Capitulo 3.

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Poché:

Logre que Vale se calmara y se quedara dormida, me imagino que no había dormido mucho por la noche, me di cuenta que era absurdo pensar que bailaríamos, asique decidí recostarme a su lado y cuidar de ella, acompañaría a mi amiga en este momento, no pensaba dejarla sola porque yo sabía cómo era de cruel con ella misma, era la persona más buena del mundo, jamás dañaría a alguien, pero con ella no era así, era su propio enemigo y no entendía, ni tampoco sabía cómo ayudarla para que cambiara eso, ni siquiera la psicólogos del pasado pudieron.

Había pasado 1 hora desde que vale se durmió y aún seguía profundamente sumergida en sus sueños, yo estaba revisando las historias en Instagram y de repente vi una de Calle, estaba en el aeropuerto de New York, asique decidí llamarla.

*Cae la llamada*

- Alo, calle? – dije con un poco de duda.

- Equivocado – dijo de una manera seria, pero rápidamente agrego - Claro que soy yo, torpe, ¿quién más podría ser? es mi número – finalizo con una risa.

- Que graciosa eres Calle – Dije con un poco de sarcasmo y risa a la vez – hey! quería saber si ya vienes a Los Ángeles – esta vez ya puse un torno más neutro.

- Ya te contó vale ¿Verdad? – la escuché y sentí su preocupación.

- sí, aun no lo puedo creer, no quiero ni ver a Rosio – sentí como mi sangre hervía al recordar lo que había hecho Rosio.

-Yo menos, ya voy para allá, por favor no dejes sola a Vale, espérame hasta que llegue, estaré ahí como a las 11 de la noche, el vuelo ya está por salir – seguía sintiendo su preocupación, pero ahora un poco más notoria.

- Claro, no lo dudes, cuídate. Aquí te espero.– corte la llamada y pensé que jamás dejaría sola a mi amiga.

Seguí un rato más en Instagram y empecé a sentir mis ojos pesados, sin darme cuenta me quedé profundamente dormida.


Calle:

Estaba en New York cuando decidí llamar a mi prima para saber cómo estaba, lástima que me diera cuenta de que las cosas no iban bien, luego de contarme todo lo que sucedía, me pidió que me mudara con ella y no tuve que pensarlo, sabía que me necesitaba y tenía que estar para ella. Me encontraba en New York en reuniones, ya que, en Septiembre seria el Fashion Week de NY y querían que yo fuera parte del elenco que maquillaría a las modelos esa semana, estaba muy emocionada, pero luego de hablar con Vale, olvide eso y solo pensaba en volver, no pude tomar un vuelo de inmediato porque al otro día tenía una reunión temprano, pero sabía que finalizando esa reunión partiría lo más rápido al aeropuerto para viajar a Los Ángeles y estar con Vale todo lo que necesitara.

Mi alarma sonó a las 7:00 am, la reunión la tenía a las 9:30, pero el tráfico en New York era horrible, así que me levante rápido y tome una ducha de 15 minutos, salí del baño y busque en mi maleta un traje de dos piezas, era un pantalón y una chaqueta de color negro con palmeras de color verde, use un crop top negro y unos tacones del mismo color, luego comencé a maquillarme, dieron las 8 en punto y yo ya estaba lista así que salí del hotel y tome un taxi, la reunión era en el restaurante Le Bernardin, uno de los mejores y más conocidos de New York. 

La reunión fue todo un éxito, acepte sin pensarlo dos veces, solo quería irme al maldito aeropuerto y llegar con mi prima.

Ya estaba a punto de tomar mi avión y me llego una llamada de Poché, era tan tontita, llamaba a mi número y aun así preguntaba si era yo, me hacía mucho reír. Hablamos y le pedí que acompañara a Vale hasta que llegara, sabía que lo haría, pero debía asegurarme para tener un viaje tranquilo, luego de decirme que, si lo haría, colgamos la llamada, subí a ese avión, me senté en el asiento que me correspondía y cerré los ojos, solo quería llegar a donde ese par y que fuéramos el mejor trió, como solíamos serlo, así mi Vale se despejaría de toda la mierda que estaba viviendo.

-Maldita Rosio- Maldije en voz alta sin poder evitarlo, tenía mucha rabia. Cada vez que recordaba me daba rabia.

Un ruido me despertó, fue el sonido del avión aterrizando, una vez en tierra, baje del avión, busque mi maleta lo más rápido posible y salí casi corriendo del aeropuerto para tomar un taxi que me llevara a la casa de Vale.

Tal como lo calcule llegue a las 11 en punto a casa de Vale, entre y no escuchaba bulla, subí a la habitación de vale y no estaba ahí, tampoco había rastros de Poché, baje y revise el estudio, tampoco vi a nadie, así que salí al patio que estaba atrás de la casa y una sonrisa se formó en mi cara cuando vi a Poché y a Vale sentadas en la orilla de la piscina con sus pies metidos adentro. En ese momento tuve una idea y no me di tantas vueltas, solo corrí y al llegar, las empuje con fuerza, haciendo que ambas cayeran al agua, luego de eso no podía parar de reír.



Todo pasa por algo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora