—He tenido que ser cruel con él. Espero que no te sientas orgulloso de eso.
—No me siento orgulloso —mordió su labio inferior —, pero es lo mejor que hice.
—Sabes que no comparto tu opinión.
—Pero aún así, estás para mí. Y te lo agradezco. Gran parte de mi cambio es gracias a ti, Edwart.
—Lo sé, lo sé —admitó Edwart con un fingido rostro de soberbia —. Pero debes dejar de esconderte... ya pasaron muchos años. La gente que te lastimó ya debe estar ocupada en sus vidas, si es que consiguieron una.
—De todas formas no me estoy escondiendo lo suficiente. Estoy de vuelta aquí hace una temporada y salgo a la calle. Sólo que la gente no me reconoce.
—No mientas, te he visto por la calle y vas tapado hasta la cabeza.
—Exageras —dijo riendo.
—Tienes una sonrisa hermosa, Harry, deberías dejar que todo el mundo la vea y conozca ese hermoso ángel que eres.
—Oh, señor Jorgan, ¿está insinuando que le gusto? —bromeó.
Edwart se carcajeó.
—Aún sigues siendo un niño para mí. Eres como mi hijo.
—Nunca me cansaré de agradecerle por su figura paternal.
Se escucho la puerta abrir y el señor Jorgan desvió su mirada hacia allí y se escuchó una voz. Harry no se volteó.
—He tomado una decisión —dijo Louis, ignorando al chico de su lado que se marchó a paso rápido hacia los pasillos más lejanos.
El señor Jorgan, nervioso, sonrió.
—Me encantaría escucharla.
Harry, con el corazón a punto de escapar, lo escuchó de lejos.
—No voy a buscarlo.
—Me alegra escu...
—Voy a encontrarlo.
El Señor Jorgan dejó escapar una risa.
—Bueno, veo que estás muy decidido.
—Lo estoy.
—Te ves adorable.
—Mire, si usted no está de acuerdo conmigo, perfecto. Vengo a dejarle el libro.
—¿Ya lo terminaste?
—Bah, no necesito leerlo. Me lo sé de memoria.
—Bueno...
—¿Qué es esto? —Louis tomó un carnet sobre la mesa. El Señor Jorgan se lo manoteó rápidamente.
—Sabes que no me gusta que vean los carnet de los demás.
—Creí que...
—No creíste nada.
Louis sacudió la cabeza.
—Me estoy volviendo loco.
—Sí, deberías tomarte un tiempo de ti mismo, ¿no crees? —dijo a modo de broma, pero la adrenalina que sentía en su interior, no le permitió mostrarse demasiado bromista —¿Te llevarás otro libro?
—¿Va a ayudarme?
—¿Cómo podría ayudarte, Louis? Soy un pobre viejo.
La puerta volvió a escucharse y ambos miraron hacia allí.
—Buenas tardes, señor Jorgan —saludó una joven con tres libros en mano.
—Buenas tardes, Milena —dijo el señor Jorgan tomando los libros —¿los renuevas o te llevas otros?
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Camino a Casa || Larry Stylinson
Fanfiction"Me fui tan lejos buscándome, y estaba en casa lo que soñé. Me fui corriendo tras un tal vez, Y no te hallé" [Novela corta]