Dos personas separadas por desiciones familiares.
Camila, despues de llegar a Miami cumplió su gran sueño. Ser cantante, pero con muchas complicaciones y secretos.
Lauren, al perder a Camila y quedarse en México, su padre y ella cumplieron un sueño...
-Señoras y señores estamos a meses de que empiece el campeonato y he de decirles que los jaguares tiene mucha presión después de perder el último partido por un gol-
-Pero él juegazo que nos dio los Diablos y los jaguares, el mejor juego de la historia-
-En la verdad, el juego nunca de callo y los tiros en ambas portería eran constantes, pero los vencedores fueron los diablos-
-Y bueno no hay que olvidar a la estrella Jauregui-
-Por favor Michael, cuidamela mucho que la pongan en algodón, que duerma sus veintiséis horas y que le den su comida en la boquita por favor-
-No seas exagerado-
Lauren, miraba la televisión en su habitación sin ganas de levantarse, el cuerpo le dolía después de un entrenamiento extremo que le dio su padre, exclusivamente para ella.
Apago la televisión, no quería saber nada del campeonato. Cada día que pasaba era más agobiante para ella, era la estrella de los jaguares, la salvadora del partido, pero si perdían toda la crítica era para ella.
"No dio su mejor partido"
"Solo por ser la hija del entrenador es la consentida"
"No dio buenos tiros"
"Es su culpa por no animar al equipo"
"Jauregui no se vio"
"Jauregui falló el penal"
"Jauregui tiene la culpa"
"Jauregui"
"Jauregui"
"Jauregui"
En los jaguares, parece que solo existe ella, nunca hablan de los demás jugadores.
Era Lauren, contra el mundo.
Su móvil sonó, dejando en claro que era un mensaje.
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Era su padre. Después de todo el dolor el cuerpo y que la prensa está atenta a ella, no tenía ánimos de nada, solo quería jugar videojuegos todo él día.
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Se levantó de la cama, con dificultad, le dolía las piernas, el torso, los brazos, no le dolía el alma de milagro.
Se metió a la bañera llena de agua fría, sin querer empezó a llegar recuerdos de la infancia, de la niña de nueve años que le robó el corazón, después de ese baño salió a desayunar completamente sola, toda su casa estaba silenciosa cada día era igual de silenciosa.
-¿Y si adopto un perro?- se dijo a sí misma.
Pero tenía un problema, su madre. Puede vivir al otro lado del mundo, pero sí tenía en mente algo, primero le tenía que preguntar a su madre. Tomó su móvil y buscó el contacto de su madre.
-Hola hija. ¿No estás entrenando?-
-Hola Má. No, no me siento bien-
-¿Tu padre?-
-Si. pero te quería preguntar algo- llevo un poco de cereal a su boca.
-A ver dime-
-¿Puedo tener un perro?-
-Ja, el entrenamiento te afecto mucho- dijo con gracia.
-Mamá si puedo- Lauren dejó de lado el cereal
-Lauren tener un perro es mucha responsabilidad, y yo te parí y se que no tienes eso- respiro- aparte cuando no estés de seguro vas a llegar con tu perro para que lo cuide. No Lauren, no-
-Mamá por favor- insistió.
-Te he dicho que no, y se acabó. ¿Era todo?-Clara se notaba un poco molesta.
-Sí mamá-
-Bien. Y solo te dijo que si veo un perro, te pongo en un pabellón para meterte unos puntazos-
No quiso discutir con su madre, encendió la televisión de la sala para jugar un poco de Fornite, mientras cargada el juego, reviso twitter y se encontró con un tweet de Camila.
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Solo de ver el tweet, el corazón de Lauren se aceleró. Después de varios años tenía una oportunidad de ver a Camila y estar con ella.
