Lo primero que veo es su forma. Su forma demoniaca y puedo decir que es lo más hermoso que he visto. Su piel es tersa y más oscura de lo normal, sus cuernos son de un negro carbón y se extienden largos y gruesos y giran sobre sí mismos en las puntas. Su cabello es el mismo, con las mismas tonalidades y está más crecido que la última vez que lo vi. Su cuerpo es mas ancho y alargado y sus garras negras y filosas. Sus ojos rojos están cerrados, como si estuviese descansando.
Pero la realidad es que esta de rodillas y un collar de hierro se cierra en su cuello, manteniéndolo allí, como un perro sin poder moverse. Y sus manos están apoyadas en sus muslos con esposas que aprietan sus muñecas hasta hacerlas sangrar.
Mi corazón se detiene al descubrir una verdad desgarradora. Y es que al verlo con mas detenimiento puedo percatarme de las lineas que cruzan su pecho y la sangre seca que tiene su cabello. Y como su cuerpo tiembla y su ojo derecho esta hinchado. "Oh no" Lo torturaron y todo por mi culpa.
Badduel atraviesa la habitación, que solo consiste en cuatro paredes de piedra y una chimenea con el fuego encendido.
- Despierta. - lo patea un poco y mi furia aumenta. Le arrancare las piernas. "Nadie se mete con Orión"
Siento la mano de Violet sobre mi hombro, apretándolo brevemente, pidiéndome que me calme y piense. Porque ambas sabemos que estuve punto de cometer otra locura.
Respiro con los ojos cerrados y me concentro en disminuir mis emociones. Es difícil pero al cabo de unos segundo lo consigo y me enfoco en la habitación.
Orión gruñe, despertando y aspira una bocanada de aire. De pronto abre su único ojo sano y se sacude ferozmente contra las cadenas. Como si sintiera mi presencia.
Mi propio cuerpo se pone tenso al ver como lucha y siento como la agresividad aumenta y mi instinto me dice que vaya con mi compañero. Que lo proteja.
-Tranquilo, príncipe. Pronto todo terminara. - dice Badduel y saca un cuchillo del cinturón.
Mi respiración se detiene. Todo en mi se congela con terror puro. "Lo va a matar"
Me preparo para saltar sobre él pero en un instante, su cuchillo se dirige lentamente, con cuidado, hacia las cadenas de sus muñecas. Liberándolo. Y luego hace lo mismo con la de su cuello. Tirando lejos el collar una vez que lo saca.
Estoy desconcertada y pudo sentir la confusión salir de Orión y de todos. "¿Que planea hacer?"
- Ya pueden salir. - mira directamente hacia nosotros, medio aburrido.
Aprieto los dientes y sé que no tiene caso esconderme cuando sabe que estamos aquí. Algo me dice que no subestime este demonio.
El pequeño blanco se enrolla mas en mi cuello, como si intuyera lo que voy a hacer.
Avanzó fuera del escudo, haciéndome visible y los demás siguen mi ejemplo. Badduel los observa y luego dirige su atención a mi. Un sonrisa maliciosa se forma en su cara mientras me repasa de arriba abajo
- Con que está es la hembra que los tiene inquietos. - ronronea - Nada, nada mal.
Orión a pesar de su estado, gruñe y se pone tenso. Badduel suelta una carcajada y se hace a un lado.
Prácticamente corro hacia mi compañero y me lanzo sobre él. El pequeño blanco salta al suelo antes de ser aplastado. Reprimo un sollozo sentir esa corriente cuando nuestras pieles se tocan. La sensación de estar completa me invade junto con una paz y felicidad absoluta. Él envuelve sus brazos mi alrededor, apretandome contra su cuerpo y dice mi nombre repetidas veces como una plegaria. Como si no creyera que estoy allí. Nos separamos y nos miramos a los ojos, luce un poco sorprendido por los mios pero luego su mirada se vuelve intensa. Unimos nuestras frentes. Nuestras manos no se detienen. Necesitando tocarnos, sentirnos cerca y saber que el otro esta bien. "Mi príncipe. Por fin."