Una Princesa Fugitiva.

Capitulo 12

-      ¿Por qué tan feliz,  Anne?— le pregunto Andrea mientras desayunaban—no has dejado de sonreír ayer estabas fatal y hoy pareces otra.

-      Tal vez me siento feliz porque es nuestro día libre— las dos chicas se echaron a reír.

-      Tienes razón, podemos ir al pueblo así te enseño un poco sobre nuestras raíces ¿quieres?

-      Seguro que si, será divertido.

Giselle toco la puerta del despacho del  Matthew, entro cuando escucho que le decía que pasara.

-      Vine a despedirme—Dice con timidez.

-      Adiós entonces—sin mirarla, seguía trabajando en su computador.

-      Mi amor no te enojes conmigo— se le acerco pero  Matthew  le lanzo una mirada tan cruel, que Giselle se detuvo.

-      No quiero tus demostraciones de cariño, solo vete—Dice con frialdad.

-      ¿Es por esa empleada, cierto?—estaba furiosa— ¿Te revuelcas con esa?

-      Yo no tengo que darte explicaciones— Tratando mantener la calma— no me hagas enojar, porque no querrás ver ese lado mío, vete de mi castillo y no regreses mas.

-      Odio cuando me humillas como si no valiera nada, así fue en el momento que terminaste conmigo y te la deje pasar, pero me canse  no dejare que vuelvas a pisotearme, ya lo veras— salió del despacho como alma que lleva el diablo, Esperanza entro tiempo después.

-      ¿No termino bien?

-      No, como de costumbre— regreso la vista a su computador—al menos volvió la paz al castillo, por cierto ¿Dónde está Anne?

Esa pregunta dejo confusa a Esperanza.

-      Pues en su día libre, hoy es domingo.

-      Verdad, lo olvide cuando llegue le dices que quiero verla.

-      Yo le daré tu mensaje- Esperanza tuvo que tragarse las palabras, no quería tener más drama con Matthew— permiso.

Anne había disfrutado mucho de su paseo en el pueblo con Andrea, la gente era simpática, la comida típica riquísima pero quería regresar al castillo para ver a  Matthew.

Cuando llegaron Andrea le propuso ir a los establos, para montar caballo, Anne le fascino la idea hacer tiempo que no lo hacía.

Llegaron a los establos,  Anne admiro los hermosos caballos pura sangre que tenia Matthew.

-      Pero a quienes tenemos aquí— un chico de unos 20 y tantos se bajo del caballo con una destreza magistral, se acerco a las chicas y se quito el sombrero— Hola Andrea.

-      Hola Johnny—Sonrió con timidez— Te presento a  Anne trabaja conmigo y Anne él es Johnny es el capataz.

-      Un placer, John—dándole la mano.

-      Es mío, pero llámame Johnny como todos mis amigos lo hacen, linda— sonriendo.

Johnny era casi de la misma estatura que Matthew  pero a diferencia que tenía el cabello  negro y los ojos  son marrones claros  muy atractivo no podía negarlo pero se le parecía a alguien no sabía a quién.

-      Está bien, Johnny— también le sonrió, Andrea estaba muy seria.

-      Vinimos a montar caballo un rato—Le comento Andrea.