intensa y eso era completamente excitante, se mordió el labio inferior y sentí como entraba, perdí el aire, cerré los ojos y con una mano apreté las sabanas, la otra mano la acomodé en su nuca para poder acercar sus labios a los míos. La intensidad de su movimiento dentro de mi iba en aumento, fue inevitable morder su labio inferior, sentía que me inundaba de placer y que perdería el control. Mi pelvis involuntariamente se retorcía al ritmo de su intensidad en mí y lo disfrute por un largo rato.

Salió de mí y sentí como regresé a la realidad, estaba en el cielo. Nuestros labios comenzaron a danzar y nos perdimos en ese beso apasionado, lleno de amor y satisfacción. Ella dejo el beso para mirarme con total deseo, note como aun necesitaba más de mí, paso su pulgar por mis labios y con total picardía tome su pulgar con mi boca y lo absorbí con el mismo deseo que ella tenía, creo que eso la motivo más. Comenzó a besar todo mi cuerpo, hasta llegar a mi intimidad. Ella estando dentro de mí, hizo que llegara al cielo, pero sentir su lengua en mi ser, fue magia. Su movimiento de lengua hacía que perdiera la cordura. Con mis manos apretaba las sabanas y cerraba los ojos, pero nada de lo que hiciera evitaba que los orgasmos salieran de mí como si cantara mi canción favorita. Jamás imagine que esto sucediera, el universo preparo por mucho tiempo este momento, para mí y no podía ser más perfecto. Jamás había sentido lo que hoy sentí, jamás imagine que Poché fuera así, que me hiciera sentir todo esto. Jamás pensé enamorarme de ella.

Ella seguía haciendo su magia ahí abajo y yo andaba en el espacio, ya había olvidado donde vivía y hasta el nombre del perro. Ya no podía cantar más, ya no tenía control, ya no podía más, iba a llegar al éxtasis. Se acercaba el momento y mis piernas temblaban, cerré los ojos, apreté las sabanas con todas mis fuerzas y ... lo dejé ir.

Poché:

Cada beso que me daba me sacaba de orbita, tocar su piel era mi delirio. Jamás me había sentido así, el placer en mi se convertía en una revolución. Sentirla me provoco una euforia total, una conexión tan perfecta, casi pierdo la cordura de lo irreal que era aquella perfección, esto definitivamente era magia.

Cuando Calle llego a su punto, sentí magia en mis oídos. Sutilmente regrese a sus labios, se habían convertido en mi nuevo lugar favorito, pero esta vez ya casi no tenía aliento y ella tampoco, así que debía contener mi intensidad. La bese suavemente y luego me aleje un poco, quedamos observándonos, era preciosa. Estaba a un costado, con un brazo apoyado al lado de la cabeza de ella para mantener mi peso y así poder observarla sin caer encima de ella, con mi otra mano acomode su cabello, mientras ella me regalaba una hermosa sonrisa.