- Wanda - llamó a su tienda y la escucho moverse del otro lado
- Emma, pasa. - su voz suena ronca y se aclara la garganta.
Frunzo el ceño y retiró la cortina. Wanda está en el centro con aquella mesa redonda que vi en la carpa y todos los planos y mapas esparcidos a su alrededor. Su expresión es cansada y puedo jurar que esta màs pálida y ojerosa que nunca. Como si algo le hubiese succionado la vitalidad.
-¿Què te ocurre? - trago saliva mientras voy hacia ella, ayudándola a sentarse al borde de su cama.
Wanda se refriega la cara y su cabello en trenzas se balancea.
- La curación y extracción de veneno es muy agotadora. - suspira. - Es una pena que no hayamos llegado a tiempo con los demás. - su voz se quiebra y me hace saber que conocía a los que murieron.
Pongo una mano en su hombro.
- Podemos evitar las muertes, Wanda... solo debemos esperar a Sitael y luego intentaré ocuparme de todo, iré a todos los lugares, matare a los demonios que hagan falta. - pongo fuerza en mis palabras. - Debes cancelar por completo toda actividad.
Ella se queda muy quieta y luego con pasos temblorosos se dirige a la mesa. De repente golpea el puño en el centro del mapa, donde hay más puntos rojos, es decir, más concentración de demonios. Salto por su actitud y aprieto los labios, esperando una explicación.
- Hoy se han perdido vidas, en esta guerra...y se perderán muchas más. - puedo ver como su labio tiembla y cierra los ojos por unos segundos, respirando y un poco de color aparece en su rostro.
Nunca la vi asi, tan ida y tan rota. Como Miguel, en la última semana. Ambos, convertidos en seres casi sin razón, como si fuese una maldición liderar. Solo para volverse locos.
Me angustia pensar que si no hago que Wanda entre en razon, más gente seguirá muriendo. Tengo miedo de que su juicio se vea nublado. Sacudo la cabeza y la miro a los ojos. Esos ojos rosas me devuelven la mirada y en el fondo puedo ver el pesar y la desesperación que la consumen.
- No tienes que cargar con todo el peso de muertes, de vidas, Wanda. - avanzó.- Somo un equipo y por eso estoy aqui, tu misma la lo dijiste. Solo debemos esperar a Sitael y sé que podré acabar con ellos. Dame una oportunidad, eso es todo lo que pido. Tiempo para salvar a muchos.
"Por favor, Wanda"
Ella sacude la cabeza lentamente
- No podemos dejar que ellos tomen más partido. - su mirada se endurece. - Lo siento, pero debemos seguir con las misiones. Por hoy se tomaran un descanso. Y cuando actualicemos las nuevas posiciones de los demonios, seremos más precavidos y cuidadosos. La guerra debe acabar.
Siento que mi estómago se hunde por sus palabras. Y muy a mi pesar, en el fondo sabía que aquella sería su respuesta. Porque los líderes, como Wanda, Miguel, Lucifer, Adda, incluso Orion, hacen lo que sea por la supervivencia de los suyos, de su especie. Para ellos vale la vida de uno, por sobre la de cientos. Un sacrificio para salvar a todos.
Pero jamás podría hacer eso. No puedo imaginarlo. Incluso si fuese lo que se necesita hacer. Simplemente niego totalmente que exista otra manera de sobrevivir que sea a costa de otros. Y si eso me lleva a jamás ser considerada como una líder...por mi esta bien. No nací para liderar. Naci para proteger este mundo y a todos los que lo habitan. Al menos eso quiero creer.
- Entonces dejarás que más de los tuyos mueran, más cambiaformas, más hombres lobos. - esta vez siento como mis colmillos crecen. - Más gente inocente que solo sigue tus órdenes. - su mirada denota sorpresa al verme a los ojos y puedo adivinar que mis ojos estan violetas, los puedo sentir cambiar. - La guerra acabara ¿Pero a qué precio? ¿La victoria al costo de sangre?