34. El infierno se desata

813 46 14
                                    

| 34. El infierno se desata |

Kat

— Y Drake tiene el balón. El grandioso Drake tiene el balón, se dirige hacia la canasta contraria. Ah, no. Logan intenta bloquearlo pero Drake es genial y se la pasa al grande William. — Drake iba narrando con gran esmero el pequeño partido de basketball —. Will esquiva a la pequeña Kat, se la regresa al grandioso Drake y..... ¡Will y Drake ganan el partido, señoras y señores!

Respiro hondo y me dejo caer en el suelo. Estaba bastante cansada después de haber corrido de un lado a otro persiguiendo el balón.

— ¿A qué hora se supone que llega Dan? — pregunta Logan estirándose

— Creo que en media hora — responde Will —. Hay que comer algo y ducharnos para ir con los Tomlinson

Hace dos días que no sabía nada de Louis y eso me preocupaba demasiado. No sabía si estaba bien, si la estaba pasando mal y sintiendo aversión hacia sí mismo por ser mitad demonio. Si tan solo se diera cuenta que eso no lo hace un monstruo ni lo convierte en una amenaza para todos. Lástima que Louis sea tan cabeza dura y no se de cuenta que no importa de donde venga su magia, que es mucho más que un demonio. Sé que él no es ningún peligro para nadie y que nunca lastimaría a alguien como lo hacen Sabas y su ejército de demonios. Louis es especial, a su lado es el lugar más seguro del mundo, no puedo imaginarme lo vacía y sin sentido que sería mi vida sin él. Yo no lo quiero, demonio o no.

Logan me ayuda a levantarme y vamos a la cocina para preparar algo de comer. Will se acerca al refrigerador y comprueba qué hay para almorzar.

— Debemos hacer las compras — comenta —. Podemos hacer omelette de papas

— Cominos eso ayer — comenté

— Y el día anterior — ríe Logan

— Bien, pidamos una pizza — dice Drake tomando el teléfono

Eso significa que ya no debíamos quedarnos en la cocina para preparar algo de comer, sinónimo de que tengo que correr ahora para poder ducharme primero.

— Hawaiana — le pido antes de salir corriendo de la cocina

Entro a mi habitación, tomo algo de ropa, mi toalla y entro al baño victoriosa de haber sido la primera.

Me ducho en tiempo récord y me visto rápidamente para bajar a comer pizza. Me siento en mi lugar y me sirvo dos rebanadas de pizza Hawaiana. Logan me pasa mi vaso con refresco de naranja, le doy un sorbo para evitar que se riegue y le doy un bocado a la pizza. Nada mejor que el sabor del queso derretido, la salsa de tomate, el jamón y la piña juntos.

— Dan ya tardó — comentó Logan

— Es verdad — dijo Will —. Debemos que estar con los Tomlinson en una hora

— ¿Qué te dijo Emma que era? — preguntó Logan

Drake hizo un ademán de que aún tenía bocado en la boca.

— Dijo que tienen una pista para el siguiente amuleto — respondió Drake

Moría por preguntarle si mencionó algo de Louis pero creo que es mejor quedarme callada. Terminamos de comer y mis hermanos subieron a pelearse para ver quién se duchaba primero. Me quedé en la cocina para tomar un postre. Me serví un poco de helado de frambuesa, le puse unas chispitas de colores y saqué las galletas de coco para acompañarlo. Y como siempre lo hago, me puse a fantasear con una vida grandiosa, una vida perfecta al estilo cuento de hadas con Louis, mis hermanos y papá. Sin demonios, ni ninguna otra cosa que se encargue de hacernos la vida imposible. Claro que ahora solo veía todo eso como un sueño, mi vida estilo película de terror sólo terminará cuando derrotemos a ese clan de demonios empeñados en matarnos a todos.

Irrealidad (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora