17. Cosas de vampiros

1.2K 61 5
                                    

| 17. Cosas de vampiros |

Kat

Todo en casa había cambiado por completo. Intentábamos adaptarnos a los últimos acontecimientos que habían cambiado nuestra vida por completo, empezando por que papá ya no está con nosotros.

Ya nos habíamos acostumbrado a hacerle caso a Dan cuando papá no estaba, sobrevivíamos con Dan a cargo sabiendo que papá regresaría en un par de días, pero ahora era completamente diferente: papá ya no volvería, y eso era difícil para todos.

Dan se sentía completamente responsable por nosotros desde entonces, Will insistía en que ya es lo suficientemente maduro para estar a cargo por ser el mayor, pero todos sabemos que Dan es el más sensato de los cinco. Logan no decía mucho y como siempre, prefería evadir el tema. Drake se la pasaba todo el tiempo en su habitación y no salía salvo en contadas ocasiones. Yo por otra parte, me aseguraba de apoyar a Dan en todo lo posible, y hacía un intento por poner mi mejor cara aunque esté destrozada por dentro.

Había estado lloviendo desde la madrugada, el día estaba tan taciturno, ni un solo rayo de sol en toda la mañana o por la tarde. Intentaba concentrarme en el libro que he estado leyendo pero simplemente mi mente siempre regresaba al mismo punto: papá.

¿Cómo estará? ¿Estará feliz? ¿Se sentirá raro? ¿Tendrá la sensación de que algo le falta?

No, seguramente no.

Me entristece saber que está solo en Manchester, pues a él nunca le gustó estar solo. O quizá tenga la idea de que está acostumbrado a la soledad por los recuerdos alterados.

No puedo evitar pensar en cuánto lo extraño. Han pasado solo tres días pero puedo sentir que ha pasado toda una eternidad. Nos hacía tanta falta, lo necesitábamos, yo lo necesito. Extrañábamos los panecillos quemados por la mañana, los pequeños partidos de basketball e incluso las reprendidas por maldecir o jugar con el balón dentro de la casa, y también por molestarnos entre nosotros

Bien dicen que empiezas a apreciar lo que tienes una vez que lo pierdes, pero yo digo que nunca imaginaste perderlo. Y eso era lo que nos pasábamos, estábamos convencidos de que papá estaría con nosotros toda la vida.

Dejé el libro en la repisa y me quedé observando como la lluvia caía a través de mi ventana. Un par de rayos cayeron provocando un gran estruendo, me estremezco por eso. No me dan miedo los truenos, pero cuando son tan fuertes consiguen ponerme la piel de gallina. Inevitablemente pensé en aquella noche que habíamos ido a la feria, estaba lloviendo, y la lluvia era acompañada por rayos cada cinco minutos, esa noche en la que Louis había caído en nuestro auto accidentalmente. Y hablando de eso, debo preguntarle si de casualidad dejé mi chaqueta y mi leoncito en su casa, pues no los encontraba por ningún lado.

Otro trueno cayó haciendo que la luz se fuera. Genial, justo lo que nos faltaba, tener la casa a oscuras y más a estas horas de la tarde en la que no se ve nada sin electricidad. Fantástico, podríamos quedarnos sin luz por varias horas.

Suspiré y salí de mi habitación, el pasillo estaba oscuro a falta de electricidad. Mis hermanos, salvo Drake, también salieron de sus habitaciones y se reunieron al rededor del barandal de las escaleras.

— ¿Qué pasó? — preguntó Will

— Bueno, no soy un experto — habló Logan —. Pero al parecer tuvimos una sobrecarga de voltaje.

— Cálmate, Tesla — murmuró Dan —. Hay que bajar al sótano y cambiar los fusibles.

— De acuerdo — dice Will —. ¿Quién quiere bajar?

¿Bajar al sótano? No, de ninguna manera bajaré de nuevo al sótano, bajar al oscuro sótano es la última cosa que me apetece hacer, después de aquella vez que bajé y fui atacada por murciélagos. Así que aquí estoy bien, gracias.

Irrealidad (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora