Capitulo 11

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Anne se acostó en su cama y lloro largo rato hasta que se quedo dormida, Matthew por otra parte se sentía culpable por lo sucedido lo último que quería era que Anne los viera besándose todo por Giselle esa mujer no podía ser más inoportuna, se levanto por que no podía dormir tenía que arreglar esa situación.

Abrió el armario, entro en él y aparto la ropa… Había una especie de puerta era un pasadizo secreto, busco una linterna camino por ese estrecho pasillo, bajo las escaleras con cuidado ya que estaba a oscuras.

Toco la pared y esta se abrió sola, entro en la habitación vio que todos dormían se fijo en la cama donde estaba  Anne dormida y se le acerco.

—  ¿Anne?-—dijo en voz baja no quería que nadie notara su presencia, ella lentamente abrió los ojos al verlo casi gritaba pero  Matthew  le tapo la boca con la mano— Shhh no grites, soy yo Matthew.

Anne asintió con la cabeza y él quito la mano.

—  ¿Qué haces aquí?—También en voz baja.

—  Ven conmigo—Anne se levanto de la cama y  Matthew la tomo de la mano entraron otra vez en el pasadizo.

—  ¿Por qué este pasadizo da al cuarto del servicio?— fijándose por donde caminaba todo estaba oscuro.

—  Si, en realidad en todo el castillo hay escondites como este pero mi tatarabuelo tenía fama de mujeriego así que por eso llega al cuarto de ustedes—riéndose.

—  Claro lo de mujeriego es hereditario—Hace una mueca disgustada recordando lo que había sucedido con Giselle.

—  Por favor  Anne deja que lleguemos a mi cuarto y hablamos.

Cuando llegaron,  Anne se sentó en la cama cruzándose de brazos y mirándolo enojada.

—  Lo que paso en el comedor no fue nada con importancia, en serio.

—  ¿Por qué me das explicaciones? No soy nada tuyo.

—  Es que yo si quiero que seas algo mío— la puso de pie y toco su cabello— Giselle no es nada serio, ella fue quien me beso.

—  Claro— dijo indiferente.

—  Lo digo en serio, es primera vez en mi vida que hago esto y es porque de verdad me gustas.

—  No soy una niña a la que puedes engañar, me voy a mi cuarto buenas noches Alteza Real— iba a entrar al armario otra vez pero Matthew  la agarro del brazo y dio un pequeño beso en los labios.

—  No seas tonta, yo que tu también sientes algo por mi lo veo en tus ojos…No hay un instante que piense en ti….Es como si te conociera de siempre— la beso de nuevo, la llevo hasta la cama.

—  No puede gustarte nadie en dos días es mentira, solo quieres pasar la noche conmigo y convertirme en tu amante numero 10.

—  Amante numero 10? ¿De donde sacaste eso?—Mirándola confundido.

—  No importa donde lo saque, se perfectamente como eres así que no es necesario que me mientas.

—  Es mentira, no creas todo lo que oigas solo un hombre solo que busca amor, tal vez lo consiga contigo.

Besándola en el cuello, quitando su ropa y él la suya, no pude seguir aguantándose mas solo quería entregarse a la pasión de momento entre besos y caricias, hicieran el amor en esa habitación sin que nadie los interrumpiera.

Horas más tarde,  Anne  esta apoyada en su pecho, mientras el tocaba su cabello entonces miro detalladamente la habitación se dio cuenta que no es el suyo.

—  ¿Dónde estamos?

—  Ahora es que vienes a darte cuenta- riéndose- es una de las habitaciones del segundo piso.

—  Ah está bien—Eso la desilusiono por que según las chicas allí es donde traía a todas sus mujeres ¿Sera que había hecho lo correcto?—Matthew ¿Puedo hacerte una pregunta?—Anne se levanto para verlo a los ojos.

—  Todas las que quieras—Besando su hombro.

—  ¿Esto lo que acababa de pasar entre nosotros es por una noche o quieres que continúe?—Le pregunta nerviosa.

—  Claro que quiero que continuar, no sabes lo cuanto me gustas todavía- se acerco para besarla- eres una belleza de mujer, Anne .Cada vez más me cautivas—La subió encima de él sorprendiéndola, tomándola por la cintura lentamente fue entrando en su interior ambos emitieron un gemido—Ahora tú tienes el control de la situación, soy todo tuyo— Su voz ronca y seductora, la hicieron excitarse mas un comenzó a moverse llenándolos a ambos de placer. 



Anne se sentó en la cama, se aparto el cabello del rostro.

—  Debería irme a mi cuarto falta poco para el amanecer— dijo la princesa.

Matthew también se sentó y le dio un beso en la espalda.

—  Yo quiero que te quedes además mañana es tu día libre, podemos pasar todo el día aquí en la cama— le dio otro beso y otro, le causo cosquillas a Anne.

—  No hagas eso—riéndose—de verdad me encantaría pero pueden descubrirnos y esperanza seguro me despide.

—  Ella no tiene autoridad, yo soy el rey-—le recalco con cierta arrogancia— Hago lo que quiero  y lo que quiero es que te quedes aquí conmigo.

Anne se volteo a mirarlo mientras él la abrazaba posesivamente.

—  Esperanza vio cuando salía de tu cuarto y me advirtió que si te veía cerca de ti me despedía.

—  Ella no podrá hacer nada cuando sepa que eres mi mujer—tocándole la mejilla y después su mano bajo lentamente por su cuello, la acerco mas para poder besarla en la boca.

Por mucho que quería estar todo el día con él, mejor dicho por siempre y más que todo le había encantado que dijera era su mujer pero pensaba que  Matthew  iba demasiado rápido y se aparto con pereza de sus labios.

—  No quiero que le digas a nadie sobre lo nuestro prefirió que se mantenga en secreto.

—  Como tu digas- intento besarla de nuevo pero Anne se puso de pie y comenzó a vestirse— ¿Vendrás esta noche?

—  Si sonrió— si me prometes que la única mujer que estará en tu vida seré yo.

Matthew la miro por un instante parecía estar dudando en la propuesta de Anne ya que se había prometido olvidarse de las mujeres y enfocarse en sus trabajo pero tanto era que la deseaba estaba dispuesto a complacerla.

—  Está bien, acepto.

—  Comienza diciéndole a Giselle que se le aleje de ti—Dice muy seria.

—  ¿Aun estas celosa?— sonriendo de forma burlona.

—  Si, por que te quiero para mí- le dio un último beso antes de entrar al pasadizo le guiño el ojo y cerro la puerta del armario.

Matthew se recostó en la cama con los brazos detrás de su cabeza mirando al techo con una sonrisa estúpida en el rostro, había tenido el mejor sexo hasta ahora y fue con una de sus sirvientas sin duda estaba loco pero no podía negar que la condenada se movía bien y le gusto mucho, sin duda quería repetirlo de nuevo.

Ya de mañana, Anne se levanto radiante y feliz a pesar que solo había dormido 3 horas pero haber estado con  Matthew había sido la experiencia más bella del mundo, estaba aun mucho mas enamorada.

Una Princesa Fugitiva.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora