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Se me hizo extraño que no llegara a la misma hora de siempre, pero claro, la alegría no podía durar eternamente.

Abrió la puerta y se hizo presente en la sala. Caminó desganada hacia su puesto y se sentó sin siquiera saludar.
¿Debía hablarle yo?

— Oye, ¿estás bien? —susurré esperando alguna respuesta.

— Cállate —eso me sorprendió y quizá me sentí mal. Dejé de mirarla para concentrarme en mis manos.

Suspiré y decidí ver por la ventana. El frío llegaría pronto ya y eso no me agradaba.

— ¿Cómo va MinJi con su relación? —pregunté para intentar sacar algún tema de conversación.

— Bien —sólo respondió con esa palabra. Quizá estaba enferma.

No eras así ∆KTH∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora