Un sonido me despierta. Abro mis ojos y me encuentro con los ojos grises del pequeño blanco mirándome.
- ¿Donde has estado, amiguito? - acaricio su cabeza y ronronea complacido.
Desde que Sitael me trajo a la tienda lo había perdido de vista. "Ciertamente espero que no seas algo así como un demonio transformista como cierto ángel que se hizo pasar por gato" Pongo los ojos en blanco y sonrió.
Recuerdo a Sitael y a Dante y el peligroso viaje que están haciendo. Por mi. Y a mi mente vienen todas las personas que se han sacrificado o metido en una situación peligrosa, para que yo pueda vivir y continuar. Mi madre, Orion, Violet, Dante y Sitael. Incluso Badduel. Y ruego para que las cosas acaben sin que nadie salga herido. Porque no podría soportar sus pérdidas.
Siento que lo que hago no es suficiente, que no alcanza. Y necesito protegerlos a todos. Porque si alguien tiene que sacrificarse la próxima vez...me asegurare de ser yo.
Los Mayores quieren el poder de todo. Y yo les mostraré ese poder. Mi poder. Encontraré la forma de que sea suficiente para sacarlos, de aumentar este poder. En nuestro próximo encuentro, me asegurare de que sea el último. Para ellos. Y quizá para mi. "Si por salvar a la humanidad y a los que amo, debo sacrificarme...lo haré."
Suelto un suspiro tembloroso, porque el pensamiento de morir me aterra. "No pienses en eso Emma. No ahora."
Pequeño blanco lame mi cara y se acurruca a mi lado.
Me levanto lentamente y miró a todos lados. Raro. Violet no está y su cama está deshecha como si hubiese salido corriendo.
Fuera de la tienda puedo escuchar voces ir y venir, partes de conversaciones y algunas risas. Es hora de levantarme. Debo ir a la manada de Aarón y buscar a Orion cuando tenga tiempo libre. "Espero que lo haya" Aunque ni siquiera sè qué demonios debo hacer con la manada.
La sudadera gris y el jean azul oscuro que lleve al infierno están en el borde de mi cama, doblados y limpios. Suspiró agradecida. No es que no me gusten las túnicas, solo que no son mi estilo y me resulta mucho más cómoda mi ropa.
Agarro las prendas y voy al baño a cambiarme. Por precaución "Nunca se sabe si hay algún Silas dando vuelta" Y lo último que necesito es que alguien entre y me vea desnuda, porque realmente me voy a enojar. Y ya puedo ver a todo el campamento asistiendo al funeral de aquella persona. Sacudo la cabeza y me rio.
Cuando estoy por salir, pequeño blanco trepa por mi cuerpo y se coloca a lo largo de mis hombros, como en el infierno. Su cola se balancea por delante, como si quisiera protegerme con ella. Me ato el pelo en una cola de caballo y me balanceo sobre mis pies, recordando el camino hacia la manada de Aaron.
Corro la cortina y me sorprende encontrar el cielo nublado, con posibilidad de lluvia. Algunas personas se detienen a verme y repasarme con la mirada descaradamente. Los ignoro y sigo mi camino, metiendo las manos en los bolsillos de la sudadera.
Una mujer con torso humano y rasgos de leon se me acerca, tímida. Es joven y me estira la mano.
- Es un gusto conocerte Emma Blue. - me regala una pequeña sonrisa y su apretón es seguro. - Mi nombre es Tania y solo queria decirte que realmente me han encantado tus palabras ayer, en la carpa. - sus ojos brillaban emocionados.
Sus palabras hacen que mi dia mejore instantáneamente. Le sonrió espléndida
- Un gusto Tania. Solo dije lo que tenía que decirse. - ladeo la cabeza. - Pero no puedo recordar haberte visto ayer...