FELLING.

Capítulo 5. "Algo desconocido".

¿Qué era aquél sentimiento de malestar? ¿Por qué no podía dejar de apretar sus puños? ¿Por qué sentía querer golpear algo? Le parecía algo similar a cuando un enemigo hacía de las suyas destruyendo algo de su importancia, pero multiplicado por mil, el cómo se lo arrebataban, y él allí, quieto, sin nada que reclamar al respecto porque de por sí no había nada que reclamar. ¿Qué debería decir exactamente? Goku miró de un lado a otro tratando de buscar alguna razón lógica para lo que estaba sintiendo. No, en definitiva no le parecía probable enfadarse solo por la escena frente a sus ojos. Es que no le parecía normal sentir tal impotencia por algo tan banal, ¡por Kami! Nala solo estaba hablando con aquel chico, quien se veía más "confianzudo" de lo que estaría en el margen de lo normal.

—¿Por qué tanta formalidad? Llámame Ryū—. El susodicho guiñó un ojo en dirección a Nala, y por tan solo ver el como esta sonreía tímida, Goku sintió a su corazón bombear más rápido; Pero no por aquel sentimiento cálido habitual de cuando está junto a ella, sino que un sentir agresivo, que le llenó de adrenalina y preocupación. De pronto sintió el impulso de tomarla en brazos y volar con ella lejos de aquel sujeto, lejos de absolutamente todo. Un lugar donde solo fueran ellos. Goku ni siquiera se movió, desvió la mirada mordiendo el interior de su mejilla.

"¿Por qué estoy molesto exactamente?", se preguntó a un lado de Nala (porque sí, el chico ni siquiera parecía inmutarse de que la Saiyajin estuviese con compañía para ir y coquetearle de forma descarada). "No creo que sea por su animada conversación, quizás solo...", pero no encontró excusa. Trató de inspirar hondo, y reír por las tonterías que pasaban por su cabeza, pero nada, apretó sus labios de pronto sintiéndose triste y molesto consigo mismo.

—¡Me parece buena idea! ¿Tú que opinas Goku?... ¿Goku?

Miró a su amiga completamente descolocado, rascó su nuca sin saber qué responder, pues en primer lugar ¿de qué estaban hablando?

—¿Ah?

Nala se puso seria de inmediato. Es que aquel día Goku estaba actuando muy raro. "¿Se sentirá mal?". Aquella idea le preocupó.

—No, nada.—Nala se giró a Ryū, e hizo una reverencia en señal de disculpa—. Lo siento, pero tendremos que declinar su invitación. Al parecer mi amigo se está sintiendo un poco mal.

Ryū sonrió, mas la sonrisa no llegó a sus ojos.

—No te preocupes. Será para la próxima.

En cuanto se marchó, la Saiyajin —de brazos cruzados y tratando de alzar una ceja— se gira en dirección a Goku.

—Está bien. Ya es hora de qué me digas qué te sucede. No creas que no lo he notado.— Goku tembló ante la idea de que aquella chica creyera que su malestar fuera causado por la anterior presencia de aquel tipo, no era por eso ¿cierto? Ante el silencio del Saiyajin, Nala se acercó de forma abrupta—. Es bastante obvio lo que te sucede. —musitó mirándole de manera fija, más cerca de lo usual, lo que le puso inevitablemente nervioso.

—Nala, yo no...

—¿Cuando me ibas a decir que los dolores volvieron?—Aquello le descolocó. Solo pudo pestañear reiteradas veces sin saber qué decir exactamente.

Los... ¿dolores? Se imaginó a sí mismo desmayado del dolor, tal como ocurrió ya hace unos días. En realidad, el dolor no había vuelto, no a tal intensidad. Vaya que aquella opresión en su pecho seguía presente, y a veces debía dejar de entrenar porque se descubría respirando agitado, buscando un aire que a sus pulmones les costaba conseguir.

—¿Acaso te has vuelto a desmayar? ¿Al menos has ido al médico, Goku? Bah, preguntas que hago, claro que no has ido. Ahora mismo iremos al médico. O mejor, volveremos con Bulma.— No alcanzó si quiera a refutar lo dicho por la Saiyajin, esta le tomó la mano y toda confusión, toda anterior tristeza y enojo pareció esfumarse, quedando solo una sensación dulce, satisfactoria, cuando Goku se dijo a sí mismo "me eligió, se preocupó por mí y prefirió quedarse a ver qué me pasaba".