La princesa Anne llego por fin a “Leinster” ver sus hermosas montañas, sus casas coloniales, si que extrañaba regresar. Tanto tiempo sin respirar aquel aire tan puro.
Cuando entro al palacio, le llegaron tantos recuerdos de su niñez había sido muchas cosas las que había vivido en ese palacio tan grande.
La primera en recibirla fue su mamá.
— Hija mía, no puedo creer que hayas vuelto.
— Ay mamá te extrañe tanto—Abrazándola—No sabes cuanto.
— Y yo a ti—Sonriendo a pesar de sus ojos llenos de lágrimas—Hace como 2 años que no te veía.
— Lamento perderme pero el trabajo en la galería de arte me tiene muy ocupada, imagínate que nos llego el cuadro original “La maja desnuda” del pintor Francisco de Goya, todos estamos muy emocionados, la galería estaba repleta todos los días.
— Me imagino que si, pero me gustaría que te quedaras definitivo, vamos al salón de té tenemos mucho de que hablar antes que llegue tu papá.
Ambas caminan hacia el salón principal, uno de los sirvientes les sirve el te y luego se retira.
— Me siento cómoda y feliz viviendo en Paris.
— Seguro que si pero somos tu familia.
— Lo se, eso nunca va a cambiar pero no pienso volver al palacio aunque sea una princesa y tenga deberes reales.
— Esta casa se siente sola, ya que tus hermanas se casaron tienen sus hijos están pendientes de sus maridos que ya ni vienen a saludar, gracias al cielo me dio la bendición de tener a Nicky.
— Hablando de Nicolás ¿Dónde esta? Quiero verlo.
— En su habitación—Le da un sorbo a su te.
— Antes de irte se que eres una mujer hecha y derecha tienes 25 años ya pero tu padre esta preocupado por tu vida sentimental.
— Mi padre le gusta controlarle la vida a todo el mundo solo con la excusa que es el Rey, pero no me dejare manipular despreocúpate, iré a ver a mi hermanito.
Dejo a su madre en el salón de té y subió a ver a su hermano lo encontró jugando con sus carritos de juguete.
— Pero si aquí esta el hombrecito mas bello de todo el reino.
Nicky apenas escucho la voz, se levanto y corrió abrazarla.
— ¡Anne!—grito emocionado.
— ¿Cómo estas?
— Bien, me alegro que volvieras.
— Yo también me alegro, estas grande—Alborotando su cabello—Dentro de unos años serás Rey.
— No quiero ser Rey—Haciendo un puchero y cruzándose de brazos.
— Mm, no creo que a papá le de mucha gracia siempre quiso un varón… Bueno olvidemos eso te traje algunos regalos.
— ¿Si? ¿Dónde están?—Viendo que sus manos están vacías.
— En mi cuarto, vamos—Lo agarro de la mano fueron al cuarto de la princesa noto que estaba todo igual que antes, hasta sus muñecas aun se encuentran allí— Aquí están— Sacándolo de las maletas.
— Gracias, Anne— Los abrió con entusiasmo.
— Alteza, que bueno verla—Dijo Teresa había sido su nana desde que nació, fue abrazarla.
— Feliz de verte, Tere.
— Estas hermosa mi niña, por cierto vine avisarte que su Majestad acaba de llegar.
— Gracias, ahora bajo.
Estaban sirviendo la cena en honor a la llegada de la princesa Anne su padre la saludo con una cálida bienvenida.
— Estas distinta de la última vez que te vi— Comento el Rey fijándose en su nuevo look.
— Será por que me teñí el cabello de otro color y también me lo corte un poco.
— Estas bella de eso no hay duda—La elogiándola Reina.
— Gracias, madre.
— Después de la cena quiero hablar contigo en mi despacho, es por el motivo que quise que vinieras aquí.
Anne estaba impaciente por saber que era eso tan importante que tenia que decirle.
Después de la cena, se fue al despacho donde su papá se sirvió un vaso de Ron.
— Siéntate—Anne tomo asiento.
— Me tienes intrigada desde que me llamaste que es eso tan importante que no podías decirme por teléfono—Dice nerviosa.
— Sabes que la economía de Leinster no ha estado muy buena, hemos tenido altos y bajos en la bolsa.
— No lo sabia—Dijo con preocupación.
— No quería preocuparlos, no le he dicho toda la historia no se lo digas…..He tenido una buena oferta del medio oriente para comercialización del oro negro especially decir el petróleo y este Príncipe Árabe se llama Ali-al-Fayed tiene mucho poder y se ofreció ayudarme.
— Pero eso es excelente, padre—Emocionada.
— Si, solo que hay un detalle—Dice aclarándose la garganta.
— ¿Cuál es? ¿Quieres que te ayude con algunos informes?
— No, es otro asunto…Le hable mucho de ti y le comente que estabas soltera…Así que el Príncipe estaría feliz si aceptaras casarte con él.
Anne miro a su padre como si estuviera loco.
— ¿Qué dices? ¿Casarme con él?—Atónita.
— Si, es buena idea… Anne imagínate las buenas cosas que podemos hacer con esta unión.
— ¡No, papa!—Levantándose de su silla—No pienso casarme ni mucho menos con un extraño prácticamente me estas vendiendo.
— No hija, no pienses de esa manera.
— ¿Entonces como?—Alterada por la absurda idea del Rey.
— Yo organice las bodas de tus hermanas, así como estoy haciendo con la tuya, yo soy el Rey y es mi decisión que te cases con el Príncipe Araba en un mes— Dijo golpeando el escritorio con autoridad, Anne dio un brinco.
— No importa que sea el Rey pero no tienes derecho a gobernar en mi vida como la hiciste con mis hermanas, no voy a casarme con ese árabe ni con nadie, así que bórrate esa idea—Dice furiosa.
— No te importa que nuestro pueblo muera de hambre.
— No me vas a manipular con eso…Esta vez no será así, ahora mismo voy y me regreso a Paris.
— Eso no será posible me tome la libertad de pedirle a uno de mis sirvientes que confiscara tus documentos.
— ¿Lo hiciste?—Sorprendida que su padre fuera tan maquiavélico.
— Sabia que te pondrás así tuve que tomar mis precauciones, eres muy rebelde, Anne.
— Es insólito que me hagas esto, es horrible que me vendas por dinero aunque digas lo contrario, pero vuelvo y te lo repito no me voy a casar aunque me tengas aquí en contra de mi voluntad—Salió enojada del despacho.
*La foto es de como se veria la princesa Anne a los 25*
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Una Princesa Fugitiva.
FanfictionEsta novela es adaptada a una historia que escribí yo misma, solo que tenia otro nombre y eran otros personajes (De igual manera habrán cosas que voy a cambiar a lo largo de los capítulos)